El socialismo cubano del siglo XXI continúa sus pasos prósperos y sostenibles con el firme propósito de alcanzar la cercana meta de la fase superior del comunismo: La Era Medieval.
Es tanto el tesón de las autoridades del país, tan originales los métodos a emplear, que ya se ha logrado desmantelar la producción industrial, desmontado la transportación automotor y muy pronto se logrará evitar la innecesaria generación eléctrica, así como la dañina alimentación.
Una señal inequívoca de los tiempos mejores que vendrán, es la creación de la Universidad para bueyes “Héroes de la Prosperidad”, los que llevarán y sostendrán, entre sus cuatro patas, el futuro que aguarda a la ciudadanía de la nación (aunque también sus tarros serán símbolos, sino patrios, al menos “matrios” en la sostenibilidad, junto al vaivén de sus largas y eternas colas, para el país).
El retorno a la tracción animal anunciado por el puesto a dedo Miguel Díaz-Canel para el futuro inmediato del país, será un salto adelante tan colosal que dejaremos atrás los similares brinquitos que en iguales contextos dieron los carneros y burros chinos bajo las órdenes de Mao Sé Tung. Nadie sufrirá de la circulación arterial, la indigesta o la polución, pues los viajes en carretas tiradas por bueyes, un sopa diaria de moringa y las calles y el cielo libres de ruido y humo en medio de una apacible oscuridad, harán las delicias de las edénicas condiciones que disfrutará la población.
Pero las buenas nuevas no terminan ahí. Entusiastas, abnegados y sabios como siempre, nuestros líderes históricos, por su experiencia de haber nacido en el medioevo, sugieren no dar la espalda a la modernidad y permitir arribos al país de coches ferroviarios y locomotoras para que sean tirados por avestruces, más resistentes que nuestros estoicos, pacíficos y castrados bueyes.
La universidad para bueyes “Héroes de la Prosperidad”, situada, estratégicamente, junto a los sembradíos de avestruz que cultiva el “Premio Nobel de Ciencias Económicas”, y comandante de la revolución cubana, Guillermo García Frías, en las estribaciones de la Sierra Maestra, garantiza no sólo la interacción de los medios de tracción animal para el buen desarrollo y funcionamiento de la cadena Puerto, Transporte y Economía interna, sino también para una rápida evolución social.
No obstante, que no piensen nuestros ex simios seguidores e incultos detractores que a esta Casa de Altos Estudios –macizo montañoso de Pilón– accederá cualquier tipo de buey, pues, al igual que a las universidades para humanos de nuestro país, a su equivalente bovina sólo podrán asistir los bueyes revolucionarios con un reconocido pedigrí que indique una destacada militancia en el partido animal y una honrosa participación en las gloriosas zafras azucareras de la nación.
Para lograr este propósito, un claustro de profesores del más alto nivel en el Departamento Ideológico del Comité Central del Partido impartirá esenciales asignaturas como Política de la tracción, Ideología del empuje animal, Ética y docilidad bovina y Condiciones Socio Culturales e Identitarias de la imagen del carretón, entre otras materias adaptadas del marxismo para la boyada nacional, con el fin de ofrecerles a estos nobles brutos una formación integral que les permita comportarse y actuar a la altura de otros cuadros y estudiantes universitarios del país.
Nada ni nadie detendrán el avance vertiginoso de la Cuba socialista del siglo XXI hacia las cavernas, las coas y la tracción animal que, como firmes reservas estratégicas, garantizan la continuidad de la revolución. Y si algún día se agotan por culpa de la ineficiencia y la corrupción, entre otras herencias del comunismo real, o por falta de a quién o qué transportar, contra los que sobrevivan y se quejen usaremos como garante de nuestra prosperidad el garrote cromañón.
Eso se los aseguro yo, Nefasto “El comandante” de Neandertal.
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