Un «candidato vacunal» (por vacuna). Un «nasobuco» (por barbijo o mascarilla). Un «nuevo evento de transición local» (por brote de Covid-19). Al castrismo no le bastó acabar con un país y casi con un continente. Quiere acabar también con el idioma estableciendo una especie de nacionalismo lingüístico (supongo que para ejercer la censura con mayor comodidad).
Así:
Una palabra cual truco
tenebroso en Cuba «brilla»:
A la pobre mascarilla
la ha violado un «Nasobuco».
O asao:
Si mascarilla ya había
y «nasobuco» no existe,
Canel te echó brujería:
¡de él fue que lo aprendiste!