Este libro es como la vida: complejo y elemental, simple y profundo. Una panorámica necesariamente incompleta de la realidad itinerante, de la circunstancia histórica —con toda su carga dramática, surrealista a ratos, pero también lúdica y hasta cómica— que nos ha tocado padecer, aunque también disfrutar, a los cubanos exiliados. Porque, no lo olvidemos, el exilio no es solo separación, tragedia, nostalgia del pasado idílico, o idealizado, que alguna vez “nos perteneció”, sino además descubrimiento, aventura, goce de la realización y la creación. Reto. Conquista. Ganancia. Deslumbramiento de lo desconocido ocupado y transformado. Así, todas estas variables y reflejos, fruto del color del cristal con que miramos, están presentes aquí como definiciones y, valga la redundancia, definen minuciosamente el carácter cada vez más heterogéneo del exilio cubano tras casi 60 años de totalitarismo en Cuba y diáspora incesante y germinal. (Neo Club Ediciones, 2015).