El dictador ruso Vladimir Putin fue operado de cáncer en la primavera de 2015 en Cuba, según ha sabido la redacción de Puente a la Vista gracias a fuentes que, parcialmente implicadas en la operación, prefirieron el anonimato.
No se conocen los detalles de la operación pero se sabe que ocurrió en el hospital Cimeq en La Habana, durante el período de 10 días en 2015 durante el cual el actual gobernante ruso permaneció desaparecido.
En el Cimeq o Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas suelen atenderse en secreto personalidades mundiales, sobre todo de Latinoamérica o al mando de regímenes autoritarios. Se le considera la joya del sistema médico de Cuba.
La ausencia de medios independientes con acceso a información delicada en la Isla, y el control del castrismo sobre todos los estamentos de la sociedad, garantiza el secretismo que muchas de estas figuras internacionales procuran.
Durante el período que comprendió su desaparición en 2015, el dictador ruso había aplazado un viaje a Kazajistán y la firma de un acuerdo de cooperación con Osetia del Sur.
El vocero presidencial Dmitry Peskov aseguró entonces, a través de la estación radial Eco de Moscú, que nadie debía preocuparse porque Putin estaba “absolutamente” sano.
“No hay necesidad de preocuparse, todo está bien. Ha estado trabajando en juntas todo el tiempo, solo que no todas ellas han sido públicas”, insistió Peskov.
“Hay muchas señales de un golpe”, llegó a decir por aquellos días Zvi Magen, exembajador de Israel en Rusia. “El movimiento del ejército alrededor del Kremlin indica que hay un cambio de gobierno o que se está produciendo un cambio”.