Convocada por el proyecto Puente a la Vista y sus amigos, la cuarta edición del concurso Reinaldo Arenas, cuyo principal objetivo es promocionar la narrativa y a los narradores cubanos más allá de sus afiliaciones o lugar de residencia, anunció este 7 de diciembre de 2020 los resultados de la convocatoria.
Un jurado compuesto por los escritores y críticos José Hugo Fernández, Jorge Olivera Castillo y Manuel Gayol Mecías, tras revisar una preselección de 75 libros de narrativa –primer corte–, acordó por consenso:
Otorgar el Primer Premio al libro Sálvame si puedes, del narrador y poeta Rafael Vilches Proenza, “obra que recrea un tema de actualidad con eficiente progresión rítmica, el uso de un lenguaje ameno y el buen tino a la hora de describir tanto las acciones como los entornos”, una novela “de feliz iniciación, repleta de elementos profundos”.
El Segundo Premio correspondió a la compilación de relatos Coto de caza, del joven escritor villaclareño Michel González Basnueva.
Además, el jurado decidió entregar las siguientes menciones: Blackout, de Anisley Miraz; No me hablen de Cuba, de Grethel Delgado; Los verdaderos hombres se ahorcan, de Daniel Zayas, y Un refugio para olvidos, de Maykel Paneque.
A continuación, el comentario de los jurados a esta cuarta edición del Premio:
Jorge Olivera
Ha sido un reto enorme escoger la obra ganadora en esta edición del concurso Reinaldo Arenas. Esta vez fueron cerca de 80 textos tras el primer corte, la mayoría con la suficiente calidad para merecer la máxima distinción o figurar entre las obras finalistas.
Tras cotejar opiniones, el jurado decidió premiar la novela Sálvame si puedes, de Rafael Vilches. Una obra que recrea un tema de actualidad con una eficiente progresión rítmica, el uso de un lenguaje ameno y el buen tino a la hora de describir tanto las acciones como los entornos a lo largo de la historia de casi 180 páginas.
No estaría de más subrayar el alto nivel de los textos presentados, lo que implicó un arduo proceso de selección. Sin dudas, Cuba cuenta con excelentes narradores. Este espacio ofrece una oportunidad de asomarse a esa realidad sin exclusiones y con el ánimo de continuar visibilizando el trabajo de los escritores de dentro y fuera de la Isla.
José Hugo Fernández
El Premio de Narrativa Reinaldo Arenas se ha convertido en un referente de la mejor literatura cubana que nace en estos días no sólo dentro de la Isla sino también en el exterior, pero en ambos casos al margen de los organismos de la dictadura. No se trata únicamente de una alternativa para buscar remedio a la censura y al ninguneo que tanto daño han ocasionado a la creación nacional en las últimas décadas: Este premio, al igual que la institución que lo convoca, el proyecto Puente a La Vista, ocupan ya un lugar como auténtica representatividad de la cultura cubana en tanto ejercicio libre e independiente.
No es extraño entonces que cada convocatoria reciba una mayor cantidad de obras, sobre todo del interior de la Isla, lo cual propicia que también funcione como descubridor de nuevos talentos que probablemente estaban condenados al anonimato perenne.
En el caso del primer premio de este año, Sálvame si puedes, se trata de una bella novela donde un adolescente con inclinaciones artísticas y homosexuales narra su día a día en un pueblito del interior cubano en el que reinan la miseria, la ignorancia, los prejuicios, el drama sociopolítico y la desesperanza. La selección desprejuiciada y el consenso del jurado, ajeno, como de costumbre, a ningún otro compromiso que no sea con la real calidad literaria, añaden así otros nombres a la extensa lista de buenos escritores cubanos que han encontrado vía para su realización a través del Premio Reinaldo Arenas.
Manuel Gayol Mecías
Como ha dicho José Hugo Fernández, Sálvame si puedes es una novela de feliz iniciación, repleta de elementos profundos. Narra la vida de varios adolescentes que se esfuerzan por sobrevivir la cotidianidad de una isla bajo el totalitarismo castrista y pone de manifiesto el fenómeno de las bibliotecas independientes y cómo el joven cubano se las arregla para encontrar su propia libertad. Hay momentos políticamente fuertes, en los que se pone de manifiesto el carácter fascista de la dictadura, como cuando desmantela bibliotecas en casas particulares y hasta quema libros.
Hago la observación de que en esta edición del Premio se ha recibido una considerable cantidad de libros de calidad, como también es el caso de Coto de caza, de Michel González Basnueva, entre otros. Lo que resulta muy alentador y revela que el concurso gana en interés y prestigio, por participación (con gran número de cuadernos), excelencia y dignidad.