La otredad, el sueño, la mente, el amor, la fe, el inconsciente, el ego, el mundo, la poesía… estos y otros conceptos, o circunstancias, o estados de conciencia, son abordados en este nuevo libro con la profundidad y la elegancia que caracterizan la obra toda de Manuel Gayol Mecías, uno de los ensayistas más lúcidos, y originales, de la Cuba posnacional. Como apunta exactamente el autor en el prólogo, la idea es “saborear lo poético con el ser íntimo, reflexivo, con el ser y su relación con las cosas, con los otros seres y con el universo”. Porque, siguiendo el hilo de Gayol, aquí se trata de “rehacer una historia imaginativa” de la conciencia humana reconociendo su vinculación con la Conciencia Universal.
Se trata de diez deliciosos capítulos cuyos enunciados revelan por sí mismos la naturaleza esencial de Para una poética de la conciencia (Palabra Abierta / Neo Club Ediciones 2020), tan distante de la ensayística tradicional cubana: “Tú eres la otredad”, “Los demonios del sueño”, “De la mente poética y la ‘inmensidad’ (sobre Gaston Bachelard)”, “La fe y la voluntad de ser”, “La fina y sutil estructura de la mente. De la memoria y el inconsciente”, “Conciencia poética en la levedad del amor”, “De la conciencia humana y el No-espacio-tiempo. La esencialidad del Ahora”, “De la felicidad a la soledad. La mente humana”, “El ojo inverosímil, la información y la oscuridad del mundo” y “El paisaje en el santuario”.
En cualquier caso, este libro refleja la enorme importancia de la conciencia como observador total, porque, apunta Gayol, “no solo permite la estabilidad racional del ego, su equilibrio ético y humildad, sino que además agudiza su inteligencia para tomar decisiones o hacer selecciones en las disímiles situaciones de la vida, y asimismo garantiza y mejora su propia evolución tanto en inteligencia como en conducta y principios”.