Movimientos culturales como el de San Isidro y el 27N, el éxito del tema Patria y vida, su impacto sociopolítico en Cuba, etc., han puesto contra las cuerdas al aparato de control oficialista y sus instituciones coercitivas, que deben escoger entre reprimir aún más ferozmente, y desatar reacciones internacionales, o controlar daños a la espera de tiempos supuestamente mejores.
De cualquier manera, frente a la creciente popularidad del movimiento cultural independiente en Cuba, el régimen totalitario está haciendo lo que mejor sabe hacer: reprimir, asesinar la reputación, tramar escenarios de descrédito para los creadores más visibles, llámense Tania Bruguera, Yotuel Romero, Maykel Osorbo, Luis Manuel Otero Alcántara o El Funky, entre otros.
El castrismo espera que una combinación de represión quirúrgica y asesinato de la reputación en la televisión cubana y otros medios oficialistas (de ahí el espacio en horario estelar asignado a Humberto López) logre contener, o haga desistir, o agote, a los activistas, artistas y comunicadores independientes.
En Facebook, el 8 de abril pasado, tras regresar de una cita policial en la estación de Cuba y Chacón (Habana Vieja), El Funky, rapero y artista independiente, cantante de Patria y vida, advirtió sobre estas prácticas:
“El jefe del sector fue el que me citó. Abordó a mi madre, no solo a mí, como para garantizar que fuera. Quiero recalcar antes de seguir que esta práctica de asediar a nuestras familias es de las cosas más bajas e inmorales y demuestra el acoso del que somos víctimas. ¿Por qué meterse con nuestras familias y sembrar el terror si nosotros todos somos adultos y conscientes de nuestros actos? Solo las mafias actúan así”.
“En la estación de Cuba y Chacón me dijeron que por mis vínculos con el movimiento San Isidro, por las multas y detenciones que había tenido y por estar desocupado, iban a ponerme un control de seis meses, durante el cual me citarían al menos una vez al mes a reunión y me harían un seguimiento”, añadió El Funky.
“No soy un desocupado, me dedico a crear junto a mis amigos y con nuestro esfuerzo», recordó. «Ahora mismo estamos preparando un disco donde reflejamos la realidad de la gente de a pie».
«He querido explicar todo esto porque es evidente que ellos están nerviosos por el apoyo popular que tenemos, por nuestro vínculo con el barrio, y no van a descansar hasta construirnos una causa y encerrarnos», dijo.
“Contamos con todos si eso pasa”, cerró El Funky. “No somos delincuentes. Somos creadores y queremos contar cómo vivimos todos y tener vida. Ya ha sido demasiada muerte y desesperanza. ¡Estamos conectados!”.