De acuerdo al autor de “La poesía tiene derecho a defenderse”, Rafael Almanza –Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’–, lo experimental no tiene por qué constituir un género o un modo aparte y separado de la lírica tradicional.
Como crítico, Almanza apunta a una línea innovadora y antitética con respecto a los proyectos de antiescritura de los 90 del grupo Diáspora(s). Una línea que también difiere del experimentalismo de Severo Sarduy o de la poesía visual de Francis Sánchez:
«La poesía tiene derecho a defenderse con los dones poéticos de la imagen sin que para eso tenga que abandonar los de la poesía. El poema visual, el poema objeto, el poema video, el libro iluminado para la pantalla o la extensión al performance, son algunas de las armas de la delicadeza de mi batalla por la poesía. Ninguna de esas excepciones del poema pretenden eliminar la lectura silenciosa de los textos […]
«Pero ahora la imagen y el sonido al alcance de todos permiten entrar en otro período de la expresión poética que no anula las conquistas anteriores sino que las expande y refuerza». Para continuar la lectura de opiniones sobre Rafael Almanza, clic en el siguiente enlace de la revista Árbol invertido: