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María Matienzo

María Matienzo (foto de Bily May's)

La escritora y periodista independiente María Matienzo responde las cuatro preguntas esenciales de nuestra página, una manera práctica de profundizar, con el creador, en su obra y sus experiencias:

Cuéntenos sobre sus inicios en la literatura. ¿Qué le impulsó a escribir y cuáles fueron sus primeros textos?

No sé de dónde viene el impulso de escribir aunque parezca un cliché. Mi mundo siempre ha sido el de los libros, la literatura, la escritura, la edición. Soy graduada en pedagogía y duré muy poco dando clases, y el tiempo en que estuve fui muy mala influencia para los alumnos además de crear un premio literario. Creo que todavía estoy en mis inicios, aunque llevo escribiendo toda mi vida. He estado en muchas antologías pero en casi ninguna de mi generación ni he pertenecido a ningún grupo porque nunca he creído en los grupos ni en las escuelas de escritura. Mi universidad han sido la lectura y el estudio disciplinado, vivir con intensidad y tratar de aprehender eso que llaman espíritu de la época, que es más auténtico mientras más uno logre filtrarlo a través de sus propios demonios. Los míos siempre han sido feroces, beligerantes, por eso quizás en cuanto pude me dediqué al periodismo independiente, que creo es la única forma que he encontrado de que algunas furias que me habitan dejen tranquila a la narrativa que hago y ella sea más ficción que María.

Hace mucho hice poesía y creía en algunas poéticas como la de Silvia Plat, Ezra Pound, T.S. Eliot, o la de José Kozer o Juan Carlos Flores y el grupo Omni Zona Franca, pero de repente perdí la inocencia o empecé a respetar más a los poetas.

Después quise ser ceramista o cantante de carácter, le decía yo a Elena Burke o a La lupe. Eso me duraba un mes al año. Me apuntaba en clases de canto o de artes plásticas. Y al mes, exactamente al mes, volvía al mismo vicio que es en definitiva escribir.

Ahora lo acepto. Me rindo. Necesito escribir.

Defina o mencione brevemente, por favor, aquello que los lectores descubrirán, o conocerán, a través de sus libros.

Creo que verán la relación de una autora con una mujer llamada Elizabeth que existe, vive en Italia, y es o era, no sé si vive aún, una mujer que me causaba mucha curiosidad y que me generó un morbo terrible al punto que se ha convertido en un fetiche. Elizabeth protagoniza incluso historias que no son suyas, historias que están por ser publicadas y en donde se han ido incorporando al universo que la autora ha creado para Elizabeth otras mujeres de otras formas y colores. En esas historias los lectores encontrarán, si les interesa, algo de la vida íntima de Elizabeth y de los conflictos en los que se enreda. Y chocarán con un mundo de cualquier forma menos esférico, quizás semicircular porque se hace un corte transversal y salen a relucir bajas pasiones, miserias y mucha violencia.

Pero me hablas de mis libros y sería injusta si solo te hablara de la novela Elizabeth aún juega a las muñecas.

Este año debe salir un libro que cuenta la historia de la orquesta Hermanos Castro, una familia musical cubana a la que le fueron arrebatados 30 años de creación e innovación musical por el reduccionismo que sufrió la cultura cubana después que ocurrió la debacle revolucionaria. Fueron primeros en todo, pasaron de vivir en el centro del mundo a fenecer en una esquina de Radio Progreso. Si hubiéramos vivido la misma época posiblemente no hubiésemos tenido nada que ver, pero les tocó desaparecer antes de que yo naciera y a mi encontrarme sus papeles y reconstruir su historia.

Ahí los lectores encontrarán a otra autora amante de la música y de los músicos cubanos.

Mencione tres autores o libros que considere fundamentales o que la hayan inspirado o influido durante su trayectoria creativa.

Creo que son más de tres autores, pero haré el esfuerzo. Es una pregunta difícil.

Agatha Christie me obsesiona. Yo quiero resolver crímenes como lo hace Hercules Poirot. Me fascina la aparente simpleza del policiaco de esa época, cómo los personajes se van conformando a través del misterio por resolver. Mi narrativa es algo policiaca o me gustaría que fuera. Elizabeth ha resuelto algún que otro misterio.

Disfruto a los japoneses como Kawabata y Mishima. El maestro y Margarita está entre mis imprescindibles pero no puedo de dejar de leer casi todo lo ruso o soviético que me ha caído en las manos. A Kundera lo devoré. De los cubanos siempre creo que podré volver sobre Alejo Carpentier, Virgilo Piñera, Abilio Estévez y Julio Travieso.

Pero con todo lo que me gusta la literatura hay cierto cine que me provoca una cosquilla creativa, me provocan un trance y no pudiera dejar de ver una y otra vez “La cité des Enfants Perdus” o “Delicatessen”, de Jean-Pierre Juenet y Marc Caro, o en otro extremo a “Páprika”, de Tinto Brass, y a “Blade Runner”, de Ridley Scott.

Hay otros, pero solo te cuento de los que me provocan como escritora.

A partir de las nuevas teorías cuánticas según las cuales la esencia del universo no es la materia ni la energía, sino la información, ¿estamos a punto de descubrir que la vida es literatura?

Creo que la vida siempre ha sido un teatro y que con suerte quedamos inmortalizados en un montón de caracteres que llaman literatura. Si el universo se ha redefinido como para parecernos que es información y no materia ni energía, la culpa la tenemos nosotros por no fluir con el montón de átomos que somos.

A esta altura de la humanidad era para que ya lográramos traspasar las paredes y fuéramos incorpóreos, que para mí significa ser más sutiles y menos densos, menos complejos. Aunque quizás no todo esté perdido y esta transmutación del universo en información nos haga emprender otro camino no menos espiritual… y terminemos convertidos en pixeles.


María Matienzo nació en La Habana en 1979. Es editora, escritora y periodista. Ha colaborado en portales digitales como Havana Times, Cubanet y Diario de Cuba, y ha sido antologada en varias publicaciones nacionales e internacionales. ‘Apocalipsis La Habana: (americans are coming)’ es uno de sus libros publicados. Desde la Isla, editó la revista independiente Voces y es miembro del Club de Escritores Independientes de Cuba.

 

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