Yolanda Ferrer Gómez, de la Asamblea Nacional de Cuba (unicameral), “pide ayuda” a parlamentarios mexicanos para que estos lleguen a congresistas estadounidenses. Dice:
“Ustedes nos pueden ayudar a llegar en Estados Unidos a congresistas, a sectores diversos donde hay muchas personas que sensibilizar, muchas verdades que dar conocer para que se unan a esta batalla y ayuden a detener la campaña político-comunicacional desatada contra Cuba, para poner fin a la cruzada de odio, a la injerencia; para que prevalezcan y se respeten los principios del Derecho Internacional y la paz».
Como si ellos, los comunistas de la Isla, no fueran los fundadores del odio entre cubanos; los que desprecian a quienes no piensan como ellos, los que encarcelan a hombres y mujeres cuyo único delito ha sido manifestarse pacíficamente en contra de la política existente en el país; los que censuran a escritores y artistas cuyas obras los enjuicien; los que deciden qué cubanos sí y cuáles no pueden volver a su tierra siquiera a ver a familiares en muchos casos a punto de morir; los que han destacado por la injerencia en no pocos países de los cinco continentes; los que han sumido a Cuba en el pánico y la miseria…
¿O esto es mentira?