Gracias a la febril imaginación del comandante Guillermo García Frías, comandante del comandante en polvo en vías de hacerse él también polvo, algunos emprendedores en Miami están a punto de emprender un negocio de autoabastecimiento alimentario que daría –según ellos– la vuelta al mundo, uniendo a las jutías, clarias y avestruces de todos los países. Una verdadera internacional alimenticia cimentada en la siembra, cultivo y cosecha de estos generosos animalitos.
Según declaró a esta revista Armando Añel, humorista aficionado, «nada como una buena claria para alimentar a una buena jutía, o nada como un buen abanico de plumas de avestruz para abanicar una buena sobremesa… comer es un placer y soñar no cuesta nada».