La Coca-Cola del olvido

Viajan a la tierra que los vio nacer con cierta constancia… a la pachanga, a visitar los clubes nocturnos del Gobierno y solazarse con sus paisanas que habitan en la Isla, consideradas “las prostitutas más cultas del mundo” (o con más “instrucción escolar”, diría yo), entre otros placeres.

Tienen en la Isla finquitas campestres y otros negocios, legales o no, surtidos con los bienes que hacia allá envían, sobre todo desde Estados Unidos.

En sus páginas de las redes sociales, rara vez se halla un comentario, un texto que aluda a la trágica situación que atraviesa la sociedad de su país, siquiera un quejido por el sufrimiento de aquella.

Pero sí publican en abundancia fotos de ágapes diversos —estancias en las playas, las montañas, los parques nacionales— y ciertas líneas sentimentales como “extraño el dulce de arroz con leche que me hacía Aurora mi vecina”, o “¿qué será de Aidita mi peluquera allá en el barrio?”, o “qué lástima que no pude traer el primer bate con que de niño jugué a la pelota”. Y así… otras referencias a la cultura nacional.

Suelen expresar:

“No me gusta ni ver ni leer las noticias porque eso es una desgracia, y yo no estoy para desgracias, qué va”.

“Aquí la batalla es muy dura, el tiempo no alcanza para estarme preocupando por lo que pasa allá”.

“A mí la política no me interesa, me fui de Cuba porque ya no aguantaba la política”.

“Bastante tengo con los problemas que tengo para estar metiéndome en los problemas de Cuba”.

En fin, que se tomaron la Coca-Cola del olvido. Tamaño familiar.


 

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Félix Luis Viera
(El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros. En su país natal recibió el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Nacional de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que ya había recibido, en 1983, por su libro de cuentos En el nombre del hijo. En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio y el premio Pluma de Oro de Publicaciones Entre Líneas. Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba. Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros. En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable. Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son. Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.