John Banville

John Banville (The Times)

Al inmenso escritor irlandés John Banville le jugaron una mala pasada durante la última entrega del Nobel. Lo llamaron por teléfono para anunciarle que sería uno de los dos premiados. Nunca se aclaró si fue una broma o una equivocación por parte de los organizadores de la Academia Sueca. A Banville no le ha importado aclararlo. No le hace falta el premio para ser considerado uno de los más brillantes novelistas del mundo actualmente. Tampoco esta calificación le importa demasiado. “Un público que aplaude me parece inquietante”, ha dicho. A continuación, dos breves fragmentos de su diario personal:

“Es un trabajo peculiar éste de escribir. La jornada empieza con una serie de círculos, a medida que uno da vueltas en torno al hecho fundamental e inevitable de la página en blanco y la seguridad de que no hay una forma correcta de expresar una cosa; las combinaciones posibles de palabras en una frase son infinitas. Mi amigo Martin Amis dice que cada página de prosa es el resultado de un par de miles de errores. Yo creo que ése es un cálculo por lo bajo. Inténtalo de nuevo, recomienda Beckett. Vuelve a equivocarte. Vuelve a equivocarte mejor”.

“Lo que sí envidio es el fin de semana del oficinista. Debe de ser un lujo, dos días enteros de libertad. Para mí, el fin de semana es una tortura de hastío, frustración y el amargo esfuerzo de pasar por un ser humano. Cuando no está en su mesa, el escritor se siente vacío, siente que es una piel despellejada sin huesos; por lo menos, yo me siento así. Y, sin embargo, qué afortunados somos los escritorzuelos que nada de lo que nos sucede, por muy terrible que sea, carece de una utilidad redentora. Me imagino en la consulta del médico, recibiendo el peor pronóstico posible, con la boca reseca de terror y, al mismo tiempo, tomando nota de mis reacciones y almacenando todo para usarlo en el futuro aunque el futuro, para mí, se haya acortado cruelmente de pronto”.


 

Artículo anteriorAbel Prieto y la sutilidad represiva de la Generación del 80
Artículo siguienteRoberto Quiñones Haces, excarcelado
José Hugo Fernández
El escritor habanero José Hugo Fernández ha publicado una treintena de libros, entre ellos, las novelas “Los jinetes fantasmas”, “Parábola de Belén con los Pastores”, “Mujer con rosa en el pubis”, “Florángel”, “El sapo que se tragó la luna”, “La tarántula roja”, “Cacería”, “Agnes La Giganta” o “El hombre con la sombra de humo”; los libros de relatos “La isla de los mirlos negros”, “Yo que fui tranvía del deseo”, “Hombre recostado a una victrola”, “Muerto vivo en Silkeborg” o “La novia del monstruo”. Los libros de ensayos y de crónicas “Las formas del olvido”, “El huevo de Hitchcock”, “Siluetas contra el muro”, “Los timbales de Dios”, “La explosión del cometa”, “Habana Cool”, “Rizos de miedo en La Habana”, “Una brizna de polen sobre el abismo”, “La que destapa los truenos”, o “Entre Cantinflas y Buster Keaton”. Trabajó como periodista independiente en La Habana durante más de 20 años. Reside actualmente en Miami.