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Denis Fortún, la senda de los conquistadores

 

Mario Suárez entrevista al escritor cubano Denis Fortún, de visita en Argentina para participar del ciclo Literatura Migrante. Su poemario Serio divertimento (Neo Club Ediciones) ya está en Amazon.

Fortún (La Habana, 1963) ha publicado los poemarios ‘Zona desconocida’ y ‘Serio divertimento’; ‘El libro de los Cocozapatos’ (narrativa) y ‘Diles que no me devuelvan’ (crónicas). Tiene inéditos dos poemarios y dos novelas, ‘Cueros contemporáneos’ y ‘324 Mendoza’, esta última de pronta aparición.

Denis Fortún

«Cuando era niño, sobre todo entre los ocho y once años, leía mucho. Mi madre me compró en una librería de La Habana Vieja ‘Los conquistadores del fuego’, de J. H. Rosny. Al terminarlo, no supe exactamente qué me sucedía con aquella historia de mamuts, hombres de las cavernas y la lucha por el fuego, pero de alguna forma pienso que tuve la certeza de que la literatura y yo entablamos una suerte de pacto», refiere Fortún al entrevistador, y continúa:

«A diferencia de otros escritores, en mi adolescencia jamás me dio por escribir un poema o un cuento, eran otras mis prioridades, más terrenales. Definitivamente llegué tarde. Esa adicción demoró en mostrarse, y comienzo a padecerla ya de manera crónica a los treinta y seis años y por causas que de ningún modo hubiese imaginado, entre ellas un par de amigos que influenciaron para que finalmente me decidiera: Armando de Armas y Jesús Candelario, ambos escritores; y también por la que fuera mi esposa en Cuba, Helen Ochoa, que en todo momento me hizo ver que valía la pena intentar “aquello” que intuía desde mi infancia.

La entrevista completa en Acercando Naciones: https://acercandonaciones.com/2017/10/05/el-libro-de-los-zapatos/

Ganadores del concurso ‘Reinaldo Arenas’ 2017

Los organizadores del Premio de Narrativa ‘Reinado Arenas’ 2017, convocado por el proyecto Puente a la Vista, anunciaron este jueves 5 de octubre a los ganadores del certamen: en Cuba, el abogado y periodista Rolando Ferrer Espinosa, y en el exilio, los escritores y periodistas Armando de Armas y José Hugo Fernández (compartido).

A continuación, el acta del jurado:

Acta del jurado, Premio de Narrativa ‘Reinado Arenas’ 2017

Armando de Armas

Convocado por el Proyecto Puente a la Vista, en colaboración con el Club de Escritores Independientes de Cuba y Neo Club Ediciones, esta segunda edición del Premio de Narrativa ‘Reinaldo Arenas’, instituido con el objetivo de promocionar a los narradores cubanos más allá de sus afiliaciones, credos o lugar de residencia, llega a su fin.

Luego de leer y analizar decenas de libros enviados desde todas las regiones de Cuba y su exilio, cierra sus cortinas imaginarias esta odisea creativa emprendida desde ambas orillas del Estrecho de la Florida por quienes pretenden establecer un diálogo literario entre cubanos.

José Hugo Fernández

Se reúnen los críticos y escritores Ángel Santiesteban-Prats, Luis Leonel León y Manuel Gayol Mecías, quienes tras una ardua deliberación, y luego de realizar el cómputo de los puntos otorgados a cada libro concursante, llegan a la siguiente conclusión:

Finalistas:

En el exilio: Armando de Armas (El guardián en la batalla); José Hugo Fernández (Nanas para dormir a los bobos); Osvaldo A. Ramírez (Cierra los ojos y mira); Lilliam Moro (Las reencarnaciones de Mamá Inés); Norge Sánchez (Las caras del miedo); Isbel González (La asamblea) y Verónica Pérez Konina (El niño Iván y yo).

En Cuba: Rolando Ferrer Espinosa (Tinieblas de soledad); Maikel Paneque (No estamos hechos para custodiar la noche); Carlos Esquivel (Cómo acabar con la literatura cubana); Mariela Eulalia Varona (El toque de Midas); Johan Moya Ramis (La puerta roja) y José Alberto Velázquez (Bandera rota).

Rolando Ferrer Espinosa

Resultado final:

Se otorga el Premio de Narrativa ‘Reinado Arenas’ 2017, en el exilio, a El guardián en la batalla y Nanas para dormir a los bobos, de los escritores y periodistas Armando de Armas y José Hugo Fernández respectivamente; y en Cuba, a Tinieblas de soledad, del abogado y periodista Rolando Ferrer Espinosa.

Además, el jurado decidió otorgar una mención especial al libro Cierra los ojos y mira, de Osvaldo Ramírez.

Y para que así conste, firman la presente los escritores y críticos integrantes del jurado de esta convocatoria:

Ángel Santiesteban, Luis Leonel León y Manuel Gayol Mecías

Un vuelo contra el miedo

 

Ángel Santiesteban-Prats, escritor cubano que cumplió prisión por oponerse al régimen de la Habana, obtuvo el Premio de Narrativa Reinaldo Arenas, en 2016, por su libro El regreso de Mambrú. El certamen, que convocan el Club de Escritores Independientes de Cuba y la editorial Neo Club Ediciones en Miami, busca promover a autores cubanos residentes en la isla. El libro premiado es un compendio de relatos cuyo tema central es el retorno de los soldados cubanos que participaron en las guerras de África.

Santiesteban (La Habana, 1966) es uno de los escritores más prolíficos y premiados de su generación. Sur: latitud 13 (Cuba, 2005), Dichosos los que lloran (Premio Casa de las Américas, Cuba, 2006), Suerte que tienen algunos y otros cuentos (España, 2012), El verano en que Dios dormía (premio Internacional Franz Kafka de Novelas de Gaveta, República Checa, 2013) son algunas de sus obras. Por su trayectoria acaba de ser nombrado miembro del PEN de escritores en Suecia.

Luis Leonel León: ¿Para usted, que nació en la revolución, cómo ha sido escribir en su doble prisión: Cuba y sus calabozos?

Ángel Santiesteban: A los que nacimos en la Revolución, nos mantuvieron los sueños en cautiverio. Solo que parecía normal aquel estatus de ciudadano-prisionero, como es natural en los regímenes totalitarios. A través de lecturas fuimos emplumando y construyendo nuestras propias alas y aprendimos a volar. Probar la libertad es una sensación que cuando se experimenta es imposible abandonar. Ya no interesan los peligros por repetir esos vuelos. Nacimos presos, pero al emprender un oficio peligroso para las dictaduras, como es el del escritor, se corre el riesgo de ir a prisión. Y lo asumimos al entender que es parte de nuestras vidas, de la esencia de esclavos con la que surgimos y nos educaron. Contra ese miedo que nos enterraron en las entrañas para que no reaccionáramos y permaneciéramos en silencio, los escritores cubanos, como los chinos y coreanos del Norte y otros regímenes totalitarios, estamos preparados para escribir bajo cualquier condición, aunque sean las más extremas que amenacen nuestras vidas.

Para leer la entrevista completa, clic aquí:

https://www.diariolasamericas.com/cultura/angel-santiesteban-prats-mis-libros-reflejan-miedos-pesares-y-contradicciones-n3856747

Reprimen al director ejecutivo del ICLEP

ICLEP- El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) condena la decisión del régimen cubano de no permitir la salida de Cuba al Director Ejecutivo del ICLEP, Raúl Velázquez, quien está invitado por la Universidad EAFIT, de Medellín en Colombia, a participar en una pasantía sobre periodismo de investigación.

“Me sacaron de la fila cuando intentaba chequear mi boleto y me condujeron a una oficina para informarme que a pesar de que no existe ninguna regulación contra mi persona, sí tengo una prohibición de salida del país” explicó el periodista y argumentó: “La oficial aduanera me aseguró que la aduana no tiene nada que ver con la prohibición de salida del país y que además en la oficina de emigración de mi municipio no sale reflejada ninguna restricción contra mi persona”.

La oficial de la aduana no dio más argumentos al periodista y lo envío a la oficina de atención a la población del Ministerio del Interior (MINIT) en La Habana, por si quería hacer alguna reclamación.

“La prohibición de salida del país a un periodista que intenta superarse profesionalmente es un método represivo del régimen cubano. Es una forma de venganza contra el Director Ejecutivo del ICLEP, que lidera la única red de periodismo ciudadano existente en Cuba con gran impacto dentro de la población. Es una muestra más de lo mucho que le preocupa al régimen de La Habana el trabajo periodístico que realizamos dentro de Cuba”, aseguró Normando Hernández, Director General del ICLEP.

El periodista estaría en Medellín desde el 24 de septiembre hasta el 21 de octubre en un programa de estudios donde incluso haría una pasantía en un medio de prensa profesional en Medellín. La pasantía está patrocinado por un consorcio entre la Universidad EAFIT y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ por sus siglas en inglés).

https://iclep.org/

El arte como propaganda gubernamental

 

En general, el artista cubano o bien vive y trabaja dentro de Cuba, o está exiliado, aunque en este segundo caso haya artistas que utilicen ciertos subterfugios, por diferentes causas de índole ideológica o familiar, para no enfrentarse al gobierno cubano. Pero también puede suceder que incluso en el caso de que algunos creadores de hecho estén exiliados, no hayan encontrado ninguna corriente política del exilio con la que identificarse y así manifestar su oposición a la tiranía.

Waldo Díaz-Balart

Creo que debemos llegar a un acuerdo en cuanto al significado último de esa realidad que conocemos como libertad. A ese fin, siempre que la utilizo como referente, aludo a la definición de Erich Fromm, que me parece no solamente adecuada, sino que expresa mi sentir: “La libertad es la condición necesaria tanto para la felicidad como para la virtud: la libertad no en la aptitud para hacer elecciones arbitrarias ni tampoco el estar libre de necesidades, sino la libertad para darse cuenta de lo que uno es potencialmente para dar pleno cumplimiento a la verdadera naturaleza del ser humano de acuerdo con las leyes de la existencia; es la aptitud de preservar la propia integridad contra el poder”.

En el actual paradigma sensible y global en el que estamos inmersos, el artista que trabaja en países con gobiernos libres y democráticos ejerce en calidad de profesional independiente y como tal tiene una función en la sociedad, la que materializa a través de su obra, que se ha convertido en un bien de consumo. Según la clasificación sobre las diferentes formas de afrontar el fenómeno social llamado arte, este bien de consumo que se denomina obra de arte debe de estar incluido dentro de una de estas cuatro categorías:

1.- el Arte como decoración,
2.- como testimonio de la coyuntura social,
3.- como denuncia y protesta social y
4.- como sendero o camino del conocimiento

No es así en el caso de aquellos artistas que trabajan con la dependencia financiera o moral del gobierno cubano, residan dentro o fuera de Cuba, en un exilio aparente y en muchos casos no admitido por el propio artista. Éstos se engloban dentro de otra característica que no he considerado porque no entran dentro de los parámetros del perfil de artistas que trabajan en países democráticos y libres, y es que su obra es un bien de propaganda del gobierno, con la consecuente dependencia del individuo a los dictámenes y directrices del régimen, dentro de un código de ética autoritario y represivo.

Fragmento de la ponencia ‘El compromiso ético del artista cubano’, que el pintor Waldo Díaz-Balart ofreciera en el III Congreso “Con Cuba en la distancia” en la Universidad de Cádiz (2004). El texto completo aparecerá en el número 8 de la revista Puente de Letras.

Una polémica como un huracán estacionario

Escritores en Santa Clara
El siguiente artículo del escritor Luis Pérez de Castro responde al debate generado a partir de la publicación en la página digital Cubaencuentro, con fecha 04/05/2017, del texto La Editorial Capiro y el ‘control obrero’, de José Gabriel Barrenechea. En dicho debate participaron varios intelectuales de Santa Clara, ciudad del centro de Cuba donde el entramado literario, y creativo, no es precisamente menor. Este texto de Pérez de Castro será publicado en el número 8 de la revista Puente de Letras, en cuyo número 7 aparece la polémica, completa, que le dio origen. Para leer dicho debate gratuitamente, el lector puede bajar el PDF que insertamos al final de esta entrada, o entrar a Calameo dando clic aquí: https://en.calameo.com/books/0046296458b769e503b7f

Una polémica como un huracán estacionario

Transcurrían los primeros días del mes de mayo de 2017. La ciudad de Santa Clara permanecía agitada, con el deambular perenne de sus habitantes en busca de la cotidianidad. No la que nos mata, sino la que nos hace existir, atarnos a este pedacito de tierra/isla que amamos: al trabajo –quien ha logrado atesorarlo–, al mercado o, en buen argot popular, a la lucha por una subsistencia según la prescriben las Sagradas Escrituras.

Todo transcurría dentro de los parámetros de una tranquilidad que podríamos llamar normal hasta que al amanecer del jueves 4, sentado frente a mi ordenador, pude ver una carpeta que decía: Polémicas. Como buen depredador de cuanta lectura me pueda aportar conocimientos, abrí la carpeta y leí. Realmente me resultó interesante el debate que se iba gestando entre un grupo de intelectuales encabezados por José Gabriel Barrenechea con su trabajo La Editorial Capiro y el ‘control obrero’. Después, como es de esperar en estos casos, se desató el temporal y lo que comenzó como una pequeña tempestad terminó siendo un huracán de gran intensidad cuyo epicentro, como también era de esperar teniendo en cuenta la experiencia acumulada dentro del gremio literario, se estacionó sobre los defectos y/o deficiencias de personas naturales, no sobre el proceso que afecta a todos por igual, desvirtuando así el objetivo esencial a debatir.

Estas querellas, tan antiguas como el hombre y que me remiten a aquellas guerras intestinales escenificadas por Severo Bernal Ruiz, Emilio Ballagas, Virgilio Piñera y hasta el propio Nicolás Guillén entre las décadas del 30 y 40, por sólo citar algunos de nuestros antecesores que gustaban de ellas, pocas veces aportan al espíritu humano por su poca objetividad y, aunque sí llevan las ojivas recargadas de la pólvora necesaria para poner en vilo el proceso que se enjuicia, no pasan de ser disputas entre niños a quienes se les ha negado el derecho a su juguete favorito.

No es mi intención desacreditar a unos ni a otros, pues a cada uno, desde su punto de vista, le asisten sus razones y las respeto. Tampoco niego que, en un principio, la polémica me llamó la atención por el enfoque sociológico y la manera audaz con que se comenzó a tratar el tema de los grupos alrededor de la Editorial Capiro desde su fecha fundacional y la censura, que no por llevado y traído desde los oscuros años setenta deja de ser actual, y lo sé porque cada día sufro en carne propia la mordida de ese dardo venenoso. Pero más que interesante, se podría decir aportador si los debates hubiesen mantenido la seriedad que se requiere en estos momentos, donde lo esencial consiste en unir a través del diálogo constructivo y que tal unión nos sirva para el ejercicio de una crítica seria y objetiva en beneficio de todos (fundamentalmente –en mi opinión muy particular– para esa gigantesca institución a la que nos debemos: la cultura). Pasados los días, el tono de los debates aumentó y aumentó y… los mismos perdieron no solo el interés que pudieron tener en sus inicios: también laceraron cuanto de mortal aprisiona este aferrado capricho de creer en el mejoramiento humano. Y me asaltó la duda:

¿Qué es el hombre? ¿Qué es la cultura?

Descifrando las interrogantes, respondo la primera en la medida de mis propios criterios y posibilidades. La existencia no se reduce al habitante de un lugar dado, sino a los países, localidades y extensiones donde el hombre sea capaz de crear su hábitat en comunión con la naturaleza, pues la existencia habita en el tiempo. El hombre es protagonista de una pieza que se llama historia, o existencia histórica, y se vuelve realidad cuando es artífice de su causa, no importa el grado que alcance, si científico, obrero, campesino o creador: sólo es realidad cuando se convierte en un verdadero descubridor de la verdad y la comparte sin un ápice de egoísmo. El hombre alcanza el grado más alto en el instante que su propia vida y actividad se convierten en símbolos. He aquí la culminación de un razonamiento teniendo en cuenta la particularidad histórica y el ideal histórico, expresado en el Antiguo Testamento y profundizado en el Nuevo Testamento.

La segunda interrogante me trae a la memoria un pasaje de Voltaire, cuando decía: “Todas las costumbres han cambiado. ¿Por qué no hemos de cambiar todas las desfachateces heredadas de los godos y los vándalos?” Dentro de la cultura esas costumbres se manifiestan a través del modo de expresarse, encarar los acontecimientos y solucionarlos en la medida de la capacidad de quienes participan en los conflictos. Teniendo en cuenta el conflicto al que me refiero, la polémica, así como a los participantes, intelectuales, el arma utilizada por estos fue la palabra, esta vez escrita. Entonces, ¿cómo definir el concepto de cultura cuando no fueron capaces de mantener un diálogo constructivo y unificador? En mi criterio, la literatura debe destilar una filosofía de esperanza y afirmar, como una norma ética, el valor personal en aras del bien y el mejoramiento de los demás. Quiero decir que la sabiduría y la moral de la literatura estriban en una sola cosa: escribir la verdad; no la verdad abstracta e individual, sino la que pueda abarcar a todos, como nos han enseñado las obras clásicas, lección que hoy es necesario recordar. Debemos tener en cuenta que mucha verdad no ha sido contada, mientras generaciones dejan de existir llevándose con ellas aquello que ya nadie podrá relatar. La literatura sólo puede respaldarse con esa verdad que no tema a nada. Siempre es bueno decirla, incluso desde el punto de vista puramente pragmático: la mentira, el oportunismo, el doble discurso, nunca han podido educar a nadie.

Pienso que ha llegado la hora de que dejemos de evadir la comprensión del carácter antihumano y anticultural de esas polémicas que nada aportan y que, incluso, cuestan muchos tormentos a uno o a varios hombres en el aspecto psicológico. Hoy, una de las obligaciones principales del escritor radica en entonar el toque a la unidad y no a degüello, con un discurso transparente, despojado de toda mediocridad o ambición personal. La literatura debe supeditarse a la tónica de la historia, a la que construimos día tras día a pesar de los pesares económicos, de la manía del número contable y otras miserias que se abren paso y se van imponiendo de manera desmesurada, pues lo moral no es aquello que por una u otra razón hoy nos parece útil, sino que es útil únicamente lo moral. El canto al heroísmo caballeresco y a lo épico impasible es ya lo pretérito y poco concuerda con la realidad del cubano y los preceptos que defendemos ante la proliferación de tanto desarraigo en todos los aspectos de la vida. Lo demás es pura minucia o, como decía Dostoievski, “inutilidad inútil”.

Quiero, no obstante, y para estar a tono en todo lo dicho, definir mi concepto, muy personal, de cultura: Es la forma de existencia en constante cambio. Permite al hombre ir transformándose fructíferamente a lo largo de los siglos, acumular costumbres, hábitos y, con ellos, la cosecha de distintos resultados y logros vitales. Es la coexistencia bajo una misma doctrina fundamentada por un sentimiento de unidad y pertenencia –sin importar si vives dentro de la isla o allende los mares–, alejada de todo desenfreno y con una alta intuición de lo artístico, de lo verdaderamente novedoso: con una amplia proyección hacia el futuro.

Defendamos lo auténtico en el hombre, su existencia y capacidad para engendrar de modo natural la cultura, elevándola por encima de mezquinas opresiones o postulados honoríficos.

Gabriel, Yamil, Otilio, Vilches, Mario Félix, amigos muy queridos todos:

¿Qué será de nosotros si, conscientes o no, nos despojan de la libertad de decir?

¿Si mañana, o cualquier otro día, dentro de este gran sarcófago que llamamos patria, nos prohíben abrazarnos bajo el primer rayo de sol?

Les digo: Las políticas son como las fronteras, sólo sirven para dividir a los hombres, y no hay nada que se le parezca más que esas polémicas sin un rasgo de objetividad.

Por eso, y retomando el estudio de Paul Valery sobre Los principios de anarquía pura aplicada, donde dice “Toda política se reduce a esto: quien tiene la fuerza, o se supone que la tiene, puede hacer lo que quiera”, les pido: unámonos todos –los de allá y los de aquí– bajo un mismo signo, bajo una única manera de decir, de hacer.

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Puente de Letras No. 7: El PDF

Puente de Letras No. 7

 

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Puente de Letras, séptimo número

Ya está en circulación el séptimo número de la revista de arte y literatura Puente de Letras, que en esta edición incluye un Dossier dedicado al poeta recientemente fallecido Rogelio Fabio Hurtado. El también periodista independiente “se mantuvo contra viento y marea creando una literatura libre que se abre paso en el público lector”, apunta la revista.

«De sus 71 años, casi 50 los dedicó Rogelio Fabio Hurtado al oficio poético y unos pocos menos al periodismo. En junio pasado falleció en La Habana a consecuencia de complicaciones pulmonares», escribe en el Dossier el escritor y periodista Luis Cino.

Este número será presentado próximamente en La Habana y Miami tanto en papel como digitalmente. Reúne textos de Adrián Morales, Elizabeth Reinosa, Clara Maylín Castillo, José Gabriel Barrenechea, Jorge Labañino Legrá, Jorge Olivera, Juan González Febles, Luis Cino, Luis Leonel León, Luis Pérez de Castro, Mario Félix Lleonart, Otilio Carvajal, Rafael Vilches, Rafael José Rodríguez, Ramón Fernández Larrea, Roberto Quiñones Haces, Rogelio Fabio Hurtado, Rubiel Alejandro Labarta, Víctor Manuel Domínguez y Yusimí Rodríguez.

La publicación cuenta con secciones de crítica literaria y ensayo, y espacios para la poesía y la narrativa, entre otros. En este número aparece por primera vez la sección La Polémica con el debate generado a partir del texto La Editorial Capiro y el ‘control obrero’, de José Gabriel Barrenechea. En dicho debate participaron varios intelectuales de Santa Clara, ciudad del centro de Cuba donde el entramado literario, y creativo, no es precisamente menor. Una polémica seguramente enriquecedora que, más allá de roces o alusiones personales, coloca a la literatura cubana, y en consecuencia a sus protagonistas, frente a un espejo.

Para leer gratuitamente la revista, clic aquí: https://en.calameo.com/books/0046296458b769e503b7f

Lo último para conectarse en Cuba: Apretaste

Después de mucho de trabajo, los desarrolladores de Apretaste (apretaste.com) finalmente están listos para lanzar la App de Apretaste, una herramienta tecnológica de distribución gratuita que puede cambiar la manera en que se navega la internet dentro de Cuba.

La app de Apretaste brinda acceso a la internet en Cuba por correo electrónico. La app se instala en cualquier teléfono Android, pide que el usuario inserte las credenciales del correo Nauta, y le permite revisar más de cuarenta servicios extremadamente populares, entre ellos: redes sociales, noticias, navegación web, educación en línea, búsqueda de amor y amistad, entretenimiento y mucho más.

La app usa el correo electrónico para enviar y recibir información. Por cada petición que el usuario realiza, la app envía un email a nuestro servidor, el cual devolverá a la app otro email con la información pedida. Los correos son comprimidos y encriptados, lo cual mantiene la data del usuario privada y le ahorra el saldo en su teléfono. Las respuestas llegan en un promedio de treinta segundos. Esta app permitirá a los Cubanos navegar con facilidad y rapidez desde la comodidad de su casa, y al mejor costo por megabyte del mercado.

Una vez que la app se instala en el teléfono, y se inserta el correo Nauta, la pantalla principal mostrará la lista de servicios como íconos (parecido a como trabaja el escritorio de Windows), y con solo presionar un ícono se ejecutará el servicio en escogido. La app permite a los usuarios crear su perfil online para luego chatear con personas fuera y dentro de Cuba y buscar amor o amistad. Usando la app cada usuario gana créditos, los cuales se pueden canjear por tickets para una rifa mensual, o comprar teléfonos, tablets y memorias flash en la tienda online.

La app viene integrada a un sistema de soporte en línea, que permite a los usuarios preguntar dudas o hacer sugerencias directamente a al equipo de atención al cliente de Apretaste, el cual responderá en menos de 72 horas.

Apretaste sirve a miles de usuarios en la isla cada día. Con esta app se facilita el acceso a los usuarios actuales, y se espera ampliar el servicio a los cubanos con menos nociones de tecnología. Usar esta app es fácil y entretenido, y es posible que se propague entre muchos más cubanos y permita a la compañía crecer exponencialmente. Hasta ahora la app ha sido probada con un grupo selecto de usuarios y todos la han recibido positivamente y realizado comentarios halagadores.

La esperanza de los desarrolladores es que esta app represente una manera de influir y motivar más personas a usar Apretaste, y con más frecuencia. El acceso a internet mejora sustancialmente la vida de las personas, y esta app puede ayudar al cubano de a pie a sentirse parte de la internet: el gran avance de nuestro siglo y que actualmente solo una minoría disfruta en Cuba.

Por último, ¿Como descargar la app? Si vives fuera de Cuba, y quieres descargar la app para mandarsela a tu familia o amigos, puedes obtenerla visitando apretaste.com. Si vives en Cuba puedes escribir a [email protected], y recibirás un email con instrucciones de como descargar la app por correo electrónico o desde un punto WiFi.

Apretaste conecta a miles de cubanos a la internet cada mes. La compañía se enfoca en los medios y las tecnologías que están a la mano de la gran mayoría de la población en Cuba para maximizar impacto. Brindan servicios desde el 2012 y están ubicados en Miami, FL.

Para descargar imágenes en alta resolución y el logo de Apretaste, visite el siguiente link:

https://drive.google.com/drive/folders/0B8BgVCFpPBzRbzBiUXZhNnF1WGs

Prohíben exposición de Francis Sánchez en Cuba

Una exposición de poesía visual del escritor y editor Francis Sánchez, premio de poesía Dulce María Loynaz 2016 (independiente), fue prohibida en Cuba este mes de agosto, en lo que supone una continuidad de las políticas de represión y chantaje emocional que el Estado comunista aplica contra los creadores cubanos desde 1959.

«Estaría para mí de más agregar que no soy súbdito en el feudo de ningún funcionario o mandamás vitalicio, así que no espero explicaciones que no me hacen falta ni tampoco un permiso para existir y expresarme», apuntó el poeta censurado. A continuación el texto divulgado por Sánchez tras conocer oficialmente la prohibición:

Prohíben mi exposición de poesía visual

Tenía la aprobación del Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Ciego de Ávila y se realizaría en la galería Raúl Martínez, del mismo Consejo. Yo había entregado la carpeta de obras, los archivos digitales, hacía mucho tiempo, exactamente el 26 de abril de este año. El Director del Consejo, el artista Bárbaro Toranzo, personalmente me había transmitido la aprobación de los especialistas, ya había un curador asignado a la muestra, y hablamos de posibles fechas inmediatas. Con ellos había valorado incluso, facilitándoles su trabajo, cambiar el título original de la expo: “Desechos humanos”. Luego, publiqué en mi blog un anuncio de que pronto quedaría inaugurada.

Pero entonces —según el Director del mencionado Consejo— intervino el Director Provincial de Cultura, Virginio Menéndez Moro, quien pidió que le llevaran las obras a su oficina para valorarlas. Desde entonces, cada vez que yo acudía al Consejo ubicado en el bulevar avileño, obtenía respuestas de este tipo: “Aún no hay respuesta”, “dice que están esperando por alguien más”, “dice que todavía no hay una decisión”, “yo no sé qué pasa, porque nosotros lo vemos todo bien”. En un momento Bárbaro hasta creyó sentir un matiz positivo en un comentario del Director o de su secretaria y me pidió que imprimiera las obras de acuerdo con los formatos acordados, para montar todo en menos de una semana, pero le previne que una inversión tan cara yo prefería no hacerla sin antes tener una fecha comprometida. Ya un importante intelectual cubano había escrito las palabras del catálogo, que también yo había entregado a la institución. Hasta que, finalmente, he recibido la confirmación de que mi exposición nunca será permitida. El Director del Consejo me lo comunica visiblemente contrariado, y yo creo en parte de su angustia, pues se parece a la mía y a la de muchos.

Me he limitado a narrar sucintamente. Desde que entregué mis obras y hasta lo que va de agosto, han pasado más de cien días. Claro, de yo seguir haciéndome el despistado, quizás el proceso de censura se habría prolongado otras 500 noches. Siento el deber de hacer público este hecho. Con el proyecto de mi exposición obtuve este año el premio de una beca de la embajada de Noruega. Estaría para mí de más agregar que no soy súbdito en el feudo de ningún funcionario o mandamás vitalicio, así que no espero explicaciones que no me hacen falta ni tampoco un permiso para existir y expresarme. Actualmente solo busco en mi mente alguna alternativa al despotismo de allá afuera, que en definitiva mi vida no ha sido otro desafío, y me trato de imaginar algún espacio libre como una grieta donde exponer en el futuro mis poemas visuales. Sólo a Dios le pido: fuerza y fe, para mí y mi familia.

Francis Sánchez
Ciego de Ávila, Cuba, 12 de agosto de 2017.

https://www.arbolinvertido.com/secciones/noticias-cultura/prohiben-mi-exposicion-de-poesia-visual

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