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Los aedos de Facebook

No todo está perdido. Ni siquiera en Facebook. Levanta el ánimo observar el rebrote poético que tiene lugar por estos días en algunos espacios de las redes sociales frecuentadas por cubanos. No es que sorprenda demasiado, pues ya conocemos que Internet y las modernas tecnologías han propiciado un singular escenario para el reconocimiento e intercambio entre poetas. Se trata de un fenómeno que ya muestra alcance mundial, con defensores incondicionales y aferrados detractores, con los riesgos propios de toda nueva experiencia, pero también con el enriquecedor desafío que entraña para la poesía como género, al igual que para sus cultivadores y multitudes lectoras.

Lo que tal vez tipifica nuestro caso, creo yo, es que a diferencia de lo que está ocurriendo en otros ámbitos, muchos poetas cubanos no parecen acudir a Facebook en busca de un medio de divulgación con lectores poco exigentes y más proclives al ligero entretenimiento que a la valoración estética. Tampoco he notado que lo hagan para evadir el rigor que demanda la publicación de un libro impreso. Ni que se hayan propuesto sustituir el libro de papel con el espacio virtual, como sucede en otras plataformas.

De hecho, no son pocos los poetas nuestros con una obra sólida y con posibilidades de editar libros que hoy exponen sus versos a la consideración popular en Facebook. Algunos lo hacen espontáneamente, otros responden a las convocatorias de grupos, blogs o nuevos canales, como el que recién inaugurara el poeta Juan Carlos Recio, un espacio para leer y escuchar buena poesía, ajeno a las proyecciones elitistas y a cualquier otro interés que no sea la sana confraternización entre poetas y entre ellos y sus lectores (ver video al final de este texto).

La presencia de esa poesía madura o bien elaborada puede resultar decisiva para la buena salud del fenómeno en nuestro caso. Por cuatro razones fundamentales, sobre todo:

1-Sirve de modelo, a la vez que pone la pica en Flandes, para los poetas menos rigurosos o menos experimentados. 2- Crea un antecedente que nos aleja de la antinomia entre el poema hablado y el escrito, eludiendo un divorcio que, por más absurdo que parezca, ahora mismo está siendo estimulado por muchos a nivel internacional. 3- El espacio puede ser ideal para el acercamiento y la retroalimentación entre poetas y lectores de la Isla con los del exterior, dada la particular ductilidad del medio. 4- Es una tendencia en alza que podría ayudar al saneamiento de las redes que frecuentan los cubanos (de Facebook particularmente), ocupando para bien alguna porción de los espacios que han llenado y aún llenan la maledicencia o el chisme barato, la propagación de ideas fundamentalistas, la excesiva frivolidad, la controversia estéril, la manipulación politiquera o patriotera… Desde luego que esas taras no van a desaparecer de las redes sociales, porque es ahí donde encuentran su caldo de cultivo, pero al menos tendrían que compartir el espacio con otras expresiones más agradables y bienhechoras.

Desde Homero hasta hoy, la poesía ha exhibido (mejor quizá que ningún otro género literario y artístico) una imperturbable resistencia ante cualquier intento por apresarla dentro de soportes o marcos o predios exclusivistas y reductores. Si no existieran otras razones, ésta solamente bastaría para no asumir con alarma su actual deriva hacia las redes sociales y el consecuente auge que allí está alcanzando, sin el menor perjuicio para el libro escrito y sin menoscabo para su historia, gran monumento de la civilización humana.   

La Eneida, de Virgilio, como antes la épica grecolatina y homérica, o como después el aire de renovación que insuflara Francois Villon a viejos motivos poéticos heredados por la cultura medieval (entre tantos otros ejemplos ilustres), nacieron de la oralidad y de la exploración artística. De igual manera que en este mismo minuto nacen y se están consagrando sabe Dios cuántas nuevas creaciones cuyos autores nos recuerdan en alguna medida a los aedos -aquellos líricos andarines de la antigua Grecia-, pues no han tenido a menos, sino a más, ponerse a prueba a través del contacto vivo con el público.

Obviamente, estos autores saben que la validez y la trascendencia de sus obras no dependen del medio que las propague, sino del celo, el talento y la responsabilidad con que ellos las aborden, unido al entusiasmo y al buen juicio con que las reciban sus lectores.

‘Irene y Teresa’, la novela como suspiro

Félix Luis Viera

 

Novela breve con un aire de castidad mental e inocencia que encanta, aunque haya frecuentes y fogosos encuentros sexuales. Paradoja, pues. Tal fue mi primera apreciación de Irene y Teresa, obra que conocí antes de su publicación. Es  una de esas novelas que se leen como un suspiro: nada más comienza uno a leerla cuando ya la está terminando. El tema es el eterno e invariable de Félix Luis Viera: las mujeres. (Soy consciente de que estoy mintiendo por exageración: bien sé que FLV tiene otros temas que se asoman por lo menos en Un ciervo herido y otras novelas en las que las temáticas son menos íntimas, más colectivas, incluso cercanas a la denuncia, pero siempre con un innegable don narrativo y con un pícaro lenguaje cubano). Las mujeres son el tema por excelencia de Félix, un tema al que soy tan aficionado como al tema del amor. Con la diferencia de que Félix es o parece ser menos espiritual y por lo tanto más carnal —parece, solo parece—, aunque en no pocas ocasiones en medio de las batallas eróticas de las novelas de Félix, surja su filosofía sobre el amor (si es que en realidad exista algo que sea tal ¿sentimiento? ¿pasión? ¿enfermedad? ¿debilidad?)

Así comienza la parte dedicada a Irene: 

Irene y yo trabajamos juntos hace tiempo. Es decir, en la misma oficina. Únicamente ella y yo en una de las varias oficinas de esta factoría de muebles. La tarde que cuento Irene exclamó retrepándose en su silla —su escritorio se halla frente por frente al mío—, mirándome: —Ay, qué calor hace—, y vi algo así como par de cintas candentes que me llegaron, raudas, desde sus ojos a los míos. Calor hacía; era verano en esta isla en la que aun cuando es invierno es verano. Aunque tal vez se sentía un poquito más esa tarde que en las anteriores recientes.

En ese primer fragmento encontramos uno de los leitmotivs recurrentes de la novela: miradas de mujeres que se clavan en los ojos del hombre que irremediablemente caerá en las redes de esa mujer-araña.

Y aquí tenemos un fragmento dedicado a Teresa:

Siempre he realizado el sexo bien como un deber o bien  por necesidad; nunca por deseos. Teresa es muy agresiva en el acoplamiento. Ahora así ha sido; luego de besarnos hasta el ardor en los labios. Ella penetrada debajo de mí, de pronto, como otras veces, se ha escabullido y trepado con sus nalgas apoyadas en la base de mis muslos; mi pene hasta el fondo. La dejo hacer. Cuando ella toma esta postura, yo, con la cabeza en la almohada, doblada para tener mejor ángulo de visión, la contemplo hasta que eyaculo. Nada más que eso hago. Esta vez no. Estamos rígidos mi pene y yo. No eyaculo. Huelo a Irene. “Hueles a otra mujer, no a mí”, ha repetido Teresa después de su orgasmo tercero o cuarto, cuando aún mi miembro se mantenía rígido, pero ausente. Se sienta en la mecedora a un lado de la cama y solloza. Entonces repasé en la memoria y en efecto: no me había bañado. Había llegado a mi casa y luego de saludar a mis padres y a la señora que los cuida, comí con suma rapidez y salí. Di unas vueltas por el parque cercano, ya de noche, y luego hacia los muelles.

            Resulta que este adicto a las mujeres tiene a más del problema de su adicción a las más bellas obras de la creación, un conflicto familiar: sus padres están muy viejos y nuestro protagonista debe buscar quien los cuide. Y esta circunstancia obliga a que para solucionar el problema nuestro hombre (¿en la Habana? No se sabe) se involucre con otra mujer, Irene, compañera suya de trabajo y esposa de un destacado político; a ella debe servir sexualmente, ya veremos por qué razón —¿se prostituye nuestro protagonista?;  ya lo sabrá quien lea esta novela de solo 101 páginas.

El protagonista es un cubano, cubano prototípico, al que le apasiona involucrarse con mujeres sin medir consecuencias hasta llegar al punto sin retorno de despertarles el demonio del orgasmo y si es posible el multiorgasmo.

Vargas Vila,  el primer best seller latinoamericano, para quien los temas de la mujer, el amor, el placer sexual, son primordiales, escribió: “Ama a la mujer solamente por su carne” y en el caso de Irene y Teresa, nuestro protagonista se mueve en esa delgadísima frontera que separa lo carnal de lo “otro”.  Reprobable o no, eso carece de importancia en la literatura. Clemente de Alejandría dijo refiriéndose a la sexualidad: “No hay que avergonzarse de nombrar aquello que Dios no se avergonzó de crear”,  y en verdad, en ocasiones los personajes masculinos de FLV persiguen precisamente suministrar placer para recibir a cambio placer… u otros  géneros. Una actividad, vale decir,  divertida y peligrosa, pues bien se sabe que quien toca a una mujer, a cualquier mujer, queda marcado.

            Primer encuentro con Teresa:

Teresa paseaba por el Malecón una noche y yo le dije adiós. Adiós es un piropo. Me contestó “adiós” y caminé junto a ella. Hacía mucho calor. Comentamos. Me propuso ir a un sitio muy tranquilo pero muy oscuro “pero no te pases”, dijo. Los muelles. Allí acostumbraba ir con su exesposo en las noches. Él le reveló este lugar. Sentía muchos deseos de volver pero temía hacerlo sola. Y me inspiras confianza, dijo. Yo no traté de besarla en la oscuridad. Ni tocarla. Eran esos días en que hubiera ejercido el sexo por un deber de varón, no por necesidad. Ya en el Malecón aun en la noche había visto que sus ojos eran azules. Azul intenso. Y rutilante.

            El protagonista es básicamente un ser incapaz de resistirse a la tentación; un cazador que tropieza con sus presas, éstas le dan una leve entrada y eso hace que el hombre caiga en el agujero negro que es cada mujer. Dice: “Las mujeres han abusado de mí; de mi bondad, de las largas que les doy; y así se regodean cuando yo decido entrarles a fondo”.

Con Irene el lío se complica: nuestro protagonista ha sido contratado por un esposo para que calme las ansias sexuales de su esposa. Ello con el sano propósito de que la mujer no se descarríe a buscar peligrosas aventuras sexuales.

Nuestro héroe es un tumbalocas: las mujeres sufren desmayos al verlo. Y esa es la perdición de ese hombre que siente que tiene el deber de satisfacer a todas las menesterosas que se le ofrezcan: hay demasiada oferta sexual para un varón de voluntad débil.

                        Así, como de pasada, cuando visita la oficina del egregio esposo de Irene, nos hace saber: “En mi primera visita, la secretaria dejó ir ese brinquito de ojos que se les  viene a ciertas mujeres cuando la presencia de un varón les da un toque”.

            Y sin embargo, nuestro héroe es una especie de ingenuo que necesita lecciones de erotismo. Aquí es donde aparece Julieta Trigo:

Quién sabe por qué tanto de lo más importante o necesario o hermoso o transcendente de una ciudad se encuentra en el sur. Allí en el sur está La Ciencia; que antes fuera un burdel y hoy sitio en el cual exprostitutas imparten clases, en cuanto al accionar sexual de hombre para mujer, a varones apocados o inexpertos o lo que fuere de este tenor.  Mi maestra allí es Julieta Trigo; según viaja de boca a oído por un punto cardinal y otro de la ciudad, la más experta. Las ocho primeras clases son teóricas y las ocho siguientes combinan la teoría con la práctica para cada acápite. La tarifa es alta; cada clase de tres horas; el programa establece par de encuentros semanales; asisto de una a cuatro de la tarde.

Queda en esta apresurada nota planteado el conflicto: tres mujeres o más, todas como centros de gravedad de ese planeta enloquecido que es nuestro protagonista,  que no sólo siente el deber de satisfacerlas sino que debe ocuparse de otros problemas menos carnales: trabajar en lo que pueda y ocuparse de sus padres ancianos.

Como ocurre con otras creaciones de FLV, Irene y Teresa se lee con mezcla de alegría, pena, emoción —sumado el llamado a nuestra reflexión— y nos ofrece una picaresca contemporánea muy particular que se deja leer o más bien obliga a leer con aliento contenido de principio a fin.

   Se las propongo.

https://descabezadero.blogspot.com

Pupito en Sy, ya en la calle

Cartel de Annelys Casanova por la liberación de los raperos Maykell Osorbo y Pupito en Sy

Tras varios meses de cárcel, el rapero cubano Lázaro Leonardo Rodríguez (Pupito en Sy) fue liberado este jueves en La Habana.

Activista de la campaña contra el Decreto 349, que criminaliza la independencia creativa en Cuba, la policía política lo había acusado de “atentado y cohecho” tras detenerlo y golpearlo en la vía pública. Pero el proceso judicial nunca prosperó.

«Estoy llegando… la aldea regresa a su casa después de un secuestro de 9 meses… fuegooo… yo mismo escribo, los amo a todos los que me apoyaron” dijo el rapero en varios posts difundidos en las redes sociales.

En la cárcel, durante nueve meses, sufrió presiones, amenazas, intentos de chantaje y castigos para que depusiera su actitud, y llegó a coserse la boca. 

Entre los días 4 y 16 de julio de 2019, “Pupito estuvo en celda de castigo por negarse a vestir ropa de preso y por exigir su libertad”, informó el Club de Escritores y Artistas de Cuba en esta página.

El rapero fue arrestado el 12 de noviembre del 2018 tras un episodio violento de la policía cubana que fue colgado en Youtube.

Poetas armados rumbo al futuro

 

El poeta español Gabriel Celaya se fue a la tumba creyendo que la “poesía es un arma cargada de futuro”. De esta manera acuñaba una verdad irrebatible, que quedaría para la posteridad, en uno de los textos de su libro Cantos íberos, publicado en 1955.

En sus trajines poéticos, que comenzaron en la segunda mitad de los años 40 del siglo XX, hasta las postrimerías de los 80, comprendió la esencialidad del poema, independientemente de las formas y el estilo.

Creía en la posibilidad de transformar el mundo con la fuerza del verso y a eso se dedicó a lo largo de su existencia, marcada por el compromiso social y la producción de una abundante obra literaria.   

Fue un fiel exponente de la poesía comprometida. Rehuía la estética elitista. Prefirió el lenguaje sencillo en prosa, despojado de florituras, pero sin perder la capacidad de alcanzar memorables combinaciones retóricas.

Más acá en el tiempo y desde la mayor isla del Caribe insular, me asomo por los entretelones de una cotidianeidad cruzada por el dolor, la escasez y los miedos, para leer unos poemas abiertos a la comprensión inmediata, gracias al abandono de las afectaciones discursivas, el tono de denuncia, la calidad tropológica y la cercanía a la tragedia que se cierne sobre las cabezas de varias generaciones.

Estos poetas, nacidos en Cuba, no son epígonos de Celaya. Sin embargo, también les apasiona retratar la realidad que duele, la esperanza hecha jirones, las calamidades esparcidas por los vecindarios, todo por causa de la política ejercida por un partido experto en multiplicar las ruinas, la doble moral, las prisiones y las promesas de un futuro mejor. 

En los textos poéticos de Ariel Maceo, Abu Dujanah y Javier Moreno se siente el pulso de las agonías, pueden palparse las estropeadas superficies de las ilusiones, es posible sentir el olor de los basurales que rodean la ciudad y el tufo del alcohol barato utilizado para mitigar las penas.

Esa poesía, sórdida e irreverente, devela las peripecias del proletariado para sobrevivir entre consignas y racionamientos.

Lo grotesco y lo escatológico es una añadidura que ayuda a comprender las dimensiones de una involución cultural que aún no ha llegado a su destino final. El proceso se mantiene en marcha y apenas sin pausas que sugieran la probabilidad de un gradual retorno a la sensatez.

Agrupados en el proyecto Demóngeles, fundado en el 2006, reprimido y diezmado años más tarde por sus posiciones contestatarias, y relanzado en 2017, estos exponentes de la literatura al margen de las instituciones oficiales están decididos a continuar auscultando las zonas del desastre, cada vez más amplias y sin solución a la vista.

Puedo advertir, sin temor a equivocarme, que su poesía nunca será complaciente ni escurridiza. El compromiso de los artistas y literatos nucleados en esta iniciativa es hacer su trabajo al margen de las coyundas institucionales.

A pesar de estar constantemente bajo presión de la policía, saben que la libertad creativa exige sacrificios dentro de la órbita de una dictadura de corte totalitario.

Están conscientes que trabajan en un escenario de guerra, pero parafraseando a Celaya cuentan con un arma cargada de futuro. Entonces, no hay miedo.     

         Texto del Dossier sobre el grupo Demóngeles perteneciente al décimo tercer número de la revista Puente de Letras             

Una unión excepcional

“La unión de trabajo del Movimiento San Isidro y el grupo Demóngeles, anunciada este mes de agosto de 2019 desde La Habana, constituye sin duda una noticia alentadora, de esas que potencian esperanza, sobre todo porque proviene de, y se incuba en, un medio hostil por partida doble (con lo cual resulta doblemente excepcional): proviene de, y se incuba en, una Cuba en dictadura donde la represión se estructura como un mecanismo de relojería suizo, por una parte, y por la otra de un entorno sociocultural que, como el cubano en general, descree del trabajo en equipo y suele desbaratar con fruición toda clase de alianzas”. Armando Añel en carta a Adán Siro

“El grupo Demóngeles y el Movimiento San Isidro unidos en una sola fuerza cultural-artística-política contra el régimen totalitario imperante en Cuba. Estamos conectados por Cuba libre”.  Luis Manuel Otero Alcántara en Lokgram

“El poeta y narrador Luis Dener Hernández, fundador de Demóngeles, destaca que la vinculación de este grupo con el Movimiento San Isidro ocurrió desde un inicio, y que esta alianza ‘es un proceso natural en la forja de proyectos comunes para aumentar la capacidad de trabajo’, aunque estos últimos, ‘por obvias razones, no pueden divulgarse’. De esta forma unen fuerzas un movimiento joven, el de San Isidro, y uno con más experiencia, Demóngeles, que nació el 19 de mayo de 2006 con el objetivo fundamental de incidir sobre la realidad social y transformarla». Waldo Fernández Cuenca en Diario de Cuba

Nota incluida en el décimo tercer número de la revista Puente de Letras

Huelga de hambre, campaña #Ni1ReguladoMás: El Instituto Patmos actualiza su lista

El director de la agencia independiente de noticias “Santa Clara Visión” y activista religioso, Guillermo del Sol Pérez, se ha declarado en huelga de hambre a nombre de todos los ilegalmente “regulados en Cuba”, muchos de ellos escritores, artistas o activistas cuturales.

Según informa el blog del Instituto Patmos, Del Sol también se decidió por esta medida extrema luego de que a su hijo, también evangelista y periodista independiente, Adrián del Sol Alfonso, se le impidiera viajar el lunes 12 de agosto a unas conferencias sobre libertad religiosa.

https://institutopatmos.wordpress.com/2019/08/17/guillermo-del-sol-un-padre-que-levanta-la-voz-por-su-hijo-adrian-del-sol-y-reclama-ni1reguladomas-cuba/

«El primer listado de ciudadanos “regulados” fue publicada por el Instituto Patmos en julio de 2018 y contenía 52 nombres; desafortunadamente un año después el listado también preliminar que ahora presentamos contiene 138 nombres (estamos seguros que hay muchos más)», informa el blog. «Y si la lista ahora publicada no llega a los 200 es porque muchos que antes estuvieron “regulados” en una posterior posibilidad de salida (según nos indican esto constituye una operación estratégica para “limpiar” a Cuba de “ciudadanos indeseados” para el régimen conocida como Operación “Jaula Abierta”) optaron por su derecho a no volver».

A continuación la lista actualizada de regulados en Cuba que ofrece el Instituto Patmos:


Abascal Zamora, Sissi
Acon Sardiñas, Maria Josefa
Acosta Peña, Pedro
Acosta Ríos, Nelson 
Aleaga Pesant, Julio
Alfaya Hernández, Nancy
Álvarez González, Ileana
Álvarez, Julio César
Arango, Isel
Aveleira Rodríguez, Jorge Luis
Amela Hernández, Omar
Barges, Yamile
Baez Guerrero, Zaqueo
Benítez Rodríguez, María Mercedes
Berrio Sarda, Enix
Biscet, Oscar Elías
Bravo López, Yoel
Broche de la Cruz, Magalis
Burunate Gómez, Caridad María
Burunate Gómez, Regla Rafaela
Carrillo Hernández, Asunción
Castro García, Deyli 
Carvajal, Acelia
Cervantes García, Jorge
Columbié Grave de Peralta, Dariém
Constantin Ferreiro, Henry 
Cortina Rey, Amarilis
Coyula Pérez-Puelles, Regina
de la Nuez, Alberto
Del Sol Alfonso, Adrian
Díaz Becerra, Onelcys
Domínguez García, Víctor Manuel
Durán, Dulce Amanda
Durán Noa, Yanela
Echevarría Menéndez, Tania 
Engroba González, Irisley
Escobar Pérez, Luzbely
Escobedo Morales, Egberto Angel
Estenoz, Yaudel 
Esquivel Vieyto, Lourdes
Exposito, Adya
Ferrer García, José Daniel
Fernández Cuenca, Waldo 
Figueredo Cruz, Yunia
Fornaris Ramos, José Antonio
Fuentes Lemes, Ramón
Fuentes Madan, Claudio
Galammame, Amado Calixto
García Basulto, Sol 
García Fournier, Niober
Gómez Manzano, René
González Albernas, Matilde Alejandra 
González Arenas, Boris
González Leiva, Juan Carlos
González Reinoso, Pedro Manuel
Gonzalez Suárez, Eroises
Guerra, Cecilia
Guilarte Aranda, Eglis 
Hernández, Iliana 
Hernández Carrillo, Iván
Herrera, Miriam
Hidalgo García, Damaris Mónica
Jiménez Enoa, Abraham
Labrada Varona, Maria Cristina 
Legrá Pacheco, Abdel 
Leon, Alida
Linares García, Librado
López Canino, Agustin
López Cortés, Eduardo Ramón
Llanes Quintana, Dariel
Madrazo Luna, Jacqueline 
Madrazo Luna, Juan Antonio
Manzanet Ortiz, Francisco Luis
Marrero Burunate, Yisabel María
Martín Calderín, Miraida
Martín Valdivia, Roberto
Martínez Vaillant, Alexei
Mariño García, Iris 
Mesa Crespo, Dora Leonor 
Mir Marrero, María Elena
Mojena Hernández, Katherine 
Mora Montalvo, Alexei
Morales Estrada,José Ernesto
Navarro Rodríguez, Félix
Navarro Álvarez, Sayli
Oliva Rivery, Carlos
Oliva Torres, Carlos Amel
Oliva Torres, Ernesto
Olivera, Jorge
Ortiz Ramírez, Eduardo
Palacio Mogar, Fernando Edgardo
Peña González, Aimara
Peñalver, Roseling
Pérez Abreu, Zelandia de la Caridad
Pérez Franco, Leonardo
Pérez González, Alfredo
Pérez González, Ariel 
Pérez Mendoza, Adrián 
Pérez Pérez, Armando Antonio 
Pérez Velázquez, Suleydis
Piñeiro, Michel
Poveda Silva, Isael
Prada de, Moises
Puentes Batista, Alain
Puentes Beruvides, Yunior
Quiñones Haces, Roberto de Jesús
Quijano Silva, Soraya
Ramírez Álvarez, Osmel
Ramos Herrería, Leticia 
Rangel Manzano, Francisco 
Remón García, Anay (Ana León)
Rigal, Joel
Rigal, Ramon
Rigal, Ruth
Rodríguez Arroyo, Yaimel
Rodríguez Becerra, Carlos Raimundo
Rodríguez González, Dalila
Rodríguez Legrá, Josué
Rodríguez Riverol, Jonniel 
Rodríguez , Jorge Enrique 
Rodríguez Alonso, Leonardo Lino
Rodríguez Lora, Inalkis
Rodríguez, Yusimí
Rojas Pérez, Dailén
Romero Becerra, Yusleidy
Roque Cabello, Martha Beatriz
Sánchez Solís, Martha Liset
Sánchez Zaldívar, Alejandro
San Martín Albistur, Augusto César 
Santana Capdesuñer, Roberto Miguel
Serrano Díaz, Yadira 
Soler  Fernández, Berta
Toledano Valiente, Alayn
Valdés, Javier
Valle Roca, Lázaro Yuri
Valdivia, Roberto Martín
Viñas Lazo, Rosalía
Zamora Carmenate, Annia

Dos escritores cubanos en Coral Gables Museum

Los escritores cubanos Francisco García González y Enrique del Risco presentan este viernes 23 de agosto de 2019, en Miami, los libros Asesino en serio y ¿Qué pensarán de nosotros en Japón?

Día: 23 de agosto
Hora: 6:30 p.m.
Lugar: Coral Gables Museum
(285 Aragon Ave, Coral Gables 33134)

La entrada para los miembros es gratis y al público en general costará $5.00. Para hacer RSVP escriba a [email protected] o llame al 305.603.8067

Nuestra aldea mental

 

En una entrevista que leí recientemente, el entrevistador -escritor hispano residente en Estados Unidos- afirmaba tener constancia de la valía como escritor de su entrevistado -un cubano-, porque, según él, se tomó la precaución de informarse sobre su labor literaria y editorial en Cuba, y además acopió criterios entre otros escritores que viven en la Isla. No dijo ni dio muestras de haber leído uno solo de sus libros, pero estaba seguro de haberse preparado adecuadamente para entrevistarlo, gracias a las referencias de marras.

Es un detalle pintoresco que, a su vez, trae a colación otros pintoresquismos propios de la relación entre los escritores cubanos y el quehacer literario de la Isla, pautado, manejado y dominado en términos casi absolutos por las estructuras institucionales del régimen.

A lo largo de los últimos sesenta años, nuestra literatura ha sido ejercida desde los más diversos puntos cardinales del mundo, y no sólo al margen, sino incluso a contracorriente –en contenido y forma- de la que se publica en Cuba. Hay países como los Estados Unidos o España, en los que hoy viven y publican sus libros escritores cubanos en número no menos significativo al de aquellos que lo hacen en la Isla. Algunos de ellos lograron publicar allá parte de sus obras, pero muchos, quizás la mayoría, no publicaron nada, bien fuese por el contenido de lo que escriben, o por su actitud cívica o política, o porque simplemente empezaron a escribir estando ya fuera de su tierra.

Se trata de un fenómeno que en principio, sin entrar en detalles, resulta bastante parecido al de otros países latinoamericanos o al de cualquier nación pobre y generadora de altas cifras de emigrantes, donde no son pocos los escritores que han necesitado salir al exterior para darse a conocer y donde ocurre con frecuencia que el público de sus países es el que menos ha leído a esos escritores, los cuales, para mayor discordancia, suelen alinear entre los más reconocidos exponentes y divulgadores de la literatura nacional.

Claro que tratándose de Cuba, hay que entrar en detalles. Aunque sea en unos pocos. Y el primero nos lleva a una triste confrontación. Mientras en cualquiera de los países latinoamericanos a los escritores que viven lejos les basta con darse a conocer de algún modo entre eso que llaman su público natural para que, de inmediato, tanto la gente como las instituciones comiencen a prodigarle respeto y distinción, en la Isla se hace todo lo posible, desde la perspectiva oficial y editorial, por mantener al público lector ajeno a la obra de sus escritores que viven en el exterior. Sólo excepcionalmente son publicados o comercializados o invitados a eventos nacionales, así como mencionados en los medios de información. Y cuando la excepción tiene lugar, es fácil suponer lo que debió hacer el escritor.  

Durante varias generaciones la UNEAC se ha dedicado a monopolizar, impunemente, la representatividad de la literatura nacional. Y bien poco importa su desprestigio, no sólo como muñeco de ese bruto ventrílocuo que es el régimen, sino incluso como auspiciadora escandalosamente poco fecunda del desarrollo literario en el país. De todas formas, continúa siendo fuente de referencia inevitable para muchos en el extranjero, como es el caso del entrevistador citado al inicio. El colmo es que también lo es para muchos cubanos, quienes al parecer se consideran prestigiados profesionalmente cuando agregan a su currículum el crédito de haber pertenecido a sus filas, o el de haber obtenido alguno de los premios literarios que otorga ésta o alguna otra institución de su calaña.

Desde luego que cada cual es libre para hacer con su cuero el tambor que mejor le suene. Pero eso no le resta incongruencia al asunto. Ni su correspondiente cuota de provincianismo.   

A veces no basta con que vivamos en París o en Madrid o en Berlín o en New York o en Miami, para que hayamos dejado atrás completamente nuestra aldea mental, la que, a diferencia de la geográfica, va por dentro de nosotros. Así que puede ocurrirnos como en aquel acertijo del refranero: mientras más cercas, más lejos, mientras más lejos, más cerca.

Dejen de reunirse con ‘externos’ que calientan las redes: Amenazan a escritor y activista en Cuba

El escritor Jorge Olivera y la activista Nancy Alfaya abandonan la estación policial de Zapata y C tras ser interrogados (imagen de archivo)

Tras varias horas de detención e interrogatorios, la pareja formada por la activista cultural Nancy Alfaya y el escritor Jorge Olivera fue liberada este miércoles 14 de agosto, en la noche, luego de ser detenida alrededor de las 2:00 p.m. por la policía política cubana cuando intentaba acceder a la sede del Comité Ciudadanos por la Integración Racial para participar en la peña ‘Arte Libre, Literatura sin Censura’, en La Habana.

Es la primera vez que el matrimonio es detenido en Cuba tras regresar a la Isla en el verano de 2018. La pareja había residido en Estados Unidos durante dos años, primero tras obtener Olivera una beca en la Universidad de Harvard, como parte del programa Scholars at Risk (SAR), y luego otra en la Universidad de Brown como parte del International Writers Program (IWP).  En diciembre de 2014, en ausencia, el poeta y narrador recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’, en un evento realizado en la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

Este miércoles, Alfaya y Olivera fueron interceptados en la vía pública por el mayor “Alejandro” y el mayor “Alexander”, quienes, tras retirarles sus identificaciones, les advirtieron “que no se podía hacer ninguna actividad” cultural y que se dirigieran a pie a la unidad policial de Zapata y C. Como la pareja permaneciera en el lugar, los represores llamaron a un auto patrullero para trasladarla.

Osvaldo Navarro, Michel Matos, Jorge Olivera, Nancy Alfaya, Juan Antonio Madrazo, Luis Manuel Otero Alcántara y Claudia Genlui Hidalgo en las afueras de la estación de Zapata, tras la salida del matrimonio.

Ya en la unidad, “nos dijeron que no lo viéramos como un interrogatorio sino como una conversación amigable”, reveló Nancy Alfaya desde La Habana, tras ser liberada. “Pero, me advirtieron, yo tenía que hacer sacrificios para que ellos pudieran ser generosos conmigo”.

Al preguntarle Alfaya a su interrogador de qué clase de sacrificios hablaba, éste respondió que debía dejar de reunirse con esos “externos” que están “calentando las redes”.

«Tus proyectos culturales y de género son ilegales, contrarios a la revolución y no los vamos a permitir», amenazó el oficial a Alfaya. «Te puedo procesar por la ley de peligrosidad».

«Le dije que soy una mujer cristiana, que considero que tengo un propósito y una asignación de Dios en Cuba», contó Alfaya, a lo que el represor contestó que allí Dios era él, y que si no abandonaba su labor alternativa nunca más podría salir del país.

Por su parte, durante el interrogatorio, Jorge Olivera fue objeto de maniobras disuasorias mezcladas con veladas amenazas que el escritor describió como una combinación de “elogios, ironía y falsa condescendencia”. Su interrogador incluso le aseguró que no era necesario que conversaran en una estación policial y que bien podrían reunirse en un futuro en su casa, en un parque o en “la habitación de un hotel”, propuestas rechazadas por el autor de Quemar las naves.

Olivera y Alfaya durante la presentación del poemario ‘Quemar las naves’ en el Festival Vista de Miami

“Me dijo que no iban a permitir más actividades y que en caso de autorizarse alguna tendríamos que darles un guión del evento previamente, a lo que por supuesto me negué”, abundó Olivera.

El represor lamentó que la pareja estuviera trabajando o colaborando con proyectos como Puente a la Vista, a los que consideró “contrarrevolucionarios”.    

Tanto a Alfaya como a Olivera se les anunció una multa de cien pesos por violar “el cordón de seguridad”, según la Disposición 141, Artículo 2, Inciso H.

Cordón, Disposición, Artículo e Inciso desconocidos por la pareja, y que los represores no supieron o no quisieron explicar.

Jorge Olivera y Nancy Alfaya, detenidos en La Habana

El momento de la detención, en las afueras de la sede del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR)

Continúa la represión contra la cultura alternativa cubana. A los ataques contra las páginas web de Puente a la Vista se suma la detención este miércoles 14 de agosto, en La Habana, de la activista Nancy Alfaya y el escritor Jorge Olivera, quienes se disponían a celebrar un evento independiente, peña de Arte Libre y Literatura sin Censura.

La detención se produjo en las afueras de la sede del Comité de Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), domicilio del opositor Juan Antonio Madrazo. El evento fue suspendido. Madrazo fue retenido en su casa. Alfaya y Olivera habrían sido conducidos hacia la estación policial de Zapata y C, en El Vedado.

Precisamente, el Club de Escritores y Artistas de Cuba que preside Jorge Olivera, Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’, había denunciado esta semana «el reciente fallo de un tribunal contra el abogado, periodista independiente y poeta Roberto Jesús Quiñones, que certifica la línea ascendente de los actos punitivos del Estado cubano, dirigidos a mantener, a cualquier precio, los pilares del totalitarismo».

«La vigente Constitución de la República de Cuba no me representa, no me protege y el gobierno la viola flagrantemente. Por eso #VOTÉNO», había escrito Alfaya, a quien no le permiten salir del país, hacía pocas horas en su cuenta de Facebook. «Hoy me presenté en la Dirección de Emigración y Extranjería del Ministerio del Interior, ejerciendo mi derecho como ciudadana para recibir respuesta de la queja que presenté con la siguientes fechas, el 21 de noviembre de 2018 y el 16 de mayo 2019, ambas recibidas por la capitana Ofelia. Al no tener ninguna información al respecto, me presenté hoy, 13 de agosto, exigiendo una respuesta por la arbitrariedad y violación que han realizado por más de 9 meses, al no permitirme salir al exterior».

«Basta de represión policial y censura gubernamental contra los escritores y artistas independientes en Cuba», declaró el poeta Rafael Vilches desde Cuba. «Pido respeto y la libertad de Jorge Olivera, Premio Nacional de Literatura Independiente, y su esposa, la activista y periodista independiente Nancy Alfaya. Me hubiera gustado estar en la actividad literaria con ellos. Libertad para los dos».

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