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Una ciudad con mujeres rotas

por Hugo Salvatierra

Una ciudad rota y sus mujeres rotas son el motor principal de La sangre del tequila, novela de Félix Luis Viera publicada recientemente por Alexandria Library —circula en las librerías independientes de México y se puede adquirir en Amazon— y que narra las andanzas de un escritor cubano, como el autor, curiosamente, que llega a la Ciudad de México para evadir las carencias y las injusticias del régimen de Fidel Castro. Con la mirada —muchas veces cándida— de un extranjero, el personaje principal desnuda la descomposición política y social de la capital mexicana, pero también se sumerge en la sexualidad de sus mujeres y en lo más podrido de sus habitantes (en la calle, en el trabajo, en la familia y consigo mismos).

La novela hace evidente la vorágine y la corrupción que los “chilangos” (como llaman a los nacidos en la Ciudad de México) pasan de largo; una sociedad que normaliza la violencia contra las mujeres; el racismo; el actuar de los “microbuseros” (choferes de transporte público), que tratan a los pasajeros como si estos fueran animales; la posibilidad de sufrir un asalto a plena luz del día; los baches, las aceras derruidas; la abismal desigualdad económica entre ricos y pobres; la baja preparación de la policía; o la impunidad que protege a los más poderosos.

El retrato de la Ciudad de México, que incluye una radiografía de la descomposición que caracteriza a buena parte de sus habitantes, resulta una de las propuestas de esta nueva novela de Viera, que asimismo, con toda crudeza hurga en lo más íntimo de diversos personajes, en una comunidad donde las mujeres son agredidas en los más diversos entornos, en una ciudad donde abunda la “falta de sentido del Otro, del derecho del Otro».

La pluma de Félix Luis Viera no utiliza filtros al narrar los encuentros con las mujeres, víctimas y victimarias, que van llegando a la vida del personaje principal, las cuales resultan el instrumento para realizar una reflexión filosófica sobre ellas, su psicología, y lo relativo a su comportamiento sexual (explícito en el libro); mas La sangre del tequila, al mismo tiempo, nos hace llegar una disección de la violencia y los abusos de los hombres hacia las mujeres, incluidas aquellas que cuentan con un notable nivel cultural o se desenvuelven en una posición de poder. Todas están en un riesgo latente.

Una de ellas, Irene Ramblas, vive en la colonia Guadalupe Inn (para clase media-alta), ubicada en el sur de la Ciudad. El narrador la conoció en un Sanborns (cadena de restaurantes propiedad del millonario Carlos Slim), donde “tanta gente parece posar para el prójimo, encapsulada en ese sitio que justamente semeja eso: una cápsula aséptica en medio de las cagazones exteriores en sucesión”. Irene habla inglés, francés y catalán, y es maestra en Historia, Arte, Filosofía y Letras, y además ha vivido en Chile, Bulgaria y España (Cataluña). La relación Irene-Narrador, de pronto, comienza a complicarse debido a factores impensados, hasta que se produce una ruptura más bien sorpresiva.

En su andar, el escritor cubano también conoce a mujeres de clases bajas, como Sandra Vélez, empleada de limpieza de una de las empresas editoriales más grandes del país —en la cual, entre otras, se editan revistas “para mamonas y mamones”—, con quien él sostiene un amorío. Sandra Vélez resulta uno de los personajes más entrañables de La sangre del tequila.

En el escenario de la editorial en cuestión —ubicada en lo más lejano del Poniente de la Ciudad de México—, el narrador se adentra en los turbios manejos “profesionales”, la envidia, la traición, la banalidad de no pocos de los personajes, esto sin dejar de lado el erotismo —que recorre una y otra página de la novela—, la desigualdad social que reina en este sitio, que es un ejemplo de lo que ocurre en toda la República Mexicana.

Otro personaje femenino de suma importancia que se relaciona con el narrador es Verónica Illescas, quien tiene cuatro hijos, todos de padres diferentes: un bombero, un taxista, un fayuquero (vendedor de aparatos eléctricos traídos de contrabando de Estados Unidos) y un peleador de Lucha Libre. Con domicilio en la “popular delegación Iztapalapa”, Verónica, “luchadora social” y mujer de intensa fogosidad sexual, había intentado retener a todas sus exparejas con un hijo, pero siempre terminó abandonada. Ella desempeña un papel muy importante en los puntos más vívidos de La sangre del tequila. “Por alguna razón que todavía investigo me le fui dando a Verónica. De repente me descubrí celándola, reclamándole”, recuerda el personaje-narrador.

De la suma de los personajes de la novela, incluidos ambos sexos, el más complejo es Lucía Luévano, dado que engloba la problemática de casi todas las mujeres del relato, y de buena parte de la sociedad mexicana.

Esta mujer policía, de 29 años de edad y madre soltera con un hijo de 13 años, vive con éste y su mamá en una colonia marginal llamada Gran Norte, en una casa pequeña y estrecha de «ladrillos desnudos» pintados de verde pálido, techo de asbesto y “como empotrada” contra un peñasco. “Ella vivía lejos de allí, en la colonia Gran Norte, en el medio oeste de la ciudad, y donde ni siquiera la policía se atrevía a penetrar en la noche”, describe el cubano.

 La mujer policía llega a convertirse en la más fuerte esperanza del narrador para intentar vencer una severa crisis existencial. “Lucía Luévano era una mujer singular, ella me rescataría del Holocausto Verónica”.

Mientras se relaciona con el sexo opuesto y trata de subsistir, la mente del cubano recurrentemente se va a Cuba, esa isla que lo privó de la posibilidad de acceder a productos que en otros sitios del mundo ya eran parte de la cotidianidad, como una aspiradora para la limpieza, una computadora, una tarjeta de crédito o un yogur de sabores.

«Esto es un planeta, un planeta repleto de gente, no una ciudad», exclama el narrador en las primeras páginas del libro durante una plática con su gran amigo mexicano Mario Trejo, quien resulta una especie de Virgilio para el cubano durante los primeros pasos de éste por “la interminable Ciudad de México”.

En La sangre del tequila Félix Luis Viera se adentra, con paso seguro, en las grietas de “este planeta repleto de gente”, en las cuales, abandonados y rotos, caen cada uno de los personajes de la novela.

Pen Internacional denuncia represión 349

Roberto Quiñones Haces

El Pen Internacional ha respondido con fecha lunes 2 de septiembre de 2019 a un pedido de denuncia del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio y se ha hecho eco de la misma en favor de los periodistas independientes reprimidos en Cuba, informó este martes la directiva del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio.

A continuación un fragmento del comunicado publicado en la página del Pen Internacional. Anteriormente, el 15 de febrero de 2019 y bajo el título «Cuba: artistas y creadores sometidos al decreto 349», el Pen Internacional había acogido la repulsa contra el represivo decreto.

«Las detenciones de los periodistas Ricardo Fernández Izaguirre y Roberto de Jesús Quiñones Haces son una muestra del recrudecimiento de las políticas cubanas relacionadas con la libertad de pensamiento, acceso a la información, expresión y de culto en Cuba, declararon hoy el Centro Pen de Cuba en el Exilio y Pen Internacional, y hacen un llamado a las autoridades cubanas para que se detenga la criminalización a periodistas, artistas, intelectuales y escritores», comienza diciendo la nota.

Para leer el texto completo, clic aquí: https://pen-international.org/es/noticias/cuba-acoso-y-detencion-de-escritores-y-periodistas-exponen-una-renovada-ola-represiva

Rafael Almanza: ‘Martí es el líder del pensamiento libre en Cuba’

«Compatriotas, al atacarse la Peña del Júcaro, en esta sesión número 29, hemos tenido la aplicación diáfana del Decreto 349 a la Independencia de la actividad Intelectual en Cuba», declaró el escritor cubano Rafael Almanza, Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’, en la XXIX Peña del Júcaro Martiano que el 31 de agosto pasado se celebró en su hogar en la ciudad de Camagüey, en el centro de Cuba, a pesar del operativo policial con que se intentó impedir el encuentro.

«Si finalmente se lanzan a la brutalidad contra el pensamiento independiente, contra la cultura independiente y contra Martí, que es el líder del pensamiento libre en Cuba, entonces enfrentaremos eso a como sea, porque también les dije que tengo 62 años, estoy enfermo y me da igual durar mucho o durar poco… lo que dure lo voy a durar con integridad y como un discípulo de Martí”.

Más detalles y videos de la peña en la revista Árbol Invertido:

https://www.youtube.com/watch?v=mNoa9I8LlOg

Cuba, el pánico policial frente a la creación en libertad

Rafael Almanza durante una de las peñas de 2017 (Henry Constantin)

por Armando Añel

La casa del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’, narrador, poeta, ensayista, videasta, Rafael Almanza, donde se celebra en Camagüey la ya célebre Peña del Júcaro Martiano, fue cercada en la mañana de este sábado por un operativo policial y varios de los invitados al evento terminaron detenidos, entre ellos el periodista Henry Constantín y el historiador Alenmichel Aguiló Queijeiro.

La casa donde se efectuó la peña –cuya edición de este sábado, a las 9:00 a.m., fue dedicada a José Martí– amaneció sitiada. No obstante, la presentación del poemario Corolarios –disponible en Amazon–, del escritor Mario Ramírez, precisamente uno de los coordinadores de la Peña, fue grabada, junto al performance previsto del propio Almanza, frente al reducido público que logró acceder a la vivienda. Entre los creadores a los que se impidió asistir al evento figura el joven pintor habanero José Manuel Mesías.

“La intención de eliminar la peña totalmente falló”, declaró a Puente a la Vista, desde Camagüey, Rafael Almanza. “Creo que han cometido (la policía política) un grave error. Se ha aplicado a la peña el Decreto 349 sin pasar por procedimiento alguno… esto va a tener consecuencias catastróficas para ellos en el plano de la cultura. Ya sabes que se hacen pasar por buenos…”.

En la noche del pasado viernes, efectivos de la Seguridad del Estado habían advertido a Almanza que la peña no podía efectuarse y estaba “clausurada para siempre”. Pero la Peña del Júcaro Martiano “continuará realizándose”, aseguró el escritor, quien sospecha que el próximo objetivo de la Seguridad del Estado es el poeta Mario Ramírez. “Hay mucha gente hábil e inteligente comprometida con este proyecto y, aunque nos eliminaran a todos, a Martí nunca lo podrán eliminar”, subrayó.

“Le tienen miedo a Martí… el miedo los está volviendo locos”, resumió el anfitrión de la Peña del Júcaro Martiano. Se trata de un evento que el poeta camagüeyano coordina, de manera privada, desde hace ya 25 años.

No puede obviarse que supuestos intelectuales como Miguel Barnet, Fernando Rojas, Iroel Sánchez o Abel Prieto, entre otros, son cómplices directos de estos atropellos a lo mejor de la cultura independiente en la Isla. Su defensa del Estado policial cubano nunca será olvidada, menos su decisiva contribución a la omnipresencia del gris decenio interminable en el que el terror castrista –nada más miedoso que la agonía de una dictadura— ha sumergido a Cuba.

Independencia por mar, independencia por aire

En momentos en que la represión cultural arrecia en Cuba, con el Decreto 349 haciendo de las suyas a hurtadillas, el décimo tercer número de la revista Puente Letras, con Dossier dedicado al grupo independiente de arte y literatura Demóngeles y fotografía de Remón Díaz, insiste en subrayar el papel de la independencia individual como paso indispensable para acceder a una verdadera independencia nacional. Dado que el soberano es el ciudadano, como ha afirmado el abogado Faisel Iglesias en su valioso libro homónimo (disponible en Amazon), no puede existir verdadera soberanía territorial o geopolítica si antes la nación –la suma de individuos que la componen dondequiera que se encuentren— no es soberana ella misma.

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Numerosos ejemplos indican que la represión contra la independencia individual se incrementa en Cuba bajo la batuta de Miguel Díaz Canel, relevo de los Castro en la cima del poder totalitario. En específico, la represión cultural aumenta cada día que pasa. El último listado de opositores, activistas y creadores independientes “regulados”, hecho público por el Instituto Patmos, revela un aumento brutal en las prohibiciones de salida del país; al unísono, los llamados secuestros express se multiplican a lo largo y ancho de la Isla, a lo que cabe añadir los allanamientos de morada y las citaciones policiales sembradas de interrogatorios y amenazas. Por ejemplo, el escritor Jorge Olivera, Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’, y su esposa, la activista cristiana Nancy Alfaya, fueron detenidos e interrogados en una unidad policial este mes de agosto, lo cual llama la atención tratándose de una pareja becaria, en el periodo 2017-2018, de prestigiosas universidades estadounidenses, y cuya actividad alternativa se concentra básicamente en el arte, la literatura y el periodismo. Para colmo, se condena tramposamente a escritores y artistas. El caso de los raperos Maykel Castillo (Osorbo) y Leonardo Lázaro Rodríguez (Pupito en Sy), detenidos tras protestar contra el Decreto 349 en un concierto en 2018, es público y notorio (Maykel ya fue condenado a un año y medio de prisión). Este 7 de agosto de 2019, sin ir más lejos en el tiempo, el escritor, abogado y periodista independiente Roberto Quiñones Haces fue condenado a un año de privación de libertad sustituido por trabajo correccional con internamiento, por el supuesto delito de “Resistencia y Desobediencia”, durante un juicio amañado en el Tribunal Municipal de la ciudad de Guantánamo.

Como también informa el Instituto Patmos (ver informe en la sección Noticulturales de este número), en paralelo a las prohibiciones de salida el régimen lleva adelante una operación estratégica, para quitarse de encima a “ciudadanos indeseados”, conocida como ‘Jaula Abierta’. Se trata de la opción del destierro. Quien pretenda priorizar la independencia individual en Cuba, esto es, su propia independencia, solo podría alcanzarla por mar o por aire: abandonando definitivamente la Isla. Así las cosas, con el oportunismo, el miedo y la desesperanza cebándose en el cuerpo nacional, Puente de Letras continúa apostando por un futuro cubano donde la independencia individual también tenga lugar en tierra. Por aire, por mar… pero también por tierra. Por tierra cubana.

El Dossier de este número, dedicado al grupo Demóngeles, demuestra que dicho futuro podría estar a la vuelta de la esquina.

‘Mujer y familia en la sociedad cubana’, el libro en La Otra Esquina

La Otra Esquina de las Palabras, la tertulia que coordina en Miami el poeta Joaquín Gálvez, invita a la presentación del libro Mujer y familia en la sociedad cubana, 1889-1918. De la esfera privada al espacio público (Editorial Verbum, Madrid, 2019), de la historiadora y académica Ariadna Prats García.

Las palabras de presentación estarán a cargo de la Doctora en Historia Liliam Vizcaíno.

Día: Sábado, 7 de septiembre

Hora: 3:00 pm

Dirección: Café Demetrio (300 Alhambra Circle, Coral Gables)

La entrada es libre. Los interesados puede llamar al teléfono 305-448-4949 para más información.

Los amores difíciles de Cino

Luis Cino (izq.) y el autor de esta reseña en Art Emporium

Para Luis Cino, ninguna historia de amor que se respete tiene un final feliz. Creo entenderlo. Y no me parece que se contradiga al narrar, con prosa transparente como él mismo, los relatos, estampas, crónicas… de su último libro, Los más dichosos del mundo (Neo Club Ediciones, año 2018), conmovedora galería de finales infelices que, no obstante, nos dispensa la moraleja de una historia de amor absolutamente afortunada, la del autor con sus personajes y con su malhadado país deshecho por la dictadura castrista.

Con frecuencia escuchamos y leemos opiniones bien severas por parte de cubanos que residen en el exterior y que al parecer se creen con el derecho de censurar indiscriminadamente a los que han permanecido en la Isla, sea por las razones que fueren, o incluso sin razón alguna. Debido a una explosiva mezcla de rezagos idiosincráticos, agravada por los sufrimientos, la animadversión y el desarraigo que nos ocasionaron sesenta años de totalitarismo político, con sus dogmas y sus deformaciones de mente y espíritu, optamos por condenar sin juicio previo y por rechazar antes de entender.

La repulsa fácil como vía para ser aceptados sin sospechas dentro de lo que consideramos nuestro bando, o por simple acomodo de conciencia (lejos del agua cualquiera nada bien), nos convierte en árbitros de la conducta de nuestros familiares y amigos, o en general de la de infaustos paisanos con menos suerte o menos luces que nosotros. Es una actitud que también comprendo (aunque no la comparta), y ante cuyos exponentes no he sentido nunca la necesidad de responder con la misma intolerancia y severidad. De modo que si ahora los menciono es sólo porque me gustaría recomendarles (a todos pero muy especialmente a ellos) la lectura de Los más dichosos del mundo.

El libro es un retrato de familia moldeado con singular agudeza y con pleno conocimiento de causa, pero, sobre todo, con una sensibilidad que por sí sola lo hace grande, a la vez que ineludible para los interesados en ahondar en la realidad cubana de estos días.   

A través de sus catorce piezas discurren representaciones muy variadas de lo que es actualmente la clase social cubana por antonomasia, la de los perdedores, víctimas (aun cuando algunos sean además victimarios) de la mayor y más duradera tragedia histórica, económica, cultural y moral que haya sufrido país alguno del hemisferio en los tiempos modernos.

En Los más dichosos del mundo (el título es una de las frecuentes ironías de trazo leve que se gasta Cino), los personajes parecen ser fruto de un extraño injerto entre zombis y androides. No son individuos con conciencia existencial ni mucho menos. Apenas llegan a ser tristes desangelados, a los cuales la vida se les escapa –o se les escapó ya- como agua entre los dedos, sin que ni siquiera sean capaces de valorar para qué les ha servido.

Quienes hemos estado cerca del periodismo tan vigoroso como honesto y punzante que, durante decenios, ha desarrollado Luis Cino desde La Habana, unido, por demás, a una actitud política y a una honradez personal a toda prueba, no podemos menos que manifestar regocijo y una especial admiración ante este libro en el que, sin abandonar las herramientas de su eficaz periodismo, remonta el vuelo hacia la mejor literatura. No es la primera vez. Ya lo hizo antes con Los tigres de Dire Dawa. Si acaso con este nuevo libro confirma su estatus como escritor de raza. Y lo hace exhibiendo una capacidad poco común para hincar el diente en nuestras miserias materiales y espirituales, sin deslices panfletarios ni catequesis política. Además, sin dar vía a otro impulso que no sea el de la compasión y condescendencia ante su gente, los cubanos de a pie, situando por encima de la ideología o de cualquier aberración que profesen, su condición de sujetos y objetos arrastrados igualmente por una tenebrosa catástrofe histórica.     

Desde Elena rompe el cerco, relato minimalista sobre las desgracias de una mujer acosada por las iniquidades de la dictadura, aun cuando sigue simpatizando con el fidelismo, hasta Las fotos veladas del gordo, sobre un homosexual y fotógrafo doblemente frustrado por absurda fidelidad hacia sus padres “revolucionarios”. Desde Los sueños de Landín, un anciano nada soñador, pero a quien le resulta necesario soñar con muertos y animales mediante cuyas representaciones numéricas, según la charada, puede ganar algunos pesos jugando a la Bolita. O desde Charangón es feliz aquí, un ex oficial del ejército, ya jubilado, que culpa a Gorbachov por las calamidades del Período Especial, mientras se dedica a “bucear” en los contenedores de la basura en busca de algo útil para su miserable existencia; hasta Olor a quemado, sobre un interno en el manicomio, que se muestra resignado a aceptar su locura porque quienes lo ingresaron le han dicho que tendría que estar loco para manifestarse abiertamente contra del régimen…

Hay ocasiones en que incluso hemos creído entrever al propio autor entre los personajes del libro. Por ejemplo, en Reminiscing, donde el narrador da cuenta de su accidentada, dramática, triste y por momentos feliz relación con una antigua novia, Lilita. Resulta imposible no imaginar a Cino en su humilde casa habanera cuando, hacia el final del relato, este narrador apunta: “Son las seis de la tarde y oigo a Eric Clapton, Layla, versión original, 1971, mientras termino este cuento y se me hace un nudo por dentro. La próxima semana, si no estoy preso, es posible que pueda revisar mi correo en alguna embajada”.

Luis Cino vuelve a poner en alto el banderín, esta vez con un libro que no sólo recrea vívidamente la magnitud de nuestra desgracia como pueblo. También señala el origen preciso de todas las culpas. Y nos alerta sobre la improcedencia de interpretaciones rígidas y equivocadas. Enhorabuena por Los más dichosos del mundo. Y que vengan más.

Quiñones Haces, Premio Patmos 2019

La sexta edición del Premio Anual del Instituto Patmos a la Libertad Religiosa en Cuba entregó esta semana el galardón al escritor, periodista, abogado y laico católico Roberto Quiñones Haces.

«Este año la entrega del Premio se ha adelantado debido a las duras circunstancias que vive el galardonado, a quien el Tribunal Popular Municipal de Guantánamo le ha ratificado la sentencia de un año de trabajo forzado con internamiento, injusta medida contra un hombre inocente», señaló la activista Yoaxis Marcheco en Facebook.

Quiñones «fue condenado a un año de prisión en un juicio totalmente amañado, celebrado en el Tribunal Municipal de Guantánamo el 7 de agosto de 2019; se le negó la posibilidad de una vista de apelación y finalmente el 27 de agosto recibió como firme la sentencia», apuntó el blog del Instituto.

El 22 de abril pasado la policía cubana golpeó salvajemente a Quiñones para impedirle asistir a un juicio contra el matrimonio de pastores evangélicos Ramón Rigal Rodríguez y Adya Expósito Leyva. Luego, en lugar de abrírsele una causa a los uniformados agresores, asombrosamente el escritor fue acusado de desacato.

«Este acto ecuménico de solidaridad (con el matrimonio de pastores), digno de ser imitado por cualquier creyente cubano, sea cual fuere su profesión de fe, redundó en la condena que él mismo ahora, con total dignidad, está dispuesto a enfrentar», abundó el blog.

«La justicia cubana ratificó este martes la sentencia de un año de cárcel al periodista disidente Roberto Quiñones, por cuya liberación inmediata han abogado Estados Unidos y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)», publica la agencia EFE. «En la sentencia de apelación, con fecha del 23 de agosto pero comunicada hoy, el tribunal provincial de Guantánamo confirma el anterior fallo de un tribunal municipal que impone a Quiñones un año de cárcel reemplazable por «trabajo correccional», por los cargos de «resistencia y desobediencia» en relación con unos hechos acaecidos el 22 de abril».

«No se puede desligar la figura de Quiñones de su obra literaria», apunta José María Ballester Esquivias en ABC. «Ha escrito poemarios como La fuga del ciervo, Escrito desde la cárcel, Los apriscos del alba y El agua de la vida, y se le ha incluido en antologías como En esta cárcel de aire puro, de décima cubana,y la del Premio Internacional de Poesía Nósside en 2006. Ocho años más tarde, en 2014, Neo Club Ediciones publicó en Miami su libro de cuentos La chica de nombre eslavo«.

De la verdadera poesía

Quienes quieren hacer ver que la poesía está dando sus últimos coletazos, los que creen que nadie puede despertarla o que es imposible revivirla, los que hablan de una generación cero… Ante estos críticos tan fuertemente influidos por una retórica retorcida, insubstancial, manipuladora, que no encuentran ya ningún atractivo, ningún sentimiento, ninguna cosa digna que los pueda conmover, también pudiéramos decir: la crítica murió y es mejor que esté muerta si esta es la propuesta que tendremos, no necesitamos panfletos llenos de mensajes negativos que paralicen a los jóvenes, ni siquiera que los hagan dudar, no necesitamos que le corten las alas en pleno vuelo con un discurso defectuoso y sagaz, lleno de un resentimiento brutal.

¿Acaso alguien ha podido ya definir la poesía, se sabe lo que es? ¿Alguien puede decir “esta es la poesía verdadera”? Ni la crítica es una ciencia exacta ni la poesía tiene alguna manera de ser medida.

Yo apuesto por una propuesta y visión anticanonista que nos retorne al pensamiento libre, que los escritores escriban sin las ataduras de teorías férreas, cientificistas, dogmáticas, competitivas. La verdadera crítica, si sirve de algo, es para cumplir su función mediadora, entendiendo que la especificidad de la literatura no existe, mucho menos en poesía. La crítica literaria debe ayudar a pensar, permitir el establecimiento de diálogos (en su interés de mediación) y lograr que sus planteamientos sean modelos de claridad expositiva. La actividad crítica cubana en estos tiempos de “crisis” no se salva, el análisis literario refleja algunas de sus características: el inconformismo, la incertidumbre y la desunión. En algunos casos, el crítico asume su papel de especialista sui generis, empírico, y en otros prefiere estar ausente. No espero que la actividad crítica se convierta en tabla de salvación, sólo creo que dichas valoraciones, en tanto productoras de conocimiento, nos hacen comprender mejor nuestras condiciones y actitudes. Si la literatura es una expresión social, y la poesía recoge toda esa pulsación colectiva, la crítica debería, por su parte, encontrar la manera de señalar cómo se materializan y exploran esos deseos y traumas que nos enfrentan a la necesidad de escribir y poetizar.

Es verdad que la algarabía producida por toda una multitud de poetas que logran autopublicar no pasa de ser un fenómeno real. Y aunque algunos críticos literarios acierten al decir que se pasó de lo deplorable a lo mediocre, puedo también decir sin temor a equivocarme que la cantidad de sandeces que se publica hoy no es mayor a la que se publicaba en otro tiempo. Lo que sucede es que el mundo tecnológico hace que nos enteremos enseguida de todo y de tanto, de toda esa banalidad o vulgaridad que abunda en el medio literario. Por suerte, también en países donde se dificultan las publicaciones, los poetas, no importa que sea desde un espacio virtual, a pesar de todo no dejan de estar, de lucir y mostrarse, no dejan de hacer evidentes poemas que permanecen por su fuerza expresiva, textos que siguen conmoviendo con la misma intensidad artística que las mejores obras escritas en otros tiempos.

Convocatoria para integrar el Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC)

El Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC) convoca, para que lo integren, a todos los escritores y artistas cubanos, de cualquiera de las manifestaciones literarias y artísticas, mayores de edad y con al menos una obra publicada o divulgada en cualquier formato o plataforma.

El CEAC constituye una Entidad de la Sociedad Civil Cubana que agrupa a todos los escritores y artistas cubanos. Sus principales objetivos son:

1. Reconocer, estimular y defender la libertad de creación artística.

2. Promover la obra de los escritores y artistas cubanos.

3. Convertirse en un instrumento cultural, jurídico y político de alcance internacional para la Promoción, Espacio y Defensa de la obra de todos sus integrantes.

4. Impulsar concursos literarios y artísticos, talleres, peñas de arte y literatura, así como intercambios culturales entre los creadores de las diferentes manifestaciones artísticas y con organizaciones de la sociedad civil cubana y de otros países.

5. Contribuir, mediante la promoción nacional e internacional, al desarrollo cultural e intelectual de sus miembros y de todo el pueblo cubano.

6. Denunciar las violaciones de derechos humanos a los escritores y artistas.

Esta labor será amparada por la Declaración Universal de Derechos Humanos, específicamente por el Artículo 19, el cual estipula:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Los aspirantes deberán solicitar la planilla de inscripción al siguiente correo electrónico:

[email protected]

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