La influencia anglosajona en Occidente y el mundo en general ha hecho del Día de San Valentín, o Día de los Enamorados –que se celebra todos los 14 de febrero—, una fecha de relevancia internacional. En algunos países se le conoce también como Día del Amor y la Amistad.
San Valentín, un sacerdote del siglo III romano, desafió las prohibiciones del emperador Claudio II –relativas a la consumación de matrimonios entre personas jóvenes— y celebraba en secreto casamientos por los que se labró gran prestigio en la capital del Imperio. El 14 de febrero del año 270 fue torturado y ejecutado por órdenes del propio emperador, tras un período de convivencia en palacio durante el cual el sacerdote intentó difundir el cristianismo. Es decir, el día de San Valentín es también un aniversario.
Hacia la década de 1840, en Estados Unidos, Esther A. Howland comenzó a vender masivamente las primeras tarjetas postales de San Valentín, en las que aparecían símbolos como un corazón o la figura de Cupido. Contrató a un equipo de mujeres jóvenes y estableció una línea de ensamblaje hasta convertir el negocio en una empresa de 100,000 dólares al año. Fueron los inicios de la comercialización a gran escala del Día de los Enamorados.
Según Wikipedia, algunos creen que el Día de los Enamorados “es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal”.