Hábitat es un poemario redondo, en el que sobresale, sobre todo, la profundidad de su poesía tajante, universal. Atravesado por un lirismo depurado, característico de su autor, más una melancolía que escarba y se mete en los huesos, este libro nos recuerda que “todos fuimos primeros en la versión de la noche”. Poemas como Otra acepción de la lluvia o Bitácora de una calle, por mencionar solo dos, revelan que estamos ante uno de los poetas más hondos con que cuenta el exilio cubano.