«Más de 150 cubanos en toda la isla han enfrentado hasta 25 años en juicios falsos entre el 13 y el 24 de diciembre de 2021», expresó este domingo, en Twitter, Brian A. Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos. «El gobierno cubano debe detener estas sentencias injustas por protestas pacíficas. Pedimos la liberación inmediata de los manifestantes del #11J».
Con «juicios falsos», Nichols se refiere a un sistema judicial cubano completamente dependiente del Partido Comunista en el poder. «Vivimos en un contexto de completa vulnerabilidad jurídica, con letrados amenazados por la Seguridad del Estado si intentan salirse de lo permitido», indicó esta semana el Movimiento San Isidro (independiente).
Ya en el verano pasado, doce cubanos arrestados en las masivas protestas del 11 de julio de 2021 recibieron condenas tras un juicio sumario en el que la mayoría no contó siquiera con un abogado.
La parcialidad de «la justicia» en Cuba constituye una de las principales herramientas del castrismo para mantener silenciada a la población indefensa. El mensaje de intimidación oficialista es simple: «Si te manifiestas contra nosotros, incluso pacíficamente, nada ni nadie en este mundo podrá defenderte».
«La justicia en Cuba es un cuento chino», expresó a esta redacción Charles García Froilán, uno de los manifestantes del 11 de julio pasado que no pudo ser detectado por la policía política cubana.
«Vivimos en un gallinero bajo vigilancia», añadió García Frolián (seudónimo). «Con la diferencia de que las gallinas al menos pueden expresarse libremente antes de ser sacrificadas. Nosotros ni eso».
No obstante, la sociedad civil cubana no se rinde. El pasado 24 de diciembre, vestidas de negro en una iglesia, madres y familiares de los presos del 11J pidieron libertad para los suyos, en lo que parece un incipiente movimiento de protesta similar al de las Damas de Blanco, al que llamaron «Navidad Negra».