‘El Radikal’: De frente contra la censura

El Radikal

 por Osvaldo Navarro

En Cuba, es normal que el gobierno señale y castigue a todo aquel que critique el mal procedimiento de las instituciones estatales, sobre todo cuando la opinión cuestiona los fundamentos del sistema encabezado por el partido único. Frente a estas realidades, surge una serie de interrogantes que ponen en perspectiva la vulnerabilidad del cubano ante la arrogancia del poder: ¿qué defensa tiene un trabajador cuando es acusado y acosado por los directivos de una empresa? ¿A quién se le reclama cuando un agente de la seguridad del Estado amenaza con expulsarte de tu trabajo si no dejas de usar las redes sociales para expresarte libremente sobre cualquier asunto?

Con esas preguntas anotadas en la memoria me fui hasta el municipio de Colón, de la provincia de Matanzas, donde vive Richard Zamora, más conocido en el mundo del hip hop (rap) como ‘El Radikal’, el cual fue expulsado de su trabajo por motivos ajenos a su voluntad. Las letras de las canciones que escribe bastaron para que perdiera su empleo como cocinero en el piano bar La Roca, donde se elabora el almuerzo para el personal de ETECSA, la empresa que tiene el monopolio de las comunicaciones en la Isla.

¿Cuál fue el motivo de la expulsión?

Richard Zamora R/ Primero fue una conversación para hablar sobre la manera que me expresaba en las redes sociales. Después de pasados cinco meses, el 27 de septiembre del 2018, hicieron un análisis del contenido de una de las letras de mis canciones y acto seguido me comunicaron que no podía continuar trabajando allí.

¿Pudieras abundar un poco sobre tu obra artística? ¿Las letras de tus temas siempre hacen hincapié en la crítica social y política?

Richard Zamora R/ Tengo dos discos grabados y ahora me encuentro trabajando en otro. En mi obra plasmo la realidad en que vivimos. Si hablo de política es porque todo en este país está politizado, pero no toda mi producción tiene esas características. Abordo otras temáticas, No soy esquemático a la hora de crear.  No sé por qué me echaron del trabajo por el contenido de mis canciones. Esa siempre ha sido mi manera de escribir. No es nada nuevo.

¿Consideras que tu expulsión y la censura que sufres tiene que ver con el decreto 349 y toda la ola de represión que ha venido sobre algunos artistas dentro del país?

Richard Zamora R/ No sé si tiene que ver directamente con el 349, pero fue un acto de censura. Ellos no quieren que nadie les diga nada y rechazan cualquier denuncia desde el arte o desde cualquier otra plataforma. Ven manifestaciones contrarrevolucionarias por todos lados. Yo me niego a creer que la directora del centro donde trabajaba estuviera enterada de lo que hacía como artista. Lo lógico es que se interesara por mi rendimiento laboral. Detrás de todo estuvo la Seguridad del Estado. A fin de cuentas, unos meses después de mi expulsión, ella se fue a vivir a los Estados Unidos. Sus hijas la reclamaron y allá está.

¿Aparte de los funcionarios del centro donde trabajabas, hubo algún directivo de cultura que te visitara con la intención de dialogar sobre la manera de expresarte en las redes sociales con tu arte?

Richard Zamora R/ En una ocasión, cuando todavía estaba trabajando en el piano bar, recuerdo que un grupo de amigos habíamos organizado una actividad cultural. Comenzaría a las 9 de la noche y a las 6 de la tarde se apareció el director de cultura de Colón, junto a un agente de la Seguridad del Estado, para decir que no sería permitida. Anterior a este percance, hubo otro. Esa vez fue coordinado para celebrarse en un cabaret por aquí cerca y el mismo director de cultura de Colón y dos agentes de la Seguridad del Estado fueron a casa de la dueña del local para comunicarle que no se podía realizar el evento.

¿Cómo describirías tu vida como artista después de los contratiempos que has enfrentado?

Richard Zamora R/ Sigo censurado. No puedo actuar de manera independiente y mucho menos en una institución del Estado. Aquí en Colón se hace un festival que se llama Potaje urbano y yo, siendo artista de aquí, no puedo participar. Aunque sinceramente no quiero hacerlo.

En el último festival que se hizo, el director de cultura subió al escenario a decir que Fidel estaba entre nosotros y que nadie derrocaría a la revolución. Era pura propaganda política. Ellos imponen su discurso de exclusión y nosotros como artistas tenemos que sufrir las consecuencias. Algunos amigos y familiares se han distanciado a causa de todo esto, pero no estoy solo. Algunas de mis amistades más cercanas me han confesado que la policía política los ha tratado de reclutar para vigilarme. 

¿Desearías volver a tu antiguo trabajo como cocinero?

Richard Zamora R/ Brother, no sé ni qué decirte. Lo mío es la música y no es menos cierto que en ocasiones se puede hacer dinero con eso, pero en mi antiguo trabajo aseguraba el sustento de mi familia, me iba bien allí. Después que me sacaron, no me he acercado al lugar. Tampoco he hecho ningún reclamo, ¿para qué? Cuando pasan estas cosas no hay vuelta atrás. Ellos lo controlan todo. Ahora mismo, hago lo que aparezca para buscarme la vida y sigo trabajando en mi música, que es mi pasión.

¿Cuáles son tus perspectivas futuras?

Richard Zamora R/ Estoy trabajando en un nuevo DVD, como te dije anteriormente, y haciendo colaboraciones con artistas del patio con los que comparto el amor por la música y demás ideas y sueños. Aprovecho esta oportunidad para decir que me pueden encontrar en las redes sociales como El Radikal, también en Facebook, YouTube e Instagram, en todos lados…

Cuando termine con el proyecto, no sé de qué manera podría presentarlo en vivo. Soy un rapero censurado, pero voy a seguir. No se puede parar a pesar de los tropiezos.

¿Algún mensaje que quieras agregar?

Richard Zamora R/ Respeto, libertad y amor. Eso es lo que hace falta.

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