El papagayo tercermundista presidente de México, amenaza con no asistir a la Cumbre de las Américas que se celebrará en Los Ángeles, California, el próximo mes de junio.
Su argumento: “que no excluya [Estados Unidos] a ningún país de América en la cumbre. Y que las autoridades de cada país decidan libremente si asisten o no a dicho encuentro, pero que nadie excluya a nadie”.
El propósito del Gobierno de Estados Unidos ha sido que “la Cumbre de las Américas de junio se centre en ´lo que nos une como democracias´, con un ´enfoque compartido’” frente a las autocracias, afirmó este martes el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.
El rufián patético que se halla al frente del Gobierno de México ha expresado su intención de no asistir al evento luego de su visita a Cuba la pasada semana. Él, el eterno aspirante a dictador (de aspirante no pasará: aun para ser dictador se necesita clase), aboga porque “no se excluya a nadie”.
Es decir, él, como lambiscón todoterreno del castrismo, se encuentra indignado porque el Gobierno de EE. UU. no invite a sus pariguales del Gobierno de Cuba.
¿Debe un gobierno —que no un país— donde no exista la democracia participar en una reunión de demócratas?
Punto elemental de la democracia: ¿Acaso alguien que no sea un canalla afirmaría que en algún país, como es el caso de Cuba, todo el mundo, todo el mundo sin excepción, piense igual; o sea, todo el mundo se halle a favor del gobierno?
La escasez de materia gris o la fragua de un almita de víbora, o ambas, se han unido, desgraciadamente, en la silla presidencial del querido país azteca.