En momentos en que en varias ciudades del mundo se suceden las protestas contra el abuso policial, la policía cubana hace lo que mejor sabe hacer: golpear, reprimir. Así, el rapero Maykel Osorbo y el performer Luis Manuel Otero Alcántara, ambos artistas independientes, y la curadora Anamelys Ramos, fueron víctimas de este patrón de violencia en la noche del pasado jueves en La Habana.
“El régimen cubano golpeó severamente y estando ambos esposados, con grilletes en las manos y bajo custodia, a Luis Manuel Otero y Maykel Castillo (Osorbo); minutos antes lo hacía con Anamelys Ramos en las afueras de la estación policial… la única razón fue inquirir y exigir explicaciones de por qué la detención de aquellos», denunció en Facebook el también artista independiente Michael Matos.
“El salvajismo de las fuerzas de seguridad cubanas está rozando el de los esbirros batistianos, el proceder violento y salvaje con la gente por insignificancias como bajarse la mascarilla llega a niveles intolerables. Tal pareciera que están buscando escenarios como el americano, pues otra idea se torna incomprensible… la gente no es ganado, las personas tienen dignidad y lo que están cometiendo son crímenes de lesa humanidad que están claramente tipificados en las normas del derecho internacional”, añadió Matos.
“Anamelys Ramos González fue agredida sin ninguna justificación por una mujer policía. Anamelys solo pedía información y fue atacada con violencia”, relató, por su parte, la escritora Katherine Bisquet. “Puede que este acto quede impune como otros tantos abusos que comete la policía contra cualquier ciudadano, pero es necesario que a todo el mundo le quede claro la existencia del abuso policial en Cuba”.
“Hoy la policía cubana se llevaba a Maykel Osorbo por el simple delito de estar comiendo pan con su mascarilla abajo”, explicó Luis Manuel Otero Alcántara también en Facebook. “Al exigir una explicación y no tener respuesta lógica, comienzo a filmar y tambien soy conducido… al llegar a la estación y exigir nuestros derechos ciudadanos, alrededor de diez policías nos golpearon a ambos con saña”.
“Parece casual con todo este tema del racismo y la violencia policial latente en el mundo, pero somos la muestra de las aberraciones del régimen comunista”, resumió el artista.