22 de febrero de 2021. Mitin de repudio contra los opositores Anyell Valdés y Adrian Rubio. «Gritan consignas desde afuera, invaden la propiedad y escriben en los muros de la casa ‘Viva Fidel'», informa Cubalex. Dirección de la casa atacada por las turbas del castrismo: Calle Morales 86 e/ Finlay y Cisneros Betancourt, Los Pinos, Arroyo Naranjo, en Ciudad Habana.
Al momento de producirse el ataque, había tres niños, una anciana, una mujer y un joven dentro de la vivienda. Previamente, el perro de la familia había sido adormecido con alguna sustancia desconocida.
Tras el asalto, la sociedad civil cubana se ha pronunciado en las redes. Fragmentos en Facebook:
«Después del ‘acto de repudio’ contra la familia de Anyell Valdés, no queda dignidad que defender en ninguna patria que se llame Cuba. El horror está fijado en esas imágenes». Maykel González Vivero
«Un perro envenenado, un niño llorando, una madre nerviosa, un joven acorralado… afuera una turba de ogros, de seres sin rostro; una masa fétida con la foto de un genocida. ¿Cómo puede haber gente que todavía gasta neuronas, salivas o megas en tratar de enmendar esta debacle política que hace metástasis y se convierte en una debacle espiritual?». Julio Lorente
«El acto de repudio es la solución final para no terminar como Fulgencio Batista, asesinando en las calles. De antemano constituye la prueba de la inocencia. Identificar a la víctima, que pretenden pasar por victimario, es poner en manos del pueblo la solución para que el poder se lave las manos». Lynn Cruz
«El canelismo se ha vuelto un estado paramilitar. Esos vecinos, gentes de CDR, etc., son focos paramilitares comandados por la seguridad del estado cubana. Y lo mismo hacen un acto de repudio que dan golpes. Y tienen varios estamentos: el del CDR y el de los civiles del DTI, que te montan en una guagua y te masacran allá arriba, como sucedió el 27 de enero pasado». Carlos Aguilera