Otra investidura tuvo lugar, en el capítulo de California, de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, celebrada nuevamente en la Biblioteca Pública del Este de Los Angeles, el sábado 6 de octubre de 2018. En esta ocasión los investidos fueron el miembro Cristóbal Garau y Rodríguez, arquitecto y escritor, quien leyó su discurso de investidura con el tema de «Un magnífico edificio nunca pudo provenir de la aglomeración desarreglada de diversos materiales»; y el también miembro Hugo J. Byrne, quien asimismo cursó estudios de arquitectura y es escritor y analista crítico, y que en su discurso desarrolló el tema de la «importancia del ayer en el mañana».
Así lo reflejó el escritor Manuel Gayol en Palabra Abierta:
Cada uno de los discursos de los nuevos miembros impresionó por su descripción precisa y análisis exhaustivo, 〈el primero〉 por lo que fue la arquitectura del pabellón de Cuba en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, España, 1929 〈discurso de Cristóbal Garau〉, y el segundo, el de Hugo J. Byrne, por su síntesis y agudo análisis de las diferentes investigaciones del hecho histórico de la explosión del Maine en el puerto de La Habana.
Ambos discursos tuvieron sus palabras de respuestas en los escritos del Dr. Octavio de la Suarée, al discurso del investido Garau, y la contestación crítica del Dr. Eduardo Lolo al discurso del investido Byrne. En ausencia del secretario De la Suarée y del presidente Lolo, quienes tuvieron que atender otros asuntos de la Academia en los estados de New Jersey y Florida, las respectivas palabras de los dos fueron leídas por el escritor Manuel Gayol Mecías.
Por otra parte, las conclusiones del acto estuvieron a cargo del Dr. Aurelio de la Vega, quien habló de manera concisa de cómo él fue un testigo fehaciente de las construcciones arquitectónicas de La Habana y de Santiago de Cuba en la época republicana, resaltando la abismal diferencia de esta época con lo casi nada que se ha hecho en los 60 años de «Revolución» hasta estos momentos de 2018. De la Vega —de paso— mencionó asimismo la interesante temática sobre el Maine, y siempre entró a profundidad en lo que puede ser la Historia cuando la escriben los vencedores, y cómo en el caso nuestro, de los cubanos, todos nosotros tenemos el deber insoslayable de recuperar nuestra memoria histórica.
De este acto se pasó a la presentación de la novela Amor de historia antigua o la trémula luz de los espejos, de Manuel Gayol Mecías, quien leyó unas páginas del contexto que rodea a su cuentinovela 〈algunos relatos conforman capítulos de la novela〉 y terminó su presentación con la lectura de uno de los capítulos que realmente funciona también como cuento, “El gato debajo del caserón caliente”.
Por último, el director de la biblioteca, Martín Delgado, preguntó a los presentes si había preguntas, porque todos los que estábamos en la mesa nos encontrábamos dispuestos a responder. Se dio una sola pregunta, por parte de una persona del público, acerca de la participación de España en la conquista y colonización, ya que en la historiografía de América Latina la presencia de España fue «algo malo». Esto desató una serie de respuestas de los miembros de la Academia, fundamentalmente en cuanto a que la Historia de la humanidad está llena de guerras de conquista y de colonizaciones en casi todos los países conocidos, y que intentar hacer un ajuste de cuentas hoy en día implica volver a vivir en una guerra total a nivel mundial. Se reconoció que desde los sumerios para acá, casi todos los pueblos del mundo tienen sus historias de guerra y conquista, de horrores y heroicidades, que una buena parte de España fue conquistada por los árabes y que para liberarse estuvieron guerreando ocho siglos. Después muchos de los soldados españoles que participaron en los finales de esa estoica reconquista vinieron a conquistar a América, creyendo que venían a las Indias y que todos se harían ricos. En resumen, este tipo de soldado —muchos delincuentes, hasta presidiarios, ignorantes y aberrados mentales— fueron los que cometieron masacres, al igual que ya —mucho antes de ellos venir— las cometieron los aztecas cada vez que conquistaban a otros pueblos nativos de México y Centroamérica.
A grandes rasgos, esto es una reseña de cómo se desenvolvió el acto de la nueva investidura del capítulo de California, de la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio.