‘Donde crece el vacío’ aparece como una ráfaga, un torbellino de la imaginación implacablemente conducido por las argucias del lenguaje. Ya desde su mismo planteamiento –tras escapar de Cuba, el protagonista regresa a la Isla y se instala en un container “lleno de agujeros que parecía disparos de AK-M”, a manera de vivienda prohibida en el mismo centro del barrio de El Vedado— este libro mete al lector en una secuencia de fugas, anécdotas y reflexiones de la que emergemos entre el éxtasis y la estupefacción. Una novela de Ernesto Olivera Castro.