Home Sociopolítica Entrevistas Diez respuestas de Pedro Armando Junco

Diez respuestas de Pedro Armando Junco

Los escritores Pedro A. Junco y Jorge Olivera en el Festival Vista

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, con nuevos entrevistados de ambas orillas, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con el escritor Pedro Armando Junco:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Pedro Armando Junco- La patria es, básicamente, el lugar donde se nace. Pero esto de nada serviría sin la implementación del concepto en que todos la entendemos: es el conjunto de seres humanos, animales, plantas y naturalezas inanimadas que han convivido junto a nosotros.

La patria no es el gobierno, como muchas veces nos quieren hacer creer. Duele la patria cuando sabemos del maltrato gubernamental a un conciudadano, cuando nos percatamos de la destrucción sistemática de nuestra fauna, la deforestación indiscriminada de nuestros bosques o el desmoronamiento de las edificaciones de la ciudad que nos vio crecer.

AA- ¿Qué es la libertad?

PAJ- “Libertad es el derecho de todo hombre a ser honrado”, nos dejó sembrado el Apóstol. Entiendo por eso que la libertad está estrechamente ligada a la libertad de los demás. Ese es su límite. Pero hay una libertad que no tiene límites: “la libertad de pensar y hablar sin hipocresía”, como también nos enmarcó el Maestro. Esta libertad, castrada por los gobernantes autócratas, suele resultar muy costosa en ocasiones; puede, incluso, mantener a quien la ejerce tras las rejas o hasta enfrentar a un pelotón de fusilamiento. ¡Pero es inalienable!

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

PAJ- Cuba será libre el día que todos sus hijos sean verdaderamente cultos, valientes y estén dispuestos a trabajar por su libertad. Mientras el acomodamiento, la ignorancia y el miedo estén presentes en la población, Cuba no alcanzará ese estatus. Los acomodados defienden el sistema gobernante hasta con los dientes, los ignorantes sobreviven aún hurgando en los tanques de basura, y los miedosos huyen.

Esta visión pesimista que me invade sitúa la posibilidad de que Cuba sea libre el día que colapse totalmente su economía, muramos en tendales por hambre y enfermedades o la oligarquía que gobierna se convenza de que ya no hay nada más que explotar.

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

PAJ- Admitirán que se equivocaron, como lo han admitido cientos de miles que, luego de haberle servido con lealtad y fanatismo al régimen, han escapado hacia el destierro y allá terminan en paz su existencia al abrigo de algún hijo que disintió a tiempo del sistema político y marchó al exilio para consolidar su futuro.

Habrá que aceptar vivir con quienes permanezcan, como nuestros abuelos soportaron a los derrotados voluntarios nacionales que sirvieron a España. Si aplicáramos el “ojo por ojo”, dejó dicho Gandhi, todos quedaríamos ciegos. Crear un nuevo gobierno a base de venganzas, implementaría una cadena de odio inacabable.

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

PAJ- Siendo veraces siempre. Todo sistema tiene lunares negros y hay que señalarlos. La Izquierda no es mala cuando representa a la mayoría, siempre que respete el derecho a la libertad. El éxito radicará en que cada ciudadano sea capaz de pensar con cabeza propia, porque una cultura auténtica es la única muralla que puede detener la propaganda falsa y el adoctrinamiento político. Y vuelvo al Maestro: “Ser cultos es el único modo de ser libres”.

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

PAJ- Cuando yo era niño y la Revolución no había llegado, existía una asignatura llamada Moral y Cívica que se impartía en todas las escuelas primarias. En ella se nos dotaba de una línea de conducta, idónea para implementar nuevamente en Cuba.

Cuando en el año 2000 y durante casi quince años más nos reunimos en la casa del maestro José Benito González más de cien exalumnos del Colegio Episcopal de Camagüey, nunca encontré uno que hubiese llegado a la vejez con manchas indecorosas en su conducta. En su mayoría era profesionales y el resto trabajadores retirados, pero ninguno era mendigo ni delincuente.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

PAJ- Si esa actividad de los influencers es veraz e informativa, es válida y bendita sea. Pero cuando es utilizada como negocio de enriquecimiento particular, es deplorable. Sé de algunos que en vez de unir, dividen. De tal manera que más parecen amigos del régimen cubano que los enemigos que dicen ser.

AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

PAJ- Estados Unidos solamente, no. En la reestructuración económica de Cuba puede ejercer un papel fundamental la diáspora cubana. El escollo mayor que choca mucho todavía en la mentalidad de muchos cubanos de la Isla –influenciados en gran medida por la propaganda oficialista–, es que ven en ese posible desarrollo inversionista de la diáspora que ha capitalizado en el exterior durante más de medio siglo una tendencia neocolonialista explotadora de la mano de obra barata criolla. Hay mucho temor en eso y hasta he escuchado criterios de cubanos en el exilio que aseguran preferible trabajar como obrero de norteamericanos que de los cubanos ricos de la diáspora.

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

PAJ- En el cementerio Guaicanámar, en el municipio Santa Cruz del Sur, Camagüey, conservamos una bóveda familiar en la que descansan mis padres y sus antepasados. Allí quiero ser enterrado, junto a ellos.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

PAJ- La Perla de la Mora.


 

Previous articleDiez respuestas de Waldo Díaz Balart
Next articleDiez respuestas de Usamat Hamud
Armando Añel
Escritor, editor, zensicólogo. Ghost Writer. Entre los años 1998 y 2000 se desempeñó como periodista independiente en Cuba. Tras recibir el premio de ensayo anual de la fundación alemana Friedrich Naumann, con la revista Perfiles Liberales, en febrero del año 2000 viajó a Europa, donde residió en España e Inglaterra hasta radicarse en Estados Unidos en 2004. Tiene una docena de libros publicados. Dirige Neo Club Ediciones y es uno de los coordinadores del proyecto Puente a la Vista y del Festival Vista.
Usamos cookies para brindarle la mejor experiencia posible en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio, acepte nuestro uso de cookies.
Aceptar
Privacy Policy