2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, con nuevos entrevistados de ambas orillas, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.
Al habla con el escritor Daniel D. Fernández:
Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?
Daniel D. Fernández- La patria es sin duda el lugar donde uno nace y se cría, donde están las raíces de nuestro ser, aunque después ese ser sea enriquecido por el contacto con otros países que pueden ser segundas y terceras patrias. Hay casos sonados de personas nacidas en un lugar que luego se han «»aplatanado»» a otra nacionalidad. En Cuba tenemos casos paradigmáticos como Alejo Carpentier, nacido en Suiza, Huber de Blanck, nacido en Holanda, o Rosa Fornés, nacida en Nueva York. También el cubanísimo Carlos Montenegro, nacido en Galicia. En el mundo hay casos bien sonados, como George Santayana, Vladimir Nabokov o Joseph Conrad, que alcanzaron fama escribiendo en lenguas muy distintas a la materna.
AA- ¿Qué es la libertad?
DDF- La libertad es el derecho natural de cada ser humano a ser quien es, sin restricciones. Sin embargo, el contrato social impone siempre ciertos límites según las leyes, las costumbres y la moral de la época. Considero que socialmente el ser humano debe ser libre hasta donde no cause perjuicio a otro ser humano; aunque ese tema puede ser muy escabroso, porque el marxismo ha creado la atmósfera de explotación sobre toda empresa o negocio que contrate trabajo asalariado. Toda organización social implica una restricción de ciertas libertades, son como las leyes del tránsito: para que funcionen, hay que ceder el paso. Algo que todos aceptamos, los pasaportes, no existían antes de 1914. Tampoco vemos que nadie tenga la libertad de salir desnudo a la calle, por ejemplo.
AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?
DDF- Creo que tendría que ocurrir un milagro, porque los que desgobiernan no van a abandonar su inhumano disfrute del poder, y la población está tan ignorante de tantas cosas, y tan desarmada, que no creo que se produzca un cambio sin influencia del exterior. Es como una mujer secuestrada, sin la intervención de la policía permanecerá años o la vida entera en un sótano al servicio de su secuestrador.
AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?
DDF- Lo ideal sería que fueran juzgados según sus grados de participación en el crimen. Pero hay que tener en cuenta que muchos fueron forzados y muchos más creyeron, al menos por un tiempo, en los falsos profetas del marxismo. Pero sería una tarea muy delicada, no se puede dar lugar a nuevas venganzas y crímenes como los perpetrados por los revolucionarios al tomar el poder.
AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?
DDF- Creo que son muchos los factores que han contribuido a nuestro trágico predicamento, no solo lo que se señala en esa pregunta. El chisme y las teorías de la conspiración (porque son varias) son intrínsecos a la naturaleza humana, y sería una labor inútil el tratar de suprimirlos, ni siquiera regularlos. Además, conspiraciones ha habido siempre, no es una situación paranoica sino un resultado de conocer la Historia.
AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?
DDF- Ya esa asignatura se aplica en todas las religiones, y no ha dado resultado. El envidioso es parte de los fenotipos humanos, como Caín y Abel, o José y sus hermanos. Vivimos el momento del naufragio casi total de las religiones, quizá deba sobrevenir una nueva revelación que lleve a la humanidad a enmendarse. La gente suele envidiar hasta las desgracias.
AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?
DDF- Creo que toda labor contra la tiranía cubana es válida. No estoy al tanto de esas personas en Youtube, aunque he visto algunos de sus videos. Para empezar, tienen todo su derecho a hacerlos, ya el tiempo dirá si sirvieron para algo.
AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?
DDF- Estados Unidos es la segunda patria de millones de cubanos. Incluso hay unas tres generaciones de descendientes de cubanos nacidos aquí. La Cuba que destruyeron los castristas era una Cuba muy a lo Estados Unidos, aunque mucho más desarrollada en lo social, lo económico y hasta lo tecnológico. El tema es muy largo, pero la relación entre ambos países fue muy beneficiosa para ambos. Destruir esa relación es una de las mayores monstruosidades cometidas por el castrato. Por mil razones, la prosperidad de Cuba depende de Estados Unidos, el naufragio económico, social y hasta político del desgobierno actual es consecuencia de ese divorcio anormal y despótico, que resultó un verdadero suicidio del país.
AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?
DDF- Ni lo uno ni lo otro. Preferiría que, como a Tolstoi, me enterraran bajo los árboles que he sembrado en mi patio. El único lugar del mundo donde me he sentido verdaderamente bien, en total contacto con la naturaleza y con Dios.
AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.
DDF- Bueno, no lo sé, no me lo han dicho ni me ha sido revelado, pero creo que el nombre original era Cubanacán y quiere decir ombligo del mundo. Quizá el destino de todo el mundo está frenado porque en Cuba, como profetiza la Biblia, han puesto a la Bestia en el trono de Dios.