2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, con nuevos entrevistados de ambas orillas, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.
Al habla con el escritor Anthony González:
Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?
Anthony González- Fue, mucho antes de yo nacer, un símbolo bajo cuyo manto se proponía unión, prosperidad e independencia. Algo necesario para afianzar el concepto de nacionalidad en un sitio donde la única ciudadanía concebida era la de la Metrópolis. Ahora ya es un lugar común cuya etimología es utilizada a su antojo por malos versadores y políticos corruptos, aunque esto último es redundancia.
AA- ¿Qué es la libertad?
AG- La posibilidad de escoger el camino que uno desee en la vida. El éxito o el fracaso es responsabilidad individual.
AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?
AG- No lo sé. Pero se han perdido muchas posibilidades. Hay demasiados intereses ocultos que entorpecen las posibilidades de un cambio. En este momento no veo una figura con capacidad de convocatoria como para lograr una acción que obligue al cambio. Hay posiciones que no comprendo, aunque parten de personas inteligentes con un amplio reconocimiento artístico y valores estéticos incuestionables. Adoptan una posición extremadamente crítica con cualquier propuesta, ya sea colectiva o individual. Esa postura beneficia solamente al gobierno castrista. Las fisuras hay que buscarlas dentro del régimen, no dentro de la oposición.
AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?
AG- Los que están implicados, de cualquier manera, en el genocidio, deberán ser juzgados de acuerdo a leyes internacionales. Los demás, sumarlos. Que formen un partido de oposición si les da la gana. No podemos continuar la matanza física e intelectual de la población cubana ni caer en el mismo error de 1959. Tenemos que aprender a convivir con todos y para el bien de todos.
AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?
AG- Yo diría que desde hace muchos años, más de los consabidos 63, ese es el deporte preferido del cubano. No es el béisbol o la quimbumbia, sino el choteo y hasta la crítica crítica. Es un modo de ver la vida que se acentuó a conveniencia del régimen. Cuando cada cual sepa que es dueño de su propio destino y tiene que labrarse el camino para vivir, el chisme, el brete, la descalificación por cualquier motivo, bajarán el tono en su proporción adecuada. Forma parte de la idiosincrasia del cubano. En Estados Unidos hay democracia, conexión abierta a internet y muchos cubanos que se mantienen con esas mismas costumbres.
AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?
AG- ¿Existe esa asignatura en algún lugar del mundo? El principio está escrito desde antes de nuestra era. Basta con leer los 10 mandamientos. Por cierto, el décimo es bien explícito al respecto.
AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?
AG- No los sigo. De manera que no tengo la menor idea del impacto social o el alcance del contenido de sus programas.
AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?
AG- Hay que reconstruir totalmente un país devastado en todos los aspectos de la vida, principalmente el social. Pero es difícil hacerlo sin infraestructura. Entonces Estados Unidos puede ayudar mucho con programas sociales e inversiones. El capital cubanoamericano es realmente fuerte como para invertir en un lugar donde hay un incentivo de 11 millones de consumidores potenciales bajo un modelo de demanda y no de oferta.
AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?
AG- No sé decirte. Morirme no está dentro de mis prioridades en estos momentos.
AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.
AG- Never say never again.