2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, con nuevos entrevistados de ambas orillas, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.
Al habla con el escritor y promotor cultural Adrián Cancio Padrón:
Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?
Adrián Cancio Padrón- Independientemente del sentimiento geográfico, inmiscuyo el respeto y la paz entre todos para conformar la palabra Patria en un bien necesario. Patria es también la añoranza de sentirla.
AA- ¿Qué es la libertad?
ACP- Veo un gorrión que picotea las migajas caídas de mi pan. Me acerco a él y se aleja. Me alejo y entonces él se acerca… hay una complicidad entre ambos que se desenreda en diferentes códigos: es el mejor ejemplo que te puedo dar de Libertad.
AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?
ACP- Cuba será libre cuando cada cubano sea capaz de serlo, imponiendo ese derecho natural y bendito sobre el acecho y la voluntad malévola. El miedo no es eterno; es un sonido de arranque, incluso necesario para que puedan brotar las alas.
AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?
ACP- Demostrarles, con hechos, que sí existe la Patria, el respeto, la prosperidad y la libertad, cuando expulsen, de una vez, la píldora adulterada y vencida que les llevaba envenenando sus vidas por más de 60 años.
AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?
ACP- Pienso que estamos hablando de un proceso largo, Armando. El pueblo cubano apenas empieza a explorar, en el Internet, claro, dentro de las limitantes que le impone la dictadura. Ya en un futuro, cuando esa dictadura caiga ( y espero en Dios que sea pronto), el pueblo cubano tendrá que darse un chapuzón en el océano noticioso de la nueva era: impactante primero; luego, poco a poco, ir aprendiendo a nadar entre las olas ideológicas, culturales, tendenciosas, los breaking news, los fake news, etc., tanto en el interior de la isla como allende del océano. La apertura a la democracia -y esto implica la conexión abierta a internet- ayudará más al cubano en su forma de pensar, a independizarse en todos los sentidos. Seguro comparará ese contexto con el que estaba en dictadura y se preguntará cómo es posible haber vivido, más de 63 años, como un zombie dentro de una isla cárcel.
AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?
ACP- La asignatura contra la envidia será, precisamente, la descolectivización social, política, religiosa, etc., del pueblo cubano cuando esté en democracia. Cuando un pueblo trabaja y emprende, no da chance alguno a la envidia. La envidia tiene cepa fija en la dictadura castrista, donde predomina la miseria, el derrumbe, el ocio, en fin, todos los males que obligan al cubano a tirar sus ojos al vecino, a tratar de tirarlos más allá de 90 millas. Pienso que, en una Cuba libre, no será necesario la inclusión de dicha asignatura.
AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?
ACP- Los influencers cubanos claro que contribuyen a la liberación y desarrollo de Cuba. Digamos que son los ojos que pueden escudriñar la realidad cubana y compartir esta visión con el mundo entero; cosa que se le dificulta grandemente al cubano de a pie que está en la Isla. Por eso considero positivo el papel y la responsabilidad de estos influencers que mencionas. Ellos, además, tienen su propia lucha contra otros influencers que defienden a la dictadura. A veces es necesario estar lejos del objetivo para darse cuenta de las cosas: un buzo, por ejemplo, tendría que alejarse del objetivo en cuestión para darse cuenta que esa cosa que palpa es una ballena; esa es la función de los activistas e influencers cubanos: despertar al pueblo cubano, advertir que están en peligro mientras naden cerca de la bestia roja.
AA- ¿Qué tipo de influencia podría ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?
ACP- Sería una influencia necesaria, que ayude al cubano a desempolvar la parálisis total que ha sufrido por más de 60 años. Para esto, los cubanos que hemos vivido en el exilio tendremos también una tarea muy importante: ayudar a andar. Cuba y Estados Unidos siempre han sido pueblos hermanos; nos volveremos a abrazar y salir adelante, juntos, cuando seamos capaces de quitarnos las rancias cuerdas que nos separan.
AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?
ACP- Fíjate que nunca he pensado en eso. Sí he pensado en lo duro que debe ser no pensar después de la muerte, pero no me he detenido en la voluntad de qué hacer con mi cuerpo cuando Dios me llame. Preferiría, en lo personal, que mis restos fueran útiles; que los siembren bajo un árbol y servir, así, de abono, o que me hagan pienso para los peces. Me da lo mismo que me entierren o me incineren. Me da lo mismo si es en Cuba o en México: ambas tierras me vieron nacer (Cuba en lo físico y México en el espíritu). Con Dios, créeme que esas cosas no son relevantes. Él mandará a un muerto a que me entierre.
AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.
ACP- Tristeza.
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