Los integrantes de la Corriente Agramontista, de abogados independientes en Cuba, hicieron pública este 8 de julio la siguiente declaración humanitaria:
Declaración urgente
Los integrantes de la Corriente Agramontista (la más antigua y nutrida agrupación de abogados independientes de Cuba) hemos decidido emitir y circular el presente documento en razón de la situación especialmente crítica en la cual se encuentra sumida hoy nuestra patria.
En el plano económico, la situación del país ha sufrido desde hace años una evidente involución, la cual no ha hecho más que exacerbarse en este 2021 a raíz de la implantación de la llamada “Tarea Ordenamiento”, que ha representado un ataque feroz contra los ingresos reales del cubano de a pie. A las dificultades surgidas en este terreno a nivel mundial (que son reales), hay que agregar otros desastres de origen nacional, como la reciente zafra azucarera, que puede ser calificada como un verdadero desastre. En medio de esa ruinosa coyuntura económica, podemos constatar la profunda agudización de la situación epidemiológica relacionada con la presencia entre nosotros del virus Sars-COV-2. Y lo que es peor, sin perspectiva alguna de alcanzar una pronta mejoría.
En días recientes hemos visto, en la prensa independiente y las redes sociales, informaciones e imágenes sobrecogedoras, que ilustran la crítica situación de hacinamiento, precariedad y desamparo en la que se encuentran los enfermos que están en los hospitales de la Isla (al tiempo que otros, según las informaciones, ni siquiera han podido acceder a esos centros asistenciales). Impactan en ese sentido las noticias provenientes de Cárdenas, nuestra Ciudad-Bandera, convertida en epicentro de la epidemia. Pero los comentarios y fotos alarmantes abarcan también otras localidades de la provincia de Matanzas, así como de casi todo el país.
El régimen castrista ha anunciado el envío a esos puntos más afectados de algunos médicos recién graduados. Mejor sería —claro está— que dispusiesen el retorno a Cuba de los miembros de la Brigada “Henry Reeve”, que prestan servicios en medio mundo (y no sólo de unos pocos de ellos, como acaban de hacer). Esto permitiría no sólo que los enfermos recibieran la atención de verdaderos especialistas, también serviría para conjurar las acusaciones de “esclavitud moderna” que de modo insistente se emiten sobre esos profesionales de la salud. Al propio tiempo, el gobierno cubano ha optado por repetir lo que siempre ha hecho: enfrentar las severas críticas con una actitud triunfalista y consignas victoriosas, como la que enarbolan ahora, que afirma que ninguna provincia será abandonada.
Pero por encima de la retórica y los éxitos fingidos están las realidades apabullantes, que confirman que nuestra patria enfrenta una situación catastrófica, la cual sólo podemos esperar que se agrave aún más con el paso del tiempo.
Por ello la Corriente Agramontista estima imprescindible que las autoridades reconozcan que Cuba se halla sumida en una profunda crisis humanitaria, y que soliciten y acepten toda la ayuda (tanto asistencial, como en alimentos y fármacos) que puedan brindar las organizaciones internacionales (incluyendo el fondo de vacunas COVAX) y otros países. Y deberá permitirse que esta ayuda pueda ser recibida libremente no sólo por agentes gubernamentales sino también por ONGs y ciudadanos particulares, sin exclusiones, discriminaciones ni condicionamientos de clase alguna.
Al propio tiempo, pedimos a todas las mencionadas organizaciones internacionales y países extranjeros que, en la medida de sus respectivas posibilidades, respondan de modo positivo a esa solicitud tan pronto ella se formalice, lo cual agradecerá infinitamente el pueblo cubano.
Hacemos estos pedidos porque sólo de ese modo será posible conjurar la terrible catástrofe.
Cuba, 8 de julio de 2021
Por la Corriente Agramontista (en el orden en que lo firmaron):
Maybell Padilla Pérez
René Gómez Manzano
Serafín Martínez
Eduardo Ortiz Ramírez
Yuniesky San Martín Garcés
Roberto de Jesús Quiñones Haces
Hildebrando Chaviano Montes
Lázaro G. Godínez González