Consideraciones:
PRIMERA: Desde enero de 2018 se han documentado 183 agresiones a periodistas que trabajan en el país, según organizaciones nacionales e internacionales; y en los últimos meses ha ocurrido un aumento ostensible en los ataques;
SEGUNDA: Estos ataques hacen parte de una ola de represión a la prensa independiente, no oficial y no estatal, e incluyen detenciones arbitrarias, interrogatorios, intimidaciones sicológicas, agresiones verbales, allanamientos de domicilios, prohibiciones de salida del país, acoso sexual, ciberacoso, difamación, provocaciones en la vía pública y decomiso de medios de trabajo, entre otros;
TERCERA: Estos ataques hacen parte de una campaña sistemática del gobierno cubano con el propósito de acallar a quienes ejercen el periodismo independiente. A su vez, estas agresiones cercenan el derecho de la ciudadanía cubana a la información de interés público y, por tanto, le impiden acceder y participar en la toma de decisiones;
CUARTA: Para contribuir al desarrollo económico, social y cultural de cualquier sociedad contemporánea y de Cuba entre ellas, se requiere una discusión pública, abierta, sin trabas ni barreras, participativa, asertiva, basada en los hechos y las evidencias, guiada por el análisis inteligente, continuo, racional y sosegado de los acontecimientos;
QUINTA: Las y los periodistas somos mensajeros de los hechos cuyo conocimiento y difusión generan la discusión pública; nosotros también constituimos un grupo diverso, legítimo y autóctono;
SEXTA: Tener una prensa libre en Cuba es una condición fundamental para que el país pueda tramitar y resolver de mejor manera sus conflictos, retos y amenazas en pos del bienestar e interés de la sociedad cubana, de la que somos parte;
SÉPTIMA: De conformidad con el artículo tercero de la Constitución de la República de Cuba, la soberanía reside en el pueblo, del cual emana todo el poder del Estado; por lo que, como periodistas y parte de la sociedad, hacemos las siguientes declaraciones y exigencias en el ejercicio de esa soberanía y de nuestra voluntad libre, autónoma y colectiva.
Declaraciones:
PRIMERA: CONDENA. Rechazamos los ataques sistemáticos a la libertad de prensa y expresión en contra de varios periodistas por parte de las propias autoridades: sufrimos detenciones ilegales por largos y/o cortos períodos de tiempo; somos condenados a prisión, sometidos a interrogatorios y a técnicas de tortura sicológica; nuestros domicilios han sido allanados; se nos prohíbe salir del país; padecemos constante acoso, provocaciones y decomisos de los medios de trabajo, entre otras acciones.
SEGUNDA: LEGALIZACIÓN. Solicitamos que las autoridades cubanas otorguen carácter legal al ejercicio periodístico en el país y a los medios de comunicación independientes, no estatales.
TERCERA: DEROGACIÓN DE LEYES. Exigimos la derogación de toda ley, acto administrativo, decreto, resolución y norma que coarte la libertad de expresión o de prensa de cualquier periodista y medio de comunicación.
CUARTA: DERECHO A INFORMAR. Demandamos para todas las personas cubanas el derecho a informar y a recibir información veraz y objetiva; la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones; la libertad de fundar medios masivos de comunicación; la prohibición expresa de todas las formas de censura y la protección legal de las fuentes de información.
QUINTA: TRANSPARENCIA. Exigimos al gobierno poner a disposición de la ciudadanía y los periodistas toda la información generada por sus diversas instancias y ramas del poder, incluyendo datos abiertos, gratuitos, integrales, oportunos, permanentes y primarios que faciliten la fiscalización ciudadana de su gestión. También exigimos que impida, efectivamente, la censura previa, las restricciones a la circulación de contenidos de los medios, la imposición arbitraria de información, los obstáculos contra el libre flujo informativo y las limitaciones al libre ejercicio y movilización de los periodistas.
SEXTA: PROTECCIÓN. Demandamos que las autoridades prohíban las detenciones ilegales, presiones, uso y ejercicio de cualquier herramienta, mecanismo, modalidad de chantaje y coerción en contra de periodistas, en razón de los temas que investigan, lo que piensan, dicen y publican; y que incluyen, pero que no están limitadas a: las condenas a prisión, las detenciones temporales, los allanamientos de morada, las prohibiciones de salida del país o ingreso, la tortura sicológica, la destrucción o decomiso de sus materiales de trabajo, cualquier tipo de violencia o acto intimidatorio que coarte la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y de prensa. También exigimos que se castigue a quien incumpla este deber de protección.
SÉPTIMA: NO DISCRIMINACIÓN. Exigimos que las autoridades prohíban la discriminación a periodistas y medios de comunicación por motivos de su ejercicio periodístico.
OCTAVA: COMPROMISO. Periodistas y medios no estatales e independientes nos comprometemos ante la sociedad cubana a ejercer el oficio del periodismo con apego a la verdad y a la búsqueda de los hechos de interés público; a adoptar mecanismos internos que garanticen la verificación y precisión de nuestra información, así como la objetividad, imparcialidad y equidad; y a establecer una clara diferenciación entre información, opinión y mensajes comerciales. El logro de estos fines y la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos y son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios.
Firman: