Como en las inmersiones de fondo, aquí María Matienzo respira hondo inmediatamente antes de atravesar las profundidades de una obra que, como la de Virgilio Piñera, más que presentación amerita recreación. Particularmente, en Desmembrar el cuerpo… (Puente a la Vista, 2021) cocinamos a fuego lento Cuentos fríos, la obra quizá más conocida de uno de los escritores cubanos más relevantes del siglo XX.
“Nos devoramos a nosotros mismos, nos despedazamos entre nosotros mismos, padecemos una amargura disfrazada de felicidad, de risa sincera, que debe ser consecuencia del salitre que nos penetra hasta el tuétano, de ese mar por todas partes del que tomamos más conciencia en cuanto intentamos salir corriendo y la tierra se nos acaba”, afirma sugerentemente la autora en este libro evocador y al mismo tiempo quirúrgico, tajante investigación del espíritu de la letra, del alma de la idea, de la esencia del sujeto invocado entre los claroscuros del instante creativo.
La creación, a la enésima potencia, recorre Desmembrar el cuerpo… de la mano de la autora y su «objeto de recreo», si me permiten parafrasear el lugar común. Un devorar y ser devorado que genera, para ganancia del público lector, condimentación existencial y conocimiento poético. Un parto de dos para disfrute de todos.
María Matienzo nació en La Habana en 1979. Es editora, escritora y periodista. Ha colaborado en portales digitales como Havana Times, Cubanet y Diario de Cuba, y ha sido antologada en varias publicaciones nacionales e internacionales. Apocalipsis La Habana (Guantanamera) y Elizabeth aún juega a las muñecas (Hurón Azul) son dos de sus libros publicados. Editó la revista alternativa Voces y es miembro del Club de Escritores Independientes de Cuba. En el año 2020 fue seleccionada por la Fundación Internacional para las Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) como parte de la campaña que rinde homenaje a las mujeres periodistas más valientes en todo el mundo.