Como era de esperar, el Ministerio de Cultura de Cuba, dirigido por Alpidio Alonso, suspendió este jueves una reunión aplazada el 27 de noviembre pasado por el viceministro Fernando Rojas, cuando cientos de jóvenes escritores y artistas se plantaron frente a la sede del organismo en La Habana en solidaridad con el Movimiento San Isidro, pidiendo la libertad del rapero Denis Solís y el cese del acoso gubernamental contra la creación independiente.
En una clara apuesta por la desinformación y la incultura de la violencia y los mítines de repudio, Alonso tuiteó este viernes 4 de diciembre: «Con los mercenarios, no nos entendemos».
Echando mano una vez más a la gastada retórica nacionalista de priorización del enfrentamiento con Estados Unidos, el oficialista Cubarte aseguró que el «ministro de Cultura no se reunirá con personas que tienen contacto directo y reciben financiamiento, apoyo logístico y respaldo propagandístico del Gobierno de los Estados Unidos y sus funcionarios. Tampoco lo hará con medios de prensa financiados por agencias federales estadounidenses».
Por su parte, el tristemente célebre exministro Abel Prieto intentó otra vez dividir y criminalizar al pujante Movimiento San Isidro al asegurar, en el periódico propagandístico Granma, que «es necesario separar claramente la historieta de los marginales de San Isidro y lo sucedido en el Ministerio de Cultura. En el segundo caso, hay valiosos jóvenes que deben ser atendidos».
Según el oficialismo, los representantes del Movimiento San Isidro carecen «de legitimidad y ética para emplazar a las instituciones de la cultura cubana».
«El gobierno de Cuba pudo ejercer de mediador en las conversaciones de paz de Colombia, pudo negociar con Obama, ¿pero no puede negociar con sus artistas y con su pueblo?», se preguntó en Facebook la artista independiente Tania Bruguera, quien formara parte del grupo que intercambió con Rojas el 27 de noviembre pasado. «¿El gobierno cubano no puede responder un correo electrónico pidiendo garantías para un diálogo?»
Incluso el cantautor Silvio Rodríguez, tradicional defensor del régimen, escribió en su blog Segunda cita: «Da la impresión de que se agarraron de lo que fuera para suspender el diálogo, para quitárselo de arriba (suena a orientación superior). Un amigo me escribe: ‘Se les fue la mano. Ese pulseo sabían que no era ganable’. Y le respondí: No están preparados para ganar ningún pulseo que no sea el de los cojones. Pobres de nosotros».
La militarización de La Habana y otras ciudades de Cuba, así como el bloqueo oficialista de viviendas de artistas y escritores independientes, más múltiples secuestros express, han sido una constante en estos días, tras la manifestación frente al Ministerio de Cultura la pasada semana.