Constructores de la «nación cultural», como la llamara el poeta Angel Cuadra al momento de recibir la placa acreditativa del Premio Nacional de Literatura Independiente de Cuba ‘Gastón Baquero’ 2017, que ganara junto al también poeta y ensayista Rafael Almanza. Eso somos los escritores y artistas independientes –exiliados o insiliados, pero independientes–, constructores de la nación del futuro, para decirlo en palabras del empresario Miguel López Jr. durante el VIII Festival Vista de Miami:
«Soy en esencia un constructor, es mi profesión y mi pasión, es la misión de mi empresa, de modo que aquí me siento en casa, aquí todos somos constructores: Yo constructor de infraestructura para el desarrollo de la sociedad, ustedes constructores del alma del pueblo, porque la literatura de una nación es su corazón, es el sello que la caracteriza, es su propia esencia».
Instituido por el Instituto La Rosa Blanca, El Club de Escritores Independientes de Cuba y el proyecto Puente a la Vista con el objetivo de premiar la labor literaria de los escritores exiliados, ninguneados o censurados abiertamente por el oficialismo tanto en Cuba como en su periferia académica –así como para estimular la independencia literaria en la Isla tras cerca de 60 años de control estatal sobre las instituciones y actores culturales–, el Premio Nacional de Literatura Independiente ‘Gastón Baquero’ 2017 en la VIII edición de VISTA fue patrocinado por Rafael Marrero & Company y Miguel Lopez Jr. Asphalt Maintenance. Como uno de los coordinadores del evento, desde aquí quiero agradecer la sensibilidad y generosidad de estos empresarios y constructores, como la de todos aquellos que han contribuido al desarrollo de una cultura en libertad en la lucha por la libertad de Cuba. Porque, como también dijera durante el festival el poeta Joaquín Gálvez, uno de los jurados del ‘Gastón Baquero’, los premiados, Angel Cuadra y Rafael Almanza, son:
«Dos ejemplos de escritores que optaron por el camino opuesto al de la cultura oficial; ese camino escabroso, pero digno, por el que hay que pagar un precio: la cárcel, el ostracismo, el exilio o el insilio. Ambos ganadores son legítimos merecedores de este premio por la calidad literaria de sus respectivas obras, así como por el grado de independencia en que la han realizado».
Y porque, indudablemente, entre constructores toca seguir construyendo la cultura del presente, que es –al decir de Cuadra– la nación del futuro.