Nueve días en homenaje a las víctimas. A las tres niñas cubanas fallecidas por un derrumbe en enero pasado en La Habana Vieja. Es el performance que el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara ejecuta por las calles habaneras portando un casco azul de la construcción con el siguiente enunciado:
Los niños nacieron para ser felices
no para morir en derrumbes
“Se trata de una especie de grito de auxilio”, expresó el creador independiente en su página de Facebook, y pidió que se le entreguen cascos protectores a los niños en Cuba como parte de su uniforme escolar.
«Son 60 años de inmovilidad, de que el Estado ni siquiera permita reparar nuestras casas», expresó, culpando al regimen del deterioro y la prohibición generalizados en la Isla.
“Acaba de caerse una reja de un balcón al doblar de mi casa… parece casual pero no: así está La Habana (por suerte nadie pasaba)”, enunció en otro video de su página Otero Alcántara.
Recientemente el régimen cubano impidió un homenaje popular a las tres niñas fallecidas, María Karla Fuentes (12 años), Lisnavy Valdés Rodríguez (12) y Rocío García Nápoles (11), tras el derrumbe de finales de enero pasado en las calles Revillagigedo y Vives, en el barrio de Jesús María.