El escritor e investigador Arsenio Rodríguez Quintana responde las cuatro preguntas esenciales de nuestra página, una manera práctica de profundizar, con el creador, en su obra y sus experiencias:
Cuéntenos sobre sus inicios en la literatura. ¿Qué le impulsó a escribir y cuáles fueron sus primeros textos?
Me impulsó a escribir nada menos que la obligatoriedad de que me encerraran durante tres años, con diecisiete años, en el SMO (Servicio Militar Obligatorio: 1983-1986). Nada menos que en un sitio que se llamaba El Calvario, en San Miguel del Padrón, en La Habana. O sea, “un martirio revolucionario y cristiano”. Saber que en el Monte del Calvario crucificaron a Cristo, era una pesadilla. Siempre he odiado las armas y tener que manipular un AKM (que tenía asignada como todos) y ver cómo amigos se daban tiros en las piernas y brazos para coger la baja, era demoledor.
Allí, en el contexto de las guardias de cada día, con madrugadas larguísimas en las postas por las cuales sabíamos que no iban a entrar ningún norteamericano, donde algunos se masturbaban, otros leían o dormían, comencé a escribir con rigor y continuidad. Tenía algunos poemas con catorce años a una novia dominicana que me había roto el corazón al irse, pero no eran literarios.
Un día un oficial hizo un taller literario y llevé mis poemas, y me dijo que yo no necesitaba el taller, que yo era escritor. Esos poemas los envié al concurso 8 de Marzo y gané el Primer Premio que me entregó el profesor y catedrático de la facultad de humanidades, e investigador literario, Salvador Redonet Cook, y el poeta Bladimir Zamora. Uno me dijo que, además de poeta, Redonet era narrador, y el otro Zamora, que llevaba la sección “Por primera vez” en la revista El caimán barbudo, se los llevó para publicarlos.
Así publiqué mis primeros dos poemas en 1988, en esa sección del Caimán en Cuba; mientras mis primeros poemas en el extranjero fueron en la revista Diserta de México; mi primer cuento lo publiqué en Naranja dulce (1989), un suplemento de El caimán barbudo. El cuento se llamaba Nadja, como la protagonista del libro de André Bretón con la cual yo estaba fascinado. “Es un cuento erótico y puse a esa Nadja francesa a patinar por el malecón habanero mientras se masturbaba friccionándose bien las piernas por encima del muro…”
Defina o mencione, por favor, aquello que los lectores descubrirán, o conocerán, a través de sus libros.
Brevemente es difícil cuando tienes doce libros publicados en veinte años. Libros en prosa, en verso y cuentos:
-La caída y otros deseos (2000). Publicado en la Isla, en este libro relato las angustias sociales y de vida de una joven de 17 años en la Cuba de los años ochenta y noventa. Son cuentos.
-Síndrome de Ulises (2004). Es un libro sobre la nostalgia de haber dejado un país y descubrir que Europa también puede serlo.
-Me hubiese encantado parir a mi hija. El resumen de ser el padre cubano de una niña catalana con la cual viajas por más de quince ciudades europeas. Lo que aprendes de ella y algo esencial: Lo que no sabemos del país al que llegas por no haber tenido infancia aquí.
–Me gusta dar de comer a los elefantes. Poemas y textos en prosa sobre mi vida en Europa, las relaciones hecha poemas, los viajes y la vida en París, Londres, Barcelona y mis amigos.
-Notas escritas en Sant Cugat del Vallès. Pandemia y quarantine. Es el impacto de vivir en un pueblo que ha crecido en mil años a la sombra de un monasterio románico mediaeval. La segunda parte son los textos que escribí en 99 días de encierro por pandemia. Mi último libro lo colgué el 21 de junio.
Libros de no ficción, de historia e investigación o catálogos:
-Je me souviens (2012) es un catálogo de fotos de Sarah Caron, publicado por Musée Mougins en el sur de Francia, donde escribí todos los textos que tradujeron al francés.
-Del Procés a la República (2018.) Es mi visión histórica contada de forma amena del Procés de independencia de Catalunya del 2006 hasta 2017.
–Cuba i Catalunya Influencias Mutuas (2019). Son las raíces culturales que unen estos dos pueblos. En lo arquitectónico, en lo musical, en lo social.
–El Curso Délfico y Confluencias musicales de José Lezama Lima. En coautoría con Manuel Pereira. Aquí son dos visiones de Lezama. Su Curso Délfico, del cual Pereira fue discípulo directo, y casi todo lo que Lezama escribió sobre música dentro de sus libros y ensayos.
–Historia del Malecón Habanero. (2019) Nadie antes había publicado un monográfico histórico del malecón habanero. Llevaba 25 años investigando esta zona arquitectónica de La Habana desde que fui investigador en el Archivo Nacional de Cuba.
–La música entre Cuba i Catalunya. Es un nacimiento natural tras Cuba i Catalunya. Influencias mutuas, una ampliación del descubrimiento de grandes músicos catalanes y profesores que enseñaron en Cuba y muchos cubanos que enseñan hoy en Catalunya o viven en ella.
Mencione tres autores o libros que considere fundamentales o que le hayan inspirado o influido durante su trayectoria creativa.
José Lezama Lima, cuyo poema Rapsodia para el mulo puso Juan Carlos Mirabal en mis manos, al salir del ejército, y cambió mi vida. Pero sin dudas Paradiso, su novela, es el universo en el que quiero vivir literariamente y morir. Los cuentos de Virgilio Piñera me gustaron, pero fue Jorge Luis Borges, sus cuentos y ensayos, lo que me rajó la vida. Sobre todo, por esa dualidad de investigador y creador, dos almas que llevo dentro. Manuel Mujica Laínez con la novela Bomarzo, y Cortázar con Rayuela, son los culpables absolutos de que viva en Europa. No obstante, Virginia Woolf y Joyce ya me habían anticipado cómo sería mi vida aquí. Para transpirar y asimilar haberme ido de Cuba y resistir sin volver 20 años, están Guillermo Cabrera Infante y Milán Kundera, quienes me han llevado a Praga y Londres como Cortázar a París y Laínez a Italia y Florencia.
Va a parecer un tópico pero tuve que releerme Don Quijote para escribir una introducción a sus capítulos escritos sobre Barcelona para el libro Don Quijote. Visión de Barcelona, editado por Linkgua. Descubrí que amo a Cervantes de manera brutal, leerlo viviendo en España y recorriendo los lugares donde él escribió ha sido una delicia.
A partir de las nuevas teorías cuánticas según las cuales la esencia del universo no es la materia ni la energía, sino la información, ¿estamos a punto de descubrir que la vida es literatura?
Si la vida no fuese literatura para mí, nunca hubiese escrito Señales sobre Egipto. Tras leerme en La Habana de los ochenta el libro sobre los tesoros de la tumba Tutankamón que descubrió Howard Carter. Otro ejemplo. Al llegar a Sevilla, año 2000, terminé recogiendo olivas en un pueblo de Córdoba, y allí mi amigo y profesor de la Universidad internacional de Miami, Luis Duno, me dijo que estaban recogiendo ensayos para un número de la revista hispana de la universidad de Pittsburg que dedicarían a la literatura de grandes autores. Yo estaba recogiendo olivas tras haber sido en Cuba historiador. Estaba muy deprimido, y ponerme a escribir un ensayo sobre Las confluencias musicales de Lezama Lima me salvó la vida. Hoy ese ensayo está en 768 universidades de todo el mundo a través del sistema de préstamos por una de las redes universales más prestigiosas. Último ejemplo: desde que salí de Barcelona hace un año y me vine a quince minutos de esta gran ciudad en Sant Cugat del Vallès, comencé a escribir textos sobre este pueblo, cuya naturaleza te arropa en una doble piel. La elegida para vivir con nombre de mujer, y la naturaleza que me hace escribir sobre esta vida. O sea, la literatura es una forma de respiración incondicional en mí, que me ayuda a saltar abismos y sobreponerme a casi todo, incluso al impacto de haber vuelto a encontrar el amor.
Arsenio Rodríguez Quintana nació en 1964 en La Habana. Vive en Europa desde 1999: París, Sevilla y Barcelona en ese orden. En veinte años ha publicado once libros de literatura e historia. Ha ganado premios literarios en Cuba. Participó en el Diccionario de rock latino (SGAE), en el año 2000. Ha escrito sobre música en la revista Encuentro de la Cultura Cubana (2000-2007). Su blog rebasa la cifra de un millón doscientas mil vistas. Asiduamente, imparte charlas y conferencias en Catalunya. Dirige la Editorial Muntaner (independiente) desde 2018, donde además de publicar sus libros brinda servicios editoriales a instituciones y creadores.