El 11 de mayo de 2019 estaba presentando mi novela Aquí lo que hay es que irse, en la tertulia La Otra Esquina de las Palabras, de Joaquín Gálvez, en el agradable Café Demetrio en Coral Gables, Miami.
Recuerdo cómo, después de la presentación de mi libro que hizo Jose Hugo Fernandez, reseña que todavía me conmueve si la leo, entre aquel público de cubanos exiliados, yo defendía el hecho de permanecer en Cuba porque me sentía parte de un proceso de cambio, de un grupo de artistas que reclamaban una plataforma para el arte independiente. Parte de un país en tránsito.
Parece que un tornado arrasó con aquel optimismo y el título de esa novela cobra hoy una fuerza alarmante, a pesar de que ya no existe la ley ‘Pies secos, pies mojados’.
Pero quién sabe. Dicen que la luz está más cerca justo cuando el túnel es más oscuro e impenetrable.