Este poema de Vicente Echerri sirve de epílogo a su primer poemario Luz en la piedra (escrito enteramente en Cuba y publicado en Madrid en 1986), que aparece íntegro en Estancia en los sentidos. Este último libro recoge casi toda la poesía del autor y fue publicado por Biblioteca Nueva, también en Madrid, en 2018.
A Carlos Gómez
¡Aprovechad la noche, medradores,
que las sentencias se cumplirán al alba!
Grises, mezquinas gentes
que andan perdiendo el tiempo en asambleas
en estar a la moda
en recepciones…
sin fijarse en las rosas
o en si la calle es húmeda
o es triste
o si en los cenicientos edificios
componen o deliran,
¡tan desvelados apuntando en agendas!
Sin saber
que nada más que llegarán al alba.
Al alba sonará el trompeteo estentóreo
de los alucinados,
al alba las estrellas cumplirán
su aplazada venganza,
y las flores clausurarán las puertas
para siempre
de los enlevitados funcionarios
y los buenos oficios de la paz
comenzarán a hacerse en los teatros
y prisa se volverá una mala palabra.
Al alba, los adolescentes,
desnudos,
saldrán a improvisar los epitafios,
y los hombres de mirada verde
celebrarán conciertos en las comisarías
y los juglares vigilarán el tránsito
y los estantes se colmarán
de títulos prohibidos
y los excomulgados
irán a patinar a los despachos.
Ventrudos de los tragos y tabacos
puntuales
que tenéis en las manos los últimos best sellers
y proscribís los cantos.
Mayordomos,
que confundís un cuadro
con un par de zapatos,
y el amor con las fornicaciones
y la honra con un cargo.
Traficantes,
en el día que se anuncia
no pasaréis del alba.
¡Aprovechad la noche!,
autores de decretos
distribuidores de la primavera,
casuistas entorchados
fabricantes de slogans…
¡Aprovechad la noche,
que una constelación de afiebrados poetas
os hará ejecutar
definitivamente
al alba!