Native Moments, breve poema de Walt Whitman, bullente de desafiante homoerotismo e inconveniencias sociales, por momentos casi procaz, pero en verdad hermoso, motivó a varios escritores de nuestra lengua —tanto famosos como desconocidos y cada uno obrando por su cuenta— a traducirlo al español. Y este «ejercicio», si así puede llamársele, sirve para ilustrar las variaciones textuales que puede consentir una traducción, con mayor grado de felicidad y acierto, y también para reafirmarnos el criterio de que cualquier traducción, especialmente en el caso de la poesía, es aproximativa y siempre ha de dejarnos la duda —mayor aún cuando se hace a partir de lenguas que no dominamos— sobre cuán fiel ha sido al original. Esa duda está en la raíz de las reiteradas traducciones que se han hecho, a lo largo del tiempo, de algunos textos —religiosos, filosóficos, literarios, científicos— cuya importancia justifica el esfuerzo precario que se ilustra, encapsuladamente, en las versiones al español de este poema:
Variantes de una traducción
Walt Whitman
NATIVE MOMENTS
Native moments —when you come upon me— ah you are here now,
Give me now libidinous joys only,
Give me the drench of my passions, give me life coarse and rank,
To-day I go consort with Nature’s darlings, to-night too,
I am for those who believe in loose delights,
I share the midnight orgies of young men,
I dance with the dancers and drink with the drinkers,
The echoes ring with our indecent calls, I pick out some low
person for my dearest friend,
He shall be lawless, rude, illiterate, he shall be one condemn’d
by others for deeds done,
I will play a part no longer, why should I exile myself from
my companions?
O you shunn’d persons, I at least do not shun you,
I come forthwith in your midst, I will be your poet,
I will be more to you than to any of the rest.
Concha Zardoya
SENCILLOS INSTANTES
Sencillos instantes, ¿cuándo venís a mí? ¡Ah!
¡heos aquí, al presente!
¡No me otorgáis ahora más que alegría lujuriosa!
¡Dad fin a mis pasiones! ¡Dadme la vida bestia!
Hoy iré en compañía de los queridos hijos de la
Naturaleza, y esta noche también;
Me dirijo a los que creen en las voluptuosidades
Disolutas.
Exijo mi parte en vuestras orgías de medianoche,
jóvenes.
Bailo con los bailarines y brindo con los que brindan;
resuene el eco de nuestros gritos indecentes; escojo
por mi más querido amigo a un cualquiera;
yo lo quiero insumiso, rudo, inculto; lo quiero
condenado por los otros a causa de sus faltas.
No representaré una farsa por más tiempo. ¿Por qué
habría de apartarme de mis verdaderos
camaradas?
¡Oh vosotros, a los cuales se aparta! Yo, al menos,
no me alejo de vuestro lado;
me mezclo con vosotros libremente, quiero ser
vuestro poeta;
quiero ser para vosotros más que todos los demás.
Jorge Luis Borges
MOMENTOS ELEMENTALES
Momentos elementales —cuando me sorprendéis—
¡oh, ahora estáis aquí!
Sólo os pido los goces de la lascivia,
El chorro de mi pasión, la vida exuberante y grosera,
Hoy iré en busca de los hijos predilectos de la
Naturaleza y esta noche también,
Yo soy de los que creen en goces carnales, comparto
las orgías de los muchachos a medianoche,
Bailo con los que bailan y bebo con los que beben,
Resuena el eco de nuestros gritos indecentes, elijo para
amigo preferido la persona más baja,
Será rebelde, rudo, iletrado, será uno que los otros
condenan por sus delitos,
No seguiré representando, ¿por qué habré de renunciar
a mis compañeros?
¡Ah, gente a la que todos rehuyen, yo al menos no
huyo de vosotros,
Me mezclo con vosotros, seré vuestro poeta,
Seré más para vosotros que para nadie!
Enrique López Castellón
MOMENTOS SENCILLOS
Momentos sencillos, ¿cuándo venís a mí? ¡Oh!
¡Habéis venido!
Sólo os pido el placer lujurioso,
Descargar mi pasión, vivir exuberante la vida de
las bestias.
Iré a buscar a los hijos queridos de la naturaleza,
Incluso por la noche,
Yo soy de los que creen en los goces carnales,
reclamo mi lugar en la orgía juvenil y nocturna,
Bailo con los que bailan y alzo mi copa con los
que la alzan,
Resuenan los ecos de gritos indecentes, elijo como amigo
al primero que veo, elijo al más bribón;
Yo lo quiero insumiso, rudo, inculto, condenado
por todos a causa de sus faltas,
No seguiré representando farsas por más tiempo,
¿por qué no he de vivir entre mis camaradas?
Vosotros, de los que todos huyen, yo no pienso
alejarme jamás de vuestro lado,
Me uniré a vuestro grupo, seré vuestro poeta,
Os prefiero a vosotros por encima de todos.
Francisco Alexander
INSTANTES PRIMITIVOS
Instantes primitivos —cuando me sorprendéis— ¡oh, aquí
estáis!
No me deis ahora más alegrías lascivas,
Dadme el diluvio de mis pasiones, dadme la vida grosera y
obscena.
Hoy día me voy en compañía de los hijos predilectos de la
Naturaleza, y esta noche también,
Me atengo a aquellos que creen en los placeres licenciosos,
participo en las orgías de medianoche de los jóvenes,
Resuena el eco de nuestros gritos indecentes, elijo para amigo
predilecto a una persona de baja condición:
Habrá de ser licenciosa, ruda, inculta, tendrá que haber sido
sentenciada por sus transgresiones,
Yo no quiero fingir, ¿por qué he de desterrarme de mis
compañeros?
¡Oh, vosotros de quienes las gentes huyen, yo al menos no
huyo de vosotros!
Me asocio a vosotros, quiero ser vuestro poeta,
Quiero merecer de vosotros antes que de los demás.
Impulsos primitivos, cuando llegáis como ahora a mí
Vicente Echerri
MOMENTOS PRIMORDIALES
Momentos primordiales, al asaltarme como lo hacéis ahora
dadme sólo los júbilos lascivos,
dadme la inundación de mis pasiones,
dadme la vida ordinaria y vulgar.
Voy a juntarme con los favoritos de la naturaleza,
esta noche también.
Soy el campeón de los que creen en goces disolutos,
comparto a medianoche las orgías de los jóvenes,
bailo con los que bailan y bebo con los ebrios
y nuestros indecentes clamores repercuten.
Elijo a algún canalla como mi amigo íntimo,
será desaforado, tosco y analfabeto,
aquel a quien condenan por lo que ha cometido.
No seguiré fingiendo, ¿por qué habré de privarme
de estar con mis iguales?
Oh, seres marginales, yo al menos no os margino.
Me planto entre vosotros, seré vuestro poeta,
más vuestro que de nadie.