La represión contra los artistas independientes no cesa en Cuba y el Movimiento San Isidro continúa siendo el epicentro de las arremetidas de la policía política. Este miércoles, “en camino a denunciar los abusos de la policía en Cuba”, fueron detenidos varios de sus miembros.
Las curadoras Claudia Genlui Hidalgo y Anamely Ramos, y el performer Luis Manuel Otero Alcántara, fueron detenidos en horas de la mañana de hoy, y el rapero Maykel Castillo (Osorbo) había sido secuestrado la noche anterior en La Habana.
La curadora Anamely Ramos fue interceptada en Centro Habana por un automóvil rojo con matrícula P240062, que la estuvo siguiendo durante un tiempo, según confirmó la artista Camila Lobón a través de Diario de Cuba.
«Si no están detenidos por la policía, ¿dónde están? Secuestrados por la Seguridad del Estado, que libremente secuestra ciudadanos en plena calle», publicó Lobón en Facebook.
Horas antes de la desaparición de los artistas, el Movimiento San Isidro publicaba la siguiente declaración en Facebook, relacionada con anteriores abusos:
Declaración oficial del Movimiento San Isidro:
En los últimos meses, durante la pandemia generada por el Covid-19, los funcionarios policiales bajo la dependencia del Ministerio del Interior (MINIT) han agredido a la población bajo la excusa de la excepcionalidad sanitaria. De manera que el país enfrenta una compleja situación a la que se suman el desabastecimiento de alimentos e insumos básicos, el déficit de servicios públicos y el ya mencionado uso desproporcionado de la fuerza policial para el control de la contingencia.
Es alarmante la aplicación de la justicia de forma sumaria, transmitida en la televisión nacional diariamente en horario nocturno, en la que se juzga de manera ilegal, violando el derecho a la defensa y el debido proceso, a cualquier ciudadano cubano. De acuerdo al gobierno, es una herramienta ejemplarizante para atender la pandemia. Cabe destacar que, aunque después de la Reforma Constitucional se hicieran algunos cambios en las estructuras de gobierno políticogeográficas, éstas solo han sido nominales y no corresponden a una modificación en el ejercicio del poder o en la distribución de funciones. El Partido Comunista de Cuba continúa dirigiendo los destinos del país, conformándose como una supra autoridad; el presidente y el resto de los poderes públicos están supeditados a los mandatos del partido.
Los hechos anteriores son solo elementos de una realidad muy compleja y de larga data a la que nos hemos enfrentado los cubanos y exponen como hay serios agravantes en la violación continuada de derechos humanos. En este sentido denunciamos:
La noche del viernes 12 de junio, sobre las 12:00 a.m., fueron arrestados los ciudadanos Maykel Castillo y Luis Manuel Otero Alcántara, rapero y artista plástico respectivamente, en las afueras de su domicilio; supuestamente, el primero por bajarse levemente su mascarilla o cubre bocas, el segundo por pretender grabar el arresto. Ya dentro de la patrulla número 518 y llegando a la estación policial de Cuba y Chacón, en la Habana Vieja, estando esposados, fueron violentamente golpeados por los funcionarios de la Policía Nacional Revolucionaria, usando sus bastones. El primer agresor fue el oficial que conducía la unidad policial y se sumaron alrededor de diez (10) funcionarios más que estaban de guardia en la estación indicada. Todos sin usar mascarillas o cubre bocas. Los registros fotográficos evidencian golpes y heridas en rostro, espalda y piernas tanto de Castillo como de Otero Alcántara.
Posteriormente un grupo de amigos acude a la estación policial para conocer del estado de dicha detención arbitraria. Una de estas personas, la ciudadana Anamely Ramos, quien solicitó al oficial que se encontraba en la puerta principal permiso verbal para acceder a la zona de atención al público, es interceptada por una oficial mujer quien no portaba uniforme, impidiéndole el paso. Anamely insistía que había sido autorizada y la supuesta oficial continuaba negándole el acceso, llegaron entre seis (6) y siete (7) agentes, que presenciaron e intervinieron en la discusión, la fueron guiando hacia la puerta de salida y en ese momento la supuesta oficial le hizo una llave, la tiró causándole golpes y heridas en la cara y en la boca.
Tanto a los dos primeros detenidos y lesionados, como a la segunda agredida, se les negó asistencia médica a tiempo. Solo en la mañana siguiente fueron trasladados a un policlínico, donde rechazaron entregarles copia del certificado por lesiones. Se les impidió realizar una denuncia in situ por malos tratos y abuso policial, y antes de salir de la estación fueron interrogados por agentes de la Seguridad el Estado, quienes justificaron las agresiones cometidas por los funcionarios policiales como “una fisura o falla del sistema”. Los detenidos fueron liberados bajo la acusación por daños y desacato.
La Constitución vigente establece:
ARTICULO 42. Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, genero, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana.
Todas tienen derecho a disfrutar de los mismos espacios públicos y establecimientos de servicios. Asimismo, reciben igual salario por igual trabajo, sin discriminación alguna. La violación del principio de igualdad está proscrita y es sancionada por la ley.
Este y otros derechos fueron violados por los funcionarios de la Policía Nacional Revolucionaria en los hechos narrados anteriormente, los cuales también están reconocidos en los pactos y convenios internacionales que establecen estándares de protección de derechos humanos.
La actuación de los funcionarios policiales además representa una amenaza para la propagación de la pandemia, ya que ninguno portaba la debida mascarilla o cubre bocas. De manera que desde quienes deben garantizar seguridad se vulnera a la población, exponiendo su salud y haciendo uso excesivo de la fuerza.
Por todo lo antes descrito, Movimiento San Isidro plantea una serie de acciones:
- Anunciamos la campaña NO VIOLENCIA POLICIAL para exigir a las autoridades el cese de estas prácticas abusivas y violatorias de los derechos humanos.
- Hacemos un llamado a los medios de comunicación nacionales para que hagan cobertura veraz de los sucesos, especialmente durante el Covid-19, ya que su parcialidad niega el derecho a la información y lesiona el derecho a la salud y a la vida de todos los cubanos.
- EXIGIMOS, el procesamiento inmediato de los funcionarios implicados en los eventos narrados bajo las leyes y la jurisdicción aplicables, basados en los Artículos constitucionales:
ARTICULO 98. Toda persona que sufriere daño o perjuicio causado indebidamente por directivos, funcionarios y empleados del Estado con motivo del ejercicio de las funciones propias de sus cargos, tiene derecho a reclamar y obtener la correspondiente reparación o indemnización en la forma que establece la ley
ARTICULO 99. La persona a la que se le vulneren los derechos consagrados en esta Constitución y, como consecuencia sufriere daño o perjuicio por órganos del Estado, sus directivos, funcionarios o empleados, con motivo de la acción u omisión indebida de sus funciones, así́ como por particulares o por entes no estatales, tiene derecho a reclamar ante los tribunales la restitución de los derechos y obtener, de conformidad con la ley, la correspondiente reparación o indemnización.
La ley establece aquellos derechos amparados por esta garantía, y el procedimiento preferente, expedito y concentrado para su cumplimiento.
- Finalmente, exhortamos a las organizaciones internacionales de protección y defensa de derechos humanos a continuar con el seguimiento de la situación de derechos humanos en Cuba en aras de disminuir la represión a la disidencia y la restricción a las libertades
Movimiento San Isidro te invita, cubana y cubano dentro o fuera del país, a incorporarte a nuestras acciones por una Cuba de libertades plenas.
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