La multinacional Amazon, cuyas sucursales se extienden a lo largo y ancho del planeta, cerró contrato este fin de semana para inflar viviendas en Cuba, eternizando así el mayúsculo problema habitacional que arrastra el régimen cubano desde los tempranos años sesenta del siglo pasado.
Tras el éxito de sus yates de goma, Amazon creyó prudente explorar la posibilidad de inflar casas de goma en Cuba, un país donde la excesiva promiscuidad hace prácticamente imposible el despegue socioeconómico, pero luego de estar a punto de sellar contrato con el mismísimo Raúl Castro –en el poder tras bambalinas— tuvo que cerrarlo.
“Raúl Castro nos bloqueó y tuvimos que cerrarlo”, explicó a la redacción de nuestro semanario humorístico Arroz con Mango uno de los ejecutivos de la empresa que prefirió permanecer en el anonimato (el ejecutivo).
Amazon comenzó a vender en 2019 el popularmente bautizado ‘yate para pobres’ (su nombre real es ‘Inflatable Bay Breeze Boat Party Island’), un barco hinchable convertido en la alternativa perfecta para que disfruten en alta mar “aquellos que no tienen dinero para costearse un barco real”.
El yate de goma tiene espacio para hasta seis personas “y se divide en dos áreas de asientos en la parte delantera y trasera. También tiene ocho posavasos y un enfriador de bebidas incorporado. El hinchable no tiene motor y, por lo tanto, no se puede utilizar para navegar”.
Ya en el otoño del año pasado, no obstante, la posibilidad de una avalancha náutica hacia Cuba en estos botes de goma, tras la previa incorporación de motores a su vez plásticos, había rondado las mentes de los ejecutivos de la empresa: