El mayor Alejandro, de la policía política cubana, amenazó en la noche del martes 2 de octubre al productor del álbum musical que yo estaba grabando, junto al rapero Osvaldo Navarro (Navy Pro), y que pensaba concluir en las próximas semanas.
Por tal razón no es posible continuar con el trabajo, lo cual es una clara manifestación de censura contra el arte independiente.
La medida punitiva se agrega a otras que nos vienen aplicando desde el mes de agosto a mí y a mi esposa Nancy Alfaya por su desempeño como promotora cultural y activista social en defensa de los derechos de la mujer.
En el interrogatorio de cuatro horas a que fue sometida el pasado 30 de septiembre, por el referido agente, este le advirtió que impediría la culminación de mi proyecto musical, lo cual definitivamente cumplió sin medias tintas.
El oficial Alejandro le insistió en que, si no se convertía en informante de ellos, elevarían el nivel de la represión contra nosotros y este nuevo episodio represivo confirma las advertencias.
Este acto se enmarca dentro del Decreto 349 que busca la eliminación de las manifestaciones artísticas que no estén bajo el control de las instituciones estatales.
Hago un llamado a la comunidad internacional para que reaccione ante este interminable ciclo de vejaciones y otros atentados contra la dignidad humana por el mero hecho de no comulgar con las políticas del partido único que coartan las libertades individuales y criminalizan el disenso.