Un buen título para un buen libro, Doce entrevistas para Nota del Cielo (Neo Club Ediciones / 2018), que tuve el honor y el placer de presentar el pasado 4 de agosto 2018 en Vista, Festival independiente de arte y literatura, en Miami, en su IX edición.
La primera vez que supe de la existencia de Mario Félix Lleonart Barroso, fue hace unos años en un video llegado desde Cuba, donde su esposa, Yoaxis Marcheco, gritaba su nombre, y en el que se veía como se llevaban a Mario en un carro de la policía política. Luego, por suerte, nos conocimos y hemos compartido en varias ocasiones. La impactante impresión de ese video, no se me olvidará nunca. Así que tener el libro entre mis manos y la responsabilidad de presentarlo, fue algo que en verdad superaba mis expectativas.
Nota del Cielo es una revista dirigida fundamentalmente a jóvenes evangélicos, y hecha por ellos mismos, pero no se limita a tratar temas relacionados con lo religioso sino que también incursionan sus redactores en diversos asuntos de la cultura y la sociedad. La crea el pastor Mario Félix luego de un viaje a Checoslovaquia donde visita la redacción de la revista Nota Nebe.
En el libro, brevemente, entre la presentación del director Lázaro Daniel González Veliz y las palabras del propio Mario Félix, nos enteramos de la historia y motivaciones de esta revista, que circula en Cuba vía internet gracias a zapya, aplicación para teléfonos celulares off line y, a pesar de las dificultades que enfrenta por ser en la Isla una publicación independiente, algunos números han podido ser impresos.
Los tres primeros números fueron presentados el 24 de julio del 2016 en el Instituto Patmos, organización civil cubana fundada en Taguayabón, Cuba. Ya había sido presentada el 20 de julio en la Embajada de la República Checa, a propósito de un encuentro de los ganadores más recientes del premio “Franz Kafka”. Y en julio 31 conocimos en Miami la revista, precisamente, en el Festival Vista de ese año, en un panel de revistas independientes cubanas.
Los redactores de Nota del Cielo son jóvenes, casi adolescentes, estudiantes en su mayoría de bachillerato. Lo que, sin dudas, es un gran reto cada salida de esta publicación, que es también un puente entre los jóvenes cubanos y los checos, donde gracias a la tecnología, las barreras del idioma y la distancia, no son grandes obstáculos, en virtud de la aldea global en que vivimos.
En la revista cubana se publican artículos de la revista checa y viceversa, así que leer Nota del Cielo es como asomarse a las ventanas de nuestra actualidad y nos ayuda a comprender mucho mejor nuestro mundo. Y aun, cuando, por protección, los redactores y colaboradores solo aparecen con sus iniciales, no deja de ser un gran acto de valentía por parte de estos jóvenes. Ciertamente, Nota del Cielo es el resultado del esfuerzo, del sentido de libertad y de amor que ninguna dictadura puede exterminar aunque cada día lo intente.
Estas doce entrevistas que hoy encontramos en este libro publicado por Neo Club Ediciones son el resultado del trabajo incansable del Pastor Lleonart con los jóvenes de la revista. Se comprometió a mantener la sección y así ha cumplido.
Leer estas doce entrevistas, es mucho más que acercarnos a doce personajes,es acercarnos a doce puntos de vista, a doce hermosos seres que no fueron escogidos al azar, sino respondiendo a los intereses de la revista y de lo que significa cada uno de ellos.
Doce personajes entrevistados: Unos más conocidos que otros; otros con más influencia local o internacional; todos se mueven en algún sector de interés social. Yo diría que la selección de los entrevistados merece ya de entrada un aplauso para Mario. Y un segundo aplauso, por haberlas conseguido. El autor en cada entrevista, presenta al entrevistado de ocasión, presumo que así salieron originalmente en Nota del Cielo. Hace una presentación más bien breve, pero suficiente para situar al lector a quién y a qué se va a enfrentar.
Sin dudas resalta entre los entrevistados la tan conocida ex secretaria de estado de Estados Unidos de América, Madeleine Albright . Tenía once, once años, cuando llegó a este país, a Estados Unidos, como judía refugiada, y venía de un barrio llamado Smichov, que significa en español “Risa” y por eso dice a Mario Felix: “Por serio que se haya puesto el mundo, sigo creyendo en un lugar llamado smichov”.
Esta mujer se nos presenta como ejemplo de lo que puede llegar a ser, a construir , un inmigrante en este país si se lo propone y aprovecha las oportunidades. Conocemos más de su vida y su labor, y nos deja la sensación de que realmente la hemos conocido.
Igual sucede con los demás personajes del libro. El autor guarda el mismo respeto y admiración hacia el más conocido, como el que no lo es tanto. Los entrevistados tienen voz propia. El autor se arriesga con sus preguntas, que van orientando el texto hacia la organicidad y comprensión de los temas abordados durante este encuentro entre Mario Félix y las personalidades.
Las entrevistas a Daína Chaviano, Yamil Díaz Gómez, Dagoberto Valdés, Inalkis Rodríguez Lora, Alberto Roldán, Marco Antonio Ramos, Danay Suárez Fernández, Oscander Rodríguez Frometa….y otros como David de Omni, y la de mi amigo Vicente Echerri: unas realizadas en correspondencia con el dossier de ocasión de la revista; otras, por coincidencias y oportunidades: todas con algún viso de misterio por la vida. Cada una marcada por la impronta del entrevistado.
Para no olvidar la entrevista con la fotógrafa y periodista, la número doce y que cierra el libro: “Hana Jakrlova: elegí Cuba, o tal vez Cuba me eligió a mí”. Hana cita varias veces a Vaclav Habel, primero disidente y luego presidente de la ya Checoslovaquia democrática, Hana dice que el arte es verdad, amor y responsabilidad; al menos así es como ella lo veo, junto con Havel que dijo:
“Solo hay un arte, cuyo único criterio es el poder, la autenticidad, la revelación genuina, la valentía y el deseo para buscar la verdad”.
La entrevista con Hana es casi de obligada lectura. Se acomoda perfectamente a la situación de la Cuba actual. Su amor por Cuba, lo que ha hecho con su arte por denunciar el totalitarismo y la dictadura en la Isla, no solo es para agradecer, sino para aprender. Hace un breve pero profundo análisis de que pasó con los comunistas en Checoslovaquia. Como para aprender del proceso de su país. Hana no solo es muestra de artista que pone su vida y su obra al servicio de la lucha por la democracia, es también muestra de un pensamiento político avanzado sereno y que bien nos sirve para entender mejor lo complicado de nuestro tiempo y enfrentarlo sin miedos.
Finalmente, es una delicia leer estas entrevistas, verdaderos testimonios de vida y acción de sus entrevistados. Inteligentes, directas, provocadoras preguntas del autor. Super las respuestas… informan, acercan, orientan y nos dan cierta fuerza: la de saber que no estamos solos y que la vida sigue adelante siempre. Los personajes entrevistados nos muestran ese camino de esperanza, de acción, de fuerza y de amor.