Accidente en Occidente o Putin y el petróleo

Tenemos cerebro de la era de piedra e instituciones medievales, pero tecnología de la era espacial.

E. O Wilson


Occidente ha entrado en crisis porque ha sido gobernado generalmente por políticos incompetentes, pero buenos histriones, educados en la verborrea, la especialización y la mirada corta, últimamente entrenados para perfomances, googlear y usar power point. Los políticos de hoy en día son más incapaces que los que en los 1910s y luego en los 1930s fallaron en evitar las masacres guerreras. Hemos sido conducidos a la presente situación de peligro de guerra mundial por unos nuevos Chamberlain. Por ellos hemos permitido que cosacos y mandarines no solo lleguen al Dniéper, sino que ya están en el Danubio, el Rin, el Sena, el Támesis, y hasta en el Orinoco, el Amazonas y el Mississippi. Ello tendrá implicaciones permanentes en la economía y geopolítica mundial. A largo plazo, vamos a tener que reasentar el rumbo de la industrialización. Fue edificada sobre cimientos inestables y es imposible rehacerla en el mismo lugar y con las mismas concepciones estructurales.

Quienes vemos hoy cómo las tropas zaristas de Putin invaden Ucrania y bombardean no solo objetivos militares sino ciudades, plantas nucleares, hospitales, edificios de vecinos y escuelas, sabemos que Europa, y con ella el mundo, va a tener que apretarse el cinturón de inmediato, redireccionarse culturalmente y reasentarse sobre nuevos principios a largo plazo, que tendrán que retomar al menos algo del misticismo histórico con que se fundaron. Europa es hoy una sociedad blanda, banal.

Ahora comprendemos que aún quedan millones de generales, coroneles y soldados entrenándose para matar a otros con armas sofisticadas y de destrucción masiva. Putin invadiendo Ucrania es una muestra de que en algunos países sus generales siguen siendo el poder. Aplican criterios militares y aplastan población, elecciones y alternativas. A quien dude, lo apartan a como dé lugar. Nosotros somos los que decidimos -creen- como lo hizo Moisés, Pedro el Grande o Napoleón. En el caso de Putin y Rusia, su equivocación y su arrogancia tiene una fuente: petróleo.

Petróleo

El petróleo (latín petroleum, significa aceite de piedra) es una sustancia de origen orgánico, oleaginosa, oscura, de olor penetrante, pegajosa. Como líquido es insoluble en agua, negruzco, grasoso. Es una mezcla en proporciones variables de hidrocarburos líquidos, sólidos y gaseosos, presentes de forma natural en reservorios bajo tierra. Procesado, es el combustible por antonomasia en los tiempos actuales. Su uso masivo ha alterado el contenido de gases de la atmósfera y acentuado el efecto invernadero, por tanto, el cambio climático. Los petroquímicos producen contaminación puntual y difusa en toda la biosfera.

El alza del precio del petróleo en 1973 y luego en distintas situaciones mundiales, es llamada “Crisis Energética”, pero en realidad la crisis fue y es resultado de que la demanda no ha dejado de crecer, aunque constantemente se incrementa la producción de energía. La crisis se produce por el hambre descontrolada de energía que está mostrando la civilización industrializada, la petroadicción, que para colmo pretende expandir sus modos dilapidadores de energía, desde los que primero se industrializaron a los que ahora se incorporan como Corea del Sur, China, India, Brasil, etc.

Algunos aspectos de energética

El petróleo ha sido la fuente principal moderna para la masiva industrialización. Primero lo fue el carbón mineral. Pero ya se conoce de los grandes efectos contaminantes de ambos. Y de problemas diversos de otras alternativas. De todas maneras, es el momento de otra transición energética, lo cual está siendo acelerado por un científico graduado en la KGB University, el Dr. H. Putin. Necesitamos que alguna magia en la energética nos saque de esta situación de petroadicción.

La energética es una rama científico-ingenieril que se relaciona con la obtención, traslado y uso de energía. Determina el estilo de desarrollo que sigue una cultura o sociedad, en correspondencia a la abundancia y ecoeficiencia de cada fuente, y luego depende de su carácter contaminante y la interrelación que logra entre productores, transportadores y consumidores de energía. La generación ocurre generalmente en un generador (central hidroeléctrica, central nuclear, planta portátil, motor de combustión interna, etc.). La energía eléctrica es conducida a largas distancias por cables de alta tensión (con pérdidas calóricas de alrededor del 7%).

Además de las fuentes usuales actuales (la más rústica, la leña, la más ampliamente en uso, el petróleo, el más sofisticado, la energía nuclear) se conocen fuentes alternativas de energía que son renovables y no están completamente aprovechadas al día de hoy. Entre estas podemos mencionar la energía solar (la principal si ya existiera tecnología para acumular la luz solar en plataformas estratosféricas), la eólica, geotérmica, (biogás a partir de biomasa de origen vegetal o de las heces animales, de rellenos sanitarios y lodos de plantas de tratamiento de aguas residuales) y otros recursos no convencionales para obtener energía (fotovoltaica, tidal o mareomotriz, hidrógeno, micropresas, etc.). A nivel global, se intenta aumentar la eficiencia energética, esto es, disminuir pérdidas por traslado y avanzar en cuanto a ecoeficiencia.

Occidente, construido por arquitectos falsarios

El complejo mundo moderno no puede depender de saltimbanquis y leguleyos tramposos atrincherados en el poder. Debemos ser conducidos por decisores (decision makers) con una fuerte formación científica-ingenieril. No por populistas ”buenagente” que jamás han aportado algo meritorio al mundo, pero prometen “justicia social”, es decir, repartir ellos lo han creado otros y quedarse con una buena parte.

Se abre un paréntesis en que los funcionarios electos (los políticos) tendrán que ser sometidos a pruebas, y aquellos que no tengan un conocimiento científico suficiente no podrán ocupar posiciones decisoras. Aunque sea un loro. Tampoco se trata de “academizar” la sociedad, dado que abundan los individuos malformados dentro de los invernaderos universitarios, principalmente los de carreras humanísticas modelados al capricho de profesores especialistas en nimiedades y vanidades. Los gobiernos deberán dejar de ser presidencialistas para ser colegiados. El político individual debe ser sustituido por equipos de trabajo (team work) que integren individuos formados en la vida real, pero con sólidas bases formativas en la vida y en Ciencia y Tecnología.

La vida está pidiendo que se gobierne desde equipos multidisciplinarios, en permanente cambio y relevo. Ya la selección no debe ser una simpe votación, que basada en la “democracia” da un voto a cada individuo que llega a las urnas totalmente confundido por la propaganda y gritería previa. Europa, EEUU y el mundo occidental adolecen de arquitectos que regeneren un edificio mundial estable y sostenible. Aunque muchos usan la palabrita sostenibilidad en aburridos discursos repetitivos.

¿Quiénes fueron y son los arquitectos que construyeron el edificio de Occidente y de la economía mundial con tan corta vista y no la han hecho previsoramente adaptarse a lo que emergía del catalejo? Cuando se trata de líderes, políticos y empresarios de corta vista, se enfocan en ganancias monetarias del mes que viene y no saben ni les interesa lo que pueda derivarse el año siguiente.

La humanidad es ya una fuerza geológica, con capacidad de desequilibrar la biosfera. Y eso no lo prevé constitución alguna, ni lo reflejan encuestas a boca de urna, ni se resuelve en parlamentos o a sablazos. Si hubiéramos quitado la vista del micrófono y del microscopio y usado tambien el telescopio, hubiéramos visto un cuadro mundial que se ha hecho cada vez mas evidente, desde el punto de vista ecológico, pero tambien geopolítico: el mercado de energía mundial es excesivamente poco eficiente. Tenía que reventar. No solo se trata de otro Zar loco.