Diez respuestas de Ghabriel Pérez

2022 es el año, también, de la segunda parte del libro Retrato del exilio cubano, serie de entrevistas que Neo Club Ediciones publicó en 2015 y cuya principal intención, como el título indica, fue dar a conocer una especie de radiografía de la comunidad cubana en el exterior a través de sus definiciones. Ahora, esta segunda entrega de la saga profundiza en el contexto cubano del día después, cuando el castrismo en el poder entra en su recta final.

Al habla con el escritor Ghabriel Pérez:

Armando Añel- ¿Qué es para usted la patria?

Ghabriel Pérez- Cada día descubro cosas que me dan un sentido más intenso de patria, difícil revelarlo en pocas palabras. Te cito un ejemplo casual, murió en Holguín una mujer cuya obra quedó inédita. ¡Décadas de silencio, cual Loynaz holguinense! Tuve la dicha de abrir sus gavetas, editar y publicar sus libros en un sello editorial de la Iglesia católica. En esa poética escondida, prohibida y bellamente disidente, he llegado a la Cuba profunda. Lira de los Ángeles es su nombre. Por misterios como esos vibra en mí la patria. En uno de sus poemas, ella dice: “¡Y es que no es Patria la que no es de todos!”

AA- ¿Qué es la libertad?

GP- Si no existiera el comunismo, no nos preguntaríamos qué es la libertad.

Es cruel que el mundo no tenga claro que hay nombres demasiado culpables de atentar contra esa bella palabra, Vladímir Ilich Uliánov, Iósif Stalin y el demonio nacido en Birán, cuyo nombre evito…

Es crudelísimo que Andrés Manuel López Obrador, el presidente latinoamericano más vecino de La Habana, defienda a una dictadura de seis décadas y pida para ella reconocimientos patrimoniales. Es preocupante ver que desde cualquier tribuna se atenta contra la libertad de los cubanos. ¡Y no pasa nada!

AA- ¿Cómo y cuándo Cuba será libre?

GP- “Cuba será libre. Yo ya lo soy”, así reza en la carta de despedida de Reinaldo Arenas, escrita en 1990. Es penoso saber que haya un mundo de artistas e intelectuales que conociendo la vida y obra de quien resume la agonía del yugo castrista [Antes que anochezca] sean capaces de darle vivas al totalitarismo que priva a su país de la mínima libertad.

La primera gran libertad del niño Ghabriel Pérez fue escuchar Radio Martí desde el mismo día de su salida al aire. Tal vez por eso siempre asocié la libertad a la intelectualidad, a algo que llega desde la gente de pensamiento. Pero el 11J nos dijo que puede ser más fácil de lo que pensamos, estuvimos a unos minutos de tumbar el Muro desde las manos y las voces más anónimas. Mi oración diaria es que llegue el fin de esta pesadilla. ¡Que sea ya, en el instante en que publiques esta entrevista!

AA- ¿Qué hacemos con, o qué se hacen, los cientos de miles de cubanos considerados castristas una vez Cuba sea libre?

GP- Humberto López, Cristina Escobar y el resto de los testaferros y voceros cuyo principio fundamental es defender a la dictadura e ir en contra de la valiosa misión del periodista, no sé dónde meterán sus rostros.

La lista es enorme. Me avergüenzo al saber que Holguín diera una mujer valiosa como la psicóloga Patricia Arés, y ver su disposición para presentarse en discursos televisivos que como profesional de la salud ella debía condenar, pues a todas luces se trata de los programas más cínicos contra un pueblo. La prueba del cinismo que corroe a la nación es la cantidad de figuras públicas que se exilian y denuncian la tragedia. Un caso evidente es Frank Abel, el locutor de programas populares de la radio y la televisión que hasta hace unos días estaba de vítores ante las cámaras.

No entiendo qué puede llevar a personas supuestamente inteligentes a pactar de manera servil con un régimen que todo ser con un mínimo de decoro debía aborrecer. ¿No basta ver que un Partido se adueñó de la patria por seis décadas y se anuncia como algo irrevocable?

Te digo esto y no entro en contradicción con un espíritu plural y cristiano desde el que puedo convivir con el comunista como mi prójimo. Pero a la vez pienso en la necesidad universal de desterrar al comunismo en su intento de ocupar sillas presidenciales, en cualquier sitio del orbe. Harto está demostrado que al llegar al poder se emparenta con el fascismo. ¡Una misma cosa!

AA- La difamación, el brete, las teorías de la conspiración, etc., han contribuido grandemente a afianzar el totalitarismo en Cuba en los últimos 63 años. ¿Cómo atenuar esta tendencia sociológica en una Cuba en democracia, con conexión abierta a Internet?

GP- La pregunta enfoca una preocupación del futuro y para mí es prioridad que desde ahora comencemos a superar ese mal. Ya estamos en ese horror unos y otros (oposición versus oposición), mientras la consigna oficial habla de lo unidos que están los que ondean la bandera del totalitarismo. Por salir en defensa de alguien plenamente opositor como Yunior García, que tuvo a Díaz-Canel a un tilín del infarto, me tildaron de comunista y chanchullero.

El artista se pudo equivocar, falló, le salió mal el plan… y al instante hubo miles de opositores apartándolo. No es justo ni práctico ni inteligente ignorar el logro inmenso del 15N, que desde una convocatoria oposicionista puso los desmanes del régimen represor y tiránico en la mira mundial. Vivo en una provincia oriental y fui testigo de mucha gente que abrió los ojos a partir de la propuesta del dramaturgo.

Necesitamos ser más respetuosos con el prójimo. Ser justos. Dejar de dar tantos pasos a favor del contrario. ¡Unirnos! Si tuviéramos una oposición sabia, unida en el propósito y la necesidad de derrocar a la tiranía, el día que le prohibieron a Yulieski Gurriel su entrada a Cuba (por poner un ejemplo, entre tantos), hubiera sido una oportunidad para al menos poner a tambalearse al régimen. Pero no ocurrió nada, la injusticia contra un popularísimo pelotero pasó inadvertida. Si mañana hacen lo mismo con Pablo Milanés, ¿tampoco pasará nada?

AA- ¿Usted votaría a favor de incluir una asignatura contra la envidia en un futuro sistema de educación en Cuba?

GP- La palabra envidia me resulta sospechosa. Nunca pude entenderla. La asocio a excesiva mediocridad… En cambio, en materia de educación, me es fácil asociar asignaturas a la palabra Apóstol. ¡Martí es mi asignatura preferida! Mi asignatura-solución al problema cubano. Por más que a uno y otro lado del charco se empeñen en crear Martíes, hay un auténtico Martí. Ir a él, sin oportunismos ni censuras, me inspira que es parte de la solución. Ya estuvimos mucho tiempo echando garra de filosofías gerontoeuroasiáticas.

AA- ¿Cuán positivamente puede contribuir a la liberación y desarrollo de Cuba el activismo político youtuber liderado actualmente, entre otros, por influencers como los Pichy Boys, Alain Paparazzi o Alexander Otaola?

GP- No les quito validez.

Pero cambio de trío.

Prefiero que las influencias lleguen a lo Ian Padrón, Luis Dener y Yoani Sánchez.

AA- ¿Qué tipo de influencia puede ejercer Estados Unidos en el futuro de Cuba teniendo en cuenta los estrechos lazos existentes entre ambos países desde hace, por lo menos, tres siglos?

GP- Yo estoy muy loco o el socialismo es lo más sucio que existe. Pues a pesar de haber oído desde mi niñez tantas campañas en su contra, Estados Unidos de Norteamérica para mí es algo sagrado. Quienes se oponen al Norte me resultan los seres más despreciables e hipócritas de mi país. Cada familia cubana cuenta con un familiar en esas tierras. ¡Eso es suficiente! Pero te encuentras que hasta la jefa del periodismo en mi provincia, una súper comunista de cuyo nombre me prohíbo acordarme, tiene a su hija viviendo en Miami y hasta viaja y vive de esas riquezas y luego es defensora a ultranza del impío sistema socialista que denigra del capitalismo. ¡Vaya dignidad! ¡Vaya cochambre marxista!

AA- ¿Usted quiere ser enterrado en la mayor de las Antillas o, por el contrario, prefiere que sus cenizas sean arrojadas al mar?

GP- Necesito una tumba con las palabras que le grité a Alexis Triana hace más de una década frente a un grupo de escritores holguineros, el epitafio que lancé desde mi primer día, en 2015, en Facebook:

“Aquí yace el que menos, menos,

menos pudo con el cuento del comunismo”.

Si un avión me hunde en el mar, pido que metan mis libros en un panteón y sobre él escriban esa voluntad.

AA- Por favor, revélenos el nombre secreto de Cuba.

GP- En el siglo XIX: José Martí y Pérez.

En el siglo XX: José Lezama Lima.

En el siglo XXI: Oswaldo José Payá Sardiñas.

Con el pensamiento de esos tres Joseítos… Cuba es el Paraíso que nos merecemos.

PD/ Llevo dos meses ausente de las redes. Del bloqueo a mis cuentas en Facebook e Instagram, todavía no puedo culpar del todo a ETECSA. Pero tal vez… pues esa señora y yo no somos nada amigos.


 

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Armando Añel
Escritor, editor, zensicólogo. Ghost Writer. Entre los años 1998 y 2000 se desempeñó como periodista independiente en Cuba. Tras recibir el premio de ensayo anual de la fundación alemana Friedrich Naumann, con la revista Perfiles Liberales, en febrero del año 2000 viajó a Europa, donde residió en España e Inglaterra hasta radicarse en Estados Unidos en 2004. Tiene una docena de libros publicados. Dirige Neo Club Ediciones y es uno de los coordinadores del proyecto Puente a la Vista y del Festival Vista.